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CIDH y periodistas “independientes” confirman libertad de prensa

Juan Carlos Marañón Albarracín

Seis medios “independientes” omitieron informar sobre la existencia de libertad de prensa en Bolivia. Los Tiempos publicó una denuncia de “asfixia a los medios” que no está en el informe de la CIDH. “Oficialistas” y medios estatales no mencionaron “… su importante financiación, que contrasta con la crisis de sostenibilidad de los demás medios…”.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) destacó, en su informe preliminar sobre derechos humanos en Bolivia, el “amplio ejercicio de la libertad de prensa” en el país. Este punto quedó respaldado por las publicaciones de periódicos y medios digitales de los autodenominados “independientes”, así como de los calificados de “oficialistas” que presentan diversas perspectivas y puntos de vista sobre el tema.

El autor de este artículo revisó los titulares impresos del sábado 1 de abril y del contenido digital del 31 de marzo al 2 de abril, en relación con el cuarto punto del informe preliminar de la CIDH, que se refiere a la libertad de prensa. Dependiendo de sus posturas ideológicas y editoriales, los medios de comunicación visibilizaron o ignoraron algunos aspectos del informe, demostrando que difunden sólo la información que creen conveniente o adecuada a sus intereses.

Así, el discurso de dirigentes de asociaciones de la prensa, periodistas, dueños de medios y activistas que se autoidentifican como “independientes” y sostienen que en el país no existe libertad de prensa ni libertad de expresión fue sepultado, paulatinamente, el 31 de marzo, mientras la Primera Vicepresidenta y Relatora sobre los derechos de los Pueblos Indígenas, Esmeralda Arosemena de Troitiño, leía el informe preliminar al concluir “la visita In Loco a Bolivia” de la delegación de la CIDH.

El 28 de marzo, los miembros de la CIDH recibieron testimonios contradictorios de dirigentes de tres asociaciones de prensa en La Paz y Bolivia, que se autodenominan “independientes”, pero actúan públicamente como opositores al gobierno, así como de tres directores y periodistas de medios de comunicación calificados como “oficialistas”.

Miembros de la misión de la CIDH en alguna de las reuniones que tuvo en Bolivia.

 

Libertad de prensa que incomoda a “independientes”

El Deber, El Diario, Opinión, la agencia ANF, Erbol y el periódico online Brújula Digital obviaron publicar el acápite 25 del informe preliminar de la CIDH que “observó un amplio ejercicio de la libertad de prensa” en Bolivia. Destacaron la falta de independencia en la justicia, la polarización y la preocupación por las agresiones a periodistas en Santa Cruz, pero no informaron que entre los agredidos también había varios periodistas y medios considerados “oficialistas”.

En cinco artículos publicados desde las 17:37 PM del 31 hasta el 2 de abril a las 4:00 AM, El Deber no aludió la conclusión de la CIDH sobre el amplio ejercicio de la libertad de prensa en Bolivia. En su portada del domingo incluyó una llamada: “La CIDH encontró un país fracturado y habla de manipulación penal”.

“CIDH presenta informe de siete temáticas; el de presos políticos irá al pleno de la Comisión”, tituló a las 17:37 PM del 31 de marzo. “La CIDH concluye en su informe preliminar: justicia débil e instrumentalizada por el poder político de turno”, publicó una hora y 22 minutos después, sin tocar la libertad de prensa.

“Reportan a CIDH falta de condiciones para periodistas y delegados observan economía de medios estatales”, informó El Deber a las 21: 15 PM y dijo que los observadores recibieron un informe detallado sobre los abusos de la Policía contra los comunicadores que “incluyó la detención de algunos” y la falta de condiciones para el ejercicio periodístico, así como el desequilibrio económico entre los medios del Gobierno y los “independientes”.

Conozca los siete ejes que presentó la CIDH en su informe preliminar”, anunció el matutino cruceño el 1 de abril a las 7:00 AM. Enumeró los siete puntos, pero ignoró el amplio ejercicio de la libertad de prensa en Bolivia.

Sobre la libertad de expresión, incluyó que “los líderes de las movilizaciones no controlan las mismas y se impone la violencia. Se mencionó el caso especial de Santa Cruz durante el paro de 36 días. La CIDH conoció de denuncias sobre el uso excesivo de la fuerza policial, alegaciones que, según lo indicado por el Estado, se encuentran en investigación”.

Los delegados fueron informados que, tras la detención del gobernador de Santa Cruz, el 28 de diciembre, se registraron episodios de fuertes enfrentamientos entre civiles, “ataques a la Policía Nacional, quemas de instituciones públicas, incluyendo la destrucción de la sede de la Fiscalía Departamental” y que tienen los reportes de “ataques a los periodistas, quienes documentaron 44 casos de agresiones”, añadió.

La CIDH halló un país fracturado y habla de ‘manipulación penal’”, publicó El Deber el 2 de abril a las 4:00 AM, informando que los comisionados no fijaron una postura definitiva sobre la existencia de “presos políticos” en Bolivia, pero hicieron un llamado para la reconciliación.

“Polarización política fracturó a la sociedad”, destacó El Diario en su portada del sábado sin tocar la libertad de prensa. “Los miembros de la comisión evidenciaron la falta de acceso a la justicia por falencias normativas, debilidades institucionales y ausencia de una independencia judicial”.  “Con relación a la libertad de expresión, la misión sostiene que la protesta social y pacífica es un elemento esencial para la existencia y el funcionamiento de toda democracia”.

CIDH: “A todos los sectores de la sociedad boliviana les beneficiaría una profunda reforma del sistema de Justicia”, título Opinión y en su texto no incluyó que se “observó amplio ejercicio de libertad de prensa”. Tomó en cuenta que “sobre el ejercicio del periodismo en Bolivia, la delegación manifestó su preocupación por la falta de condiciones para realizar este oficio y profesión. ´Preocupa la escalada de agresiones a periodistas en los últimos años, particularmente en Santa Cruz´”.

“CIDH ve una Bolivia dividida, sin independencia judicial y con ´violencia partidista´”, fue la segunda nota de Opinión, el 1 de abril a las 07:29 AM, que tampoco mencionó la existencia de la libertad de prensa y solo informó sobre la preocupación por “la escalada de agresiones a periodistas en los últimos años, particularmente en Santa Cruz, que incluyeron agresiones físicas severas, la retención contra su voluntad, la destrucción de equipos y ataque a infraestructuras de medios de comunicación”.

ANF informó: “CIDH concluye que en Bolivia hay ausencia de independencia judicial y escalada de violencia de género”. No citó el “amplio ejercicio de la libertad de prensa”. Sobre la libertad de expresión mencionó el recordatorio de que “la protesta, la protesta social y pacífica es un elemento esencial para la existencia y funcionamiento de la democracia” y la preocupación por la escalada de agresiones a periodistas en los últimos años, particularmente en Santa Cruz.

En su página digital, Correo del Sur informó: La CIDH ve falta de independencia judicial y una fractura en Bolivia”, publicando un reporte Erbol, del viernes 31 a las 17:14 horas, que en el contenido no aludió el tema de libertad de prensa y destacó el “recrudecimiento de situaciones preocupantes en materia de la violencia partidista producto de una extremada polarización política que ha provocado una fractura en la sociedad boliviana y que urge ser superada”.

Recién el domingo, en su edición digital, Correo del Sur publicó: “CIDH, preocupada por agresiones a la prensa y la pauta publicitaria”, incluyendo que la misión de la CIDH observó “un amplio ejercicio de la libertad de prensa” y que “recibió información sobre la falta de condiciones para ejercer el periodismo en Bolivia”.

El periódico Brújula Digital autoidentificado como “independiente” y dirigido por el presidente de la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), Raúl Peñaranda, informó el 31 de marzo: “La CIDH concluye que no hay independencia de la justicia al término de su visita in loco a Bolivia” y el 1 de abril: “La CIDH alerta que la sociedad boliviana está fracturada y hace un llamado urgente a la reconciliación”. En ninguno de los artículos hizo referencia a la liberta de prensa.

Portadas de diarios que se autodenominan “independientes”, aunque hay quienes les califican de “opositores”.

 

“La asfixia” de Los Tiempos

CIDH deplora asfixia a los medios y falta de independencia en la justicia”, fue el título de la portada de Los Tiempos. “Informe: El organismo observó también los ataques a la prensa, la urgencia de una reforma judicial de consenso para candidatos, la violencia partidista, la polarización y otros”, agregó en una bajada de título.

La publicación del matutino cochabambino fue la más exagera porque la CIDH no “deplora”, en ningún párrafo de su informe, ni denuncia una “asfixia a los medios”. Tampoco “observó ataques a la prensa”. Sólo recibió denuncias de los ataques e informó de los hallazgos en las entrevistas que hizo en las ciudades de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Sucre.

El matutino cochabambino siguió su narrativa de “asfixia económica”, iniciada el 7 de septiembre del 2022, cuando denunció que “el empresario Eduardo Valdivia, vinculado al MAS y al Gobierno, adquirió las acciones de uno de los accionistas minoritarios, Mauricio Canelas (16,66 por ciento), mediante la empresa ICC” y presionó para evitar la venta de una vivienda y “activó fiscalizaciones impositivas con multas millonarias”.

La conclusión que otros medios no mencionaron, Los Tiempos la citó así: “La comisión refiere que se observó un amplio ejercicio de la libertad de prensa, pero que también recibió la información sobre falta de condiciones para ejercer el periodismo en Bolivia. La CIDH dijo también que le preocupa la escalada de agresiones a periodistas en los últimos años, particularmente en Santa Cruz”, en un intento de minimizar la afirmación de los delegados.

En su nota, supuestamente de carácter informativo, comentó: “Desde la llegada al Gobierno, el MAS ejecutó una serie de acciones contra medios de comunicación que mantienen independencia, entre ellos la ´eliminación de pauta electoral´, persecución a través de impuestos, entre otros”.

¿Qué intentó hacer Los Tiempos? ¿Informar con exactitud, equilibrio, veracidad, oportunidad, pluralismo y contextualizando los contenidos, como señala el inciso 1) del Código Nacional de Ética Periodística? Por ahora, esas preguntas no tienen respuestas.

En su edición impresa, Página Siete tituló: “La CIDH aplaza a la Justicia y advierte una extrema polarización”. En su página digital, el sábado a las 17:01, publicó un artículo que abarcó varios temas abordados en el informe preliminar de la CIDH, incluyendo la crisis de los medios, la situación de los pueblos indígenas y la violencia contra las mujeres. Destacó que la Comisión advirtió que los medios estatales reciben una importante financiación, mientras que otros medios enfrentan una crisis de sostenibilidad.

“Y, aunque observó ´un amplio ejercicio de la libertad de prensa´, al mismo tiempo ´recibió información sobre la falta de condiciones para ejercer el periodismo en Bolivia”, publicó el diario paceño intentando un contraste que sólo mostró su incomodidad con la observación de la CIDH.

Portadas de medios estatales y de línea editorial por la que hay quien les considera “oficialistas”.

 

Libertad de prensa destacada por “oficialistas”

La Razón -calificada como “oficialista”-, el periódico estatal Ahora el Pueblo y la agencia gubernamental ABI incluyeron el tema de la libertad de prensa en sus portadas y artículos que publicaron en los pasados días.

“La CIDH pide ´reforma profunda´ de la justicia y superar la polarización”, tituló La Razón en su apertura del sábado 1 de abril y destacó en bajadas de títulos: “En Bolivia hay amplia libertad de prensa”. “Presos políticos” se denominan Camacho y Añez. “Arce reafirma compromiso con los DDHH”.

El viernes 31 de marzo a las 19:43 PM, La Razón publicó una nota en su página digital con el título “La CIDH destaca la libertad de expresión, pero expresó preocupación por la agresión a periodistas”, abordando tanto el tema de la libertad de prensa como la preocupación por las agresiones a periodistas.

Los medios gubernamentales destacaron la conclusión que los otros medios “independientes” soslayaron. Ahora el Pueblo tituló: “CIDH observa un amplio ejercicio de la libertad de la prensa en Bolivia con una foto de los observadores”. Y ABI: “CIDH afirma que en Bolivia hay un amplio ejercicio de la libertad de prensa”.

En contrapartida, mientras los “independientes” destacaron los cuestionamientos a la distribución de la pauta oficial, La Razón, ABI y Ahora el Pueblo no incluyeron, en ninguna de sus artículos, que en el informe, en el acápite 26 “la CIDH nota la relevancia y despliegue de los medios de comunicación administrados por el Estado y su importante financiación, que contrasta con la crisis de sostenibilidad de los demás medios, así como reportes sobre cuestionamientos a la distribución de la pauta oficial”.

 

Protestas y libertad de expresión

En materia de libertad de expresión, la CIDH precisó que los actos de violencia y/o discriminación no son parte del derecho de la protesta. Hizo la reflexión porque en los últimos años aumentaron las manifestaciones que afectaron los derechos como la vida, integridad personal, la salud, la libertad de expresión y la libertad de circulación, entre otros.

Los observadores citaron dos sucesos ocurridos en Santa Cruz. Los 36 días de paro (por el Censo 2023 Sí o Sí) y la detención del gobernado Luis Fernando Camacho. En ambos casos “se vieron episodios extremadamente violentos que escalaron con el tiempo por enfrentamiento entre civiles partidistas. Durante los bloqueos, que se iniciaron el 21 de octubre, hubo heridos y al menos un fallecido.

La CIDH tomó conocimiento que, tras la detención del Gobernador de Santa Cruz, el 28 de diciembre, se registraron episodios de fuertes enfrentamientos entre civiles, “ataques a la Policía Nacional, quemas de instituciones públicas, incluyendo la destrucción de la sede de la Fiscalía Departamental. Asimismo, se recibió información sobre situaciones de uso excesivo de la fuerza. Se reitera que la protesta social debe ser pacífica y condena todo tipo de violencia”.

La CIDH “observa discursos estigmatizantes y/o que puedan alentar a la violencia o discriminación por parte de los líderes políticos locales, así como nacionales, incluyendo autoridades”.

Recordó que “las manifestaciones demandan un especial cuidado por parte de los liderazgos para que se convoquen y desarrollen de manera pacífica, además de identificar a grupos violentos que, apartados del derecho a la protesta, pueden desnaturalizarlo o bien utilizar el contexto de protesta para fines alejados a la misma”.

Con esas observaciones, la CIDH ratificó la vigencia de la libertad de prensa y libertad de expresión al informar que recibió reportes que cuestionan determinadas coberturas periodísticas de eventos de interés público en Bolivia y comentó que “las líneas editoriales, en su pluralidad, contribuyen a la dimensión colectiva de la libertad de expresión y los medios de comunicación pueden defender sus líneas editoriales sin que ello implique el desconocimiento de hechos verificables, contrastados y contextualizados”.

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