Algunas recomendaciones para el tratamiento de las poblaciones migradas

Xenofobia en Bolivia, un país de migrantes

Drina Ergueta

Mientras la alcaldesa de El Alto, Eva Copa, pide que se expulse a personas extranjeras porque serían delincuentes, en España la comunidad boliviana es a la vez estigmatizada porque uno de sus miembros enfrenta una grave acusación penal, por lo que la embajada boliviana tuvo que pedir un tratamiento informativo responsable.

En un comunicado, la embajada de Bolivia en España expresó su “profundo repudio y pesar ante la agresión sexual e intento de asesinato cometido contra una menor” en Cataluña, el año pasado. Además, ante la revelación de la nacionalidad del acusado, hizo un llamado a los medios de comunicación españoles a realizar un tratamiento informativo responsable para evitar estigmatizar al colectivo boliviano.

En tanto, en Bolivia, la alcaldesa alteña lleva en las redes sociales, desde hace unos días, respondiendo reproches por su posición xenófoba respecto a la migración extranjera que vive en El Alto, a la que acusa de los problemas delincuenciales de esta importante ciudad del altiplano.

Todo ello se ve reflejado en los medios y, dado que se trata de un asunto delicado, en España, que lleva muchos años recibiendo población migrada, son varias las instituciones periodísticas, principalmente colegios de profesionales, y también organizaciones que trabajan con las personas migradas, que han elaborado manuales o códigos deontológicos para el tratamiento mediático de las migraciones y orientar así a periodistas a la hora de realizar su labor. Estas recomendaciones sirven también para las autoridades a la hora de emitir opiniones o asumir posturas.

La alcaldesa Eva Copa. (Foto Alcaldía de El Alto)

¿Copa es de extrema derecha?

“Hemos solicitado que Interpol y Migración puedan intervenir en la ciudad de El Alto, porque lamentablemente los extranjeros están haciendo lo que quieren en nuestra ciudad. Los detienen y los sueltan. Lo que queremos es que se los lleven y se los deporte a sus países, porque lamentablemente estamos viviendo mucha zozobra y delincuencia las familias alteñas”, dijo Eva Copa hace unos días, lo que le valió un enfrentamiento con la defensora del pueblo Nadia Cruz que le dijo que lo que se debe expulsar es la xenofobia.

Copa es ex militante del Movimiento al Socialismo (MAS) que está en el gobierno y por ello se la podría colocar en la zona izquierda de la política; sin embargo, su posición no es clara. De hecho, tanto la actitud frente al problema como las declaraciones de la Alcaldesa serían tomadas como típicas de la extrema derecha de Europa que culpabiliza de la delincuencia a la migración extranjera. En España lo hace el partido VOX e igualmente el Partido Popular, al punto que uno de sus candidatos a una alcaldía tenía como lema “Limpiemos Badalalona” refiriéndose a colectivos migrantes.

Badalona, ciudad vecina de Barcelona, acoge también a población boliviana ya que, luego de una masiva llegada de bolivianos a España, en 2009 se calculaba que había entre 200 mil y 300 mil personas bolivianas en este país, cifra poco clara debido a que una buena parte no tenían los papeles en regla. Luego del retorno o de haber logrado la nacionalidad española, la cifra está en 85 mil en España en 2021.

Comunidad estigmatizada

Por las características de violencia extrema del ataque en Cataluña, el caso ha causado conmoción en la opinión pública. El supuesto agresor, detenido recientemente, está acusado de violación y de asesinato en grado de tentativa.

La Embajada Boliviana, además, señaló que “transmite un mensaje de solidaridad y apoyo a la víctima y a sus familiares por este condenable crimen”, que “la agresión sexual es una de las peores formas de violencia contra las mujeres y las niñas”, que confía en las actuaciones de las autoridades para que este caso “derive en la más dura sanción del responsable”.

Además, señala un aspecto que muchos medios no tomaron en cuenta: “La Misión Diplomática hace un llamado para que el tratamiento mediático de la nacionalidad del presunto autor del crimen sea responsable, evitando la estigmatización de la comunidad (…), que siempre se ha caracterizado por ser trabajadora, pacífica y respetuosa de las leyes del país que la acoge”.

Algunos manuales y decálogos de buenas prácticas profesionales para el periodismo.

La información relevante

La Red Acoge, que desde 2014 lleva a cabo un análisis y reflexión “en torno al tratamiento periodístico que desde los medios de comunicación se realiza a las noticias relacionadas con las personas migrantes” en España, cita al Código Deontológico del Periodismo que, en su punto 7, señala que “El periodista extremará su celo profesional (…) debe mantener una especial sensibilidad en los casos de informaciones u opiniones de contenido eventualmente discriminatorio o susceptibles de incitar a la violencia o a prácticas humanas degradantes”.

Los medios que publicaron la nacionalidad del acusado del crimen no tuvieron esa “especial sensibilidad”, ya que, aunque no publicaron contenidos explícitamente discriminatorios o incitadores de violencia hacia el supuesto agresor, al señalar su nacionalidad, abrían el espacio online para opiniones de lectores en donde sí se producían comentarios del tipo que se recomienda evitar. En las webs de los medios de comunicación, uno de los atractivos de lectura son las opiniones de los mismos lectores y estas opiniones se habrían centrado en el hecho de violencia machista y no en la nacionalidad si este dato no se hubiera dado.

Por ello, en este punto 7 del Código Deontológico del Periodismo, en su apartado b) se dice que el periodista “Debe también abstenerse de publicar tales datos, salvo que guarden relación directa con la información publicada”. La nacionalidad del responsable de la violación no tiene relación directa con el hecho.

El manual de recomendaciones para periodistas sobre el tratamiento de la información relacionada con la migración, elaborado por la Red Acoge, en su punto 2 recomienda explícitamente: “Evitar señalar el origen o nacionalidad de las personas implicadas a menos que este dato sea imprescindible para comprender la información”. El hecho de decir la nacionalidad no es relevante en este caso, no contribuye en nada informativamente ya que no es una “característica específica” de ese colectivo.

Altavoces de la xenofobia

El manual, en el punto 6. Recomienda: “Eludir la utilización declaraciones de carácter xenófobo y racista procedentes del discurso político, aunque éstas vayan entrecomilladas y atribuidas debidamente al autor/a. Convierten al medio en altavoz de la xenofobia y lo eximen de su obligada responsabilidad social”.

De acuerdo a estas recomendaciones, en Bolivia, difundir las opiniones de Copa no sería adecuado en la labor periodística, a no ser que se señale explícitamente que son xenófobas y revelar este hecho. En España, los espacios en los medios para que las personas que leen la noticia opinen sobre ella, en ese caso, se han convertido en altavoces de la xenofobia.

Las consecuencias de señalar esa condición de población extranjera relacionada con la delincuencia son generar una opinión pública negativa hacia los colectivos que se menciona. En todas las poblaciones hay delincuencia, eso no quiere decir que toda esa población sea delincuente. En España, se vio de inmediato esa opinión pública negativa en los comentarios de gente que opina en las webs de los medios. Allí se han observado posturas racistas explícitas como también de microracismo. El “que se vuelva a su país” no ha faltado.

Mirar desde otros ángulos

La “Guía didáctica para el correcto tratamiento mediático de las migraciones” elaborada por el Colegio Profesional de Periodistas de Aragón hace una contribución añadida al tema al recomendar al colectivo de periodistas algo básico en la profesión: “Cambia los marcos de referencia, una misma historia tiene muchos ángulos”. Una recomendación que sirve para personajes públicos, de la política (según su posición) y desde posiciones de mando.

Señala que “se tiende a contar las historias desde el mismo punto de vista, especialmente las que tienen que ver con migración, siguiendo dos líneas principales: la crisis/sentimiento de urgencia o la pena. Ambas líneas narrativas promueven un sentimiento asistencialista hacia las personas migrantes, encasillándolas como necesitadas, incapaces o peligrosas”, cuando la migración es un fenómeno muy complejo “que nos concierne a todos, ya que todos somos descendientes de migrantes”. De hecho, El Alto es una ciudad de migrantes, de migración interna boliviana.

Por ello, la guía menciona “tres marcos principales que caracterizan las migraciones” y sobre los cuales el periodismo podría escribir: “1) La naturalidad del proceso, desde puntos de vista antropológicos, sociológicos, biológicos o históricos. 2) La inevitabilidad de las migraciones futuras, nuestros hijos migrarán o nuestro estado de bienestar futuro dependerá de las migraciones y 3) La riqueza cultural de nuestras sociedades actuales se debe a las migraciones”.

Estas guías y recomendaciones dirigidas a los medios de comunicación son, en definitiva, útiles para la sociedad en general ya que también sirven a las personas públicas que hacen declaraciones y para quienes dirigen la opinión pública, si se desea una convivencia más respetuosa de los derechos de todos y todas.

*Foto principal: Imagen de población boliviana participando en una comparsa de carnaval en España. (Foto wikipedia)

Atrás