El coronavirus en Bolivia

El coronavirus y Añez

Fernando E. Torrejón Flores

El coronavirus llegó a Bolivia el pasado 10 de marzo, cuando dos ciudadanas procedentes de Italia y de Estados Unidos dieron un resultado positivo al test clínico. Un mes después, el número de casos positivos se elevó a 330. Desde entonces, Añez, la presidente del “gobierno de transición” ha dado un sinfín de mensajes por televisión, ha prometido muchas veces ayudas a las familias, ha ayudado a los bancos privados con un fondo de 500 millones de dólares, ha cerrado las fronteras (de forma tardía), ha declarado la cuarentena nacional sin tomar en cuenta que la población necesita alimentos (físicos) y víveres de forma inmediata, ha sido complaciente con ministros totalmente feroces, quienes exigían con celo el cumplimiento de la cuarentena, se ha quedado impasible ante las acciones de represión de la policía y de las fuerzas armadas en contra de la población, ha sido indiferente con la infraestructura hospitalaria construida en el país, la cual podía utilizarla para frenar la pandemia, etc.

Aunque Añez haya hablado tanto, lo cierto es que, al día de hoy, el problema del coronavirus en Bolivia no tiene visos de solución; el número de infectados está creciendo de forma exponencial (pero solo es la punta del iceberg), y paralelamente los problemas de gestión del gobierno de Añez están aumentando -hace algunos días renunció el ministro de salud-. El cumplimiento de la cuarentena se está saliendo de las manos (de las manos de Añez); en varias ciudades del país la gente sale gritando “queremos comer, queremos comer”, ante ello, la respuesta del gobierno es más represión: el gobierno ha ordenado militarizar la ciudad de Santa Cruz. Un ministro, de apellido Rojo, dice: “Estamos en guerra… los ciudadanos en tiempos de guerra solo obedecen” ¿Esto significa que los ciudadanos no tienen derecho? Esa afirmación es la expresión de que el gobierno no se da cuenta de que la población se está enfrentando a una disyuntiva, totalmente excluyente: cumplir la cuarentena sufriendo de hambre o salir de casa en busca de alimentos. ¿Cuál de las dos opciones un hombre en su sano juicio escogería? J.J Rousseau muy humanamente decía hace más de tres siglos: “Todo hombre tiene derecho a arriesgar su propia vida para conservarla. ¿Se ha dicho alguna vez que quien se tira por una ventana para escapar de un incendio sea culpable de suicidio?” (El contrato social). En Bolivia, hoy, el incendio es el hambre.

Pero ¿cuándo empezó el desastre? ¿Cómo está gestionando el gobierno la pandemia?, ¿son adecuadas sus medidas? ¿Hay otra salida?

1. El desastre empezó entre octubre y noviembre de 2019.

Entre octubre y noviembre de 2019, Camacho, Mesa y Añez, con la ayuda de las cúpulas policial y militar del país, fueron los artífices de la salida de Evo Morales del gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia, provocando el fin de un ciclo de casi catorce años de éxito económico y social.[1]

Los propios efectos del golpe de Estado, las improvisaciones de política económica y la corrupción del gobierno de Añez, han provocado que a finales de 2019 la economía boliviana apenas llegue al 2,2% de crecimiento del PIB, cuando en los últimos 13 años el crecimiento promedio anual era del 5%.[2] Esta baja tasa de crecimiento no es baladí, porque significa que el gobierno de transición ha debilitado la economía: por un lado, ha estancado el consumo de las familias y ha frenado la inversión pública, especialmente en el área de la SALUD; por otro, ha desincentivado y paralizado la producción, sobre todo en el campo de los alimentos, comercio y transporte, lo que ha repercutido negativamente en el empleo y en los recursos del Estado para hacer frente a situaciones adversas como la de la pandemia del coronavirus.

Así, la deficiente administración de la “presidente” interina de Bolivia, sumada a su política represora, ha hecho que la llegada de la pandemia encuentre a Bolivia desnuda para enfrentar el problema. Y sobre el camino, una vez que el coronavirus aterriza en Bolivia, el gobierno de facto ha cometido cinco errores: i) la subutilización de los recursos físicos del Estado (hospitales); ii) la escasez en la dotación de equipos, material de protección y test de detección para el coronavirus; iii) no haber cerrado las fronteras a tiempo; iv) la aplicación de una cuarentena coja, porque no toma en cuenta que la gente se enfrenta a una disyuntiva: cumplir la cuarentena sufriendo de hambre o salir de casa en busca de alimentos, y porque se lleva a cabo con abuso de poder por parte de la policía y las fuerzas armadas, y; v) las medidas de ayuda en dinero son inefectivas, porque, por un lado, se hacen a destiempo (Añez promete hasta seis veces las ayudas, retrasando la medida por lo menos dos semanas) y, por otro, las ayudas monetarias, en un contexto de escasez de productos, tendrán un efecto mayor sobre los precios, aumentándolos (especulación), que sobre el consumo de las familias; por lo tanto, los subsidios de Añez no ayudarán de forma significativa a las familias para disminuir su hambre.

2. Añez y la subutilización de los recursos del Estado en el campo de la salud.

Cuando Añez dice “recibimos un sistema de salud muy descuidado y con muchas fallas” (mensaje del 15 de marzo) [3], ella se está alejando de la verdad. De hecho, el sistema de salud entre 2006 y 2019 ha mejorado sustancialmente, pero Añez no lo reconoce; lo cierto es que el gobierno de “transición” no utiliza los recursos que dispone para enfrentar al coronavirus. Veamos los datos.

  • Hospitales construidos

Cuando Morales llega al poder, en 2006, el gasto que el Estado destinaba a la sanidad, representaba 2,8% del PIB, para el año 2016, el gasto se había incrementado al 4,5% del PIB (véase Banco Mundial). Este incremento de recursos se expresa de manera contundente en el aumento del número de establecimientos sanitarios del sector público, pues entre 2006 y agosto de 2019 el Estado construyó más de 1062 hospitales, distribuidos en todos los departamentos, de los cuales 1030 son hospitales de primer nivel; 18 de segundo nivel y 8 de tercer nivel (véase Dirección general de planificación, Ministerio de Salud, Bolivia).

Añadido a lo anterior, antes de octubre de 2019, el Estado, dentro del Plan de Salud 2016-2020, estaba en miras de terminar de ejecutar 54 proyectos hospitalarios más. (véase DGP/AISEM, Ministerio de Salud, Bolivia). Un gran número de ellos iban a terminar de entregarse a lo largo del año 2020. De hecho, de esos 54 proyectos, hasta septiembre del año pasado, se entregaron los hospitales de Capinota (noviembre de 2016)[4], Oruro (mayo 2017)[5], Riberalta (enero de 2018)[6], Sacaba (septiembre de 2018)[7], Punata (octubre de 2018)[8] y Entre Ríos (septiembre de 2019)[9]. Otros varios hospitales están esperando a ser equipados para funcionar: hospitales de Achacachi, San Buenaventura, El Alto Sur, Potosí, Llallagua, Ocuri y Colcha K. (véase DGP/AISEM, Ministerio de Salud, Bolivia).

Por otro lado, entre 2005 y 2019 se compraron más de 1500 ambulancias (antes solo habían 500) y 5 aeronaves ambulancia (véase el Programa centro coordinador de emergencia en salud nacional).

  • Experiencia en el manejo de enfermedades infecciosas

La experiencia del sistema público de salud boliviano con respecto a las enfermedades infecciosas, nos arrojan los siguientes datos: en los últimos 10 años, con relación a las enfermedades del dengue y chagas, se hicieron más de 150 mil pruebas gratuitas para su detección, se evaluaron 3,7 millones de viviendas, y de ellas se desinfectaron más de 500 mil; además, se examinaron 2,8 millones de personas y se proporcionaron 10,4 millones de comprimidos de medicamento.

Con la tuberculosis, se examinaron a 1,2 millones de personas con síntomas respiratorios, se hicieron 577 mil tratamientos a pacientes con tuberculosis resistente y más de 111 mil a pacientes con tuberculosis sensible (véase Programas nacionales de dengue, tuberculosis y malaria, Ministerio de Salud, Bolivia).

  • Aumento de la plantilla de médicos y personal sanitario

Entre 2006 y 2019 se crearon alrededor de 21 mil puestos de trabajo en la sanidad pública.  Para el Sistema Universal de Salud (SUS), desde febrero de 2019, se crearon 239 puestos para médicos especialistas, 477 para enfermeras y 173 para bioquímicos y farmacéuticos.

Por otro lado, la ayuda internacional de la brigada médica cubana realizó 71,7 millones de consultas gratuitas, salvó 115 mil vidas, asistió a 60 mil partos, hizo 7,1 millones exámenes de laboratorio y 265 mil operaciones de cirugía (véase Programa nacional de fortalecimiento – Ministerio de Salud, Bolivia).

Los datos mostrados en los párrafos precedentes muestran con nitidez que el gobierno de transición contaba con los recursos de infraestructura y personal sanitario para enfrentar la pandemia del coronavirus, pero, lamentablemente, no los ha estado utilizando. En esa línea, el gobierno interino pudo haber tomado varias acciones importantes. Por ejemplo, en el Hospital Alto Sur de la ciudad de El Alto podía habilitar por lo menos 200 camas, para aislar a personas enfermas con coronavirus (véase declaración del gobernador Patzi, 24 de marzo, periódico Página 7). También el gobierno tenía la posibilidad de capacitar a la plantilla de médicos y enfermeras para la pandemia (véase la declaración del médico boliviano Ayquipa: “Lamentablemente no hay condiciones. Somos personal de salud que no tenemos capacitación. Lo primero que pedimos es que nos capaciten.” (17 de marzo, periódico La República). Adicionalmente, pudo haber gestionado la contratación de más médicos para hacer frente a la emergencia (léase la afirmación del médico boliviano director de SIRMES Fernando Romero: “Estamos rogando, nuevamente, a la presidenta que dé vía libre a que intensivistas, cirujanos, neurólogos, pediatras que están ya listos para entrar a trabajar, pueden hacerlo en forma inmediata y está en manos del ministro y la presidenta viabilizar esto” (24 de marzo, periódico Eju!). Además, el gobierno debía suministrar material y equipo a los médicos, pero tampoco lo hizo (el mismo médico Fernando Romero imploraba a la presidenta Añez: “presidenta Añez, le hemos rogado el día sábado, nos dio mucha pena haberlo hecho así, pero le volvemos a rogar hoy día, no necesitamos palabras bonitas, no necesitamos que por televisión se vea muy bien la presentación que usted hace, ¡necesitamos en el hospital hoy día ahora, batas guantes barbijos lentes por amor de dios aquí ahora, hoy día! Ya hay casos positivos en los pueblos, en Copacabana, en los pueblos adyacentes con seguridad que también hay casos positivos” (25 de marzo, véase vídeo de Bolivia HD)[10].

La expulsión de los médicos cubanos ha sido otro evento infortunado, que ha debilitado el sistema de salud boliviano para enfrentar al coronavirus. No es entendible que Bolivia esté prescindiendo de esa ayuda cuando Estados desarrollados como Italia y Andorra la han aceptado (véase agencia de noticias EFE, 23 de marzo de 2020), y cuando China está utilizando el conocimiento farmacéutico de la isla (véase la utilización de Interferón alfa 2B en China).

  1. Añez no ha preparado Bolivia para enfrentar al coronavirus: No se ha dotado a los hospitales de material, equipo, ni de los reactivos necesarios para la detección del coronavirus.

El 12 de marzo (12:11h), Añez dice sobre el coronavirus: “es una batalla que veníamos preparando desde hace dos meses”.[11] Ordena la suspensión de las clases en todos los niveles educativos, suspende los vuelos con Europa desde el 14 de marzo. Indica que ha ordenado habilitar en Santa Cruz y progresivamente en todas las ciudades capitales, más El Alto, la infraestructura pública para la atención exclusiva de todos los casos confirmados de coronavirus.

Cuando Añez dice que se ha venido preparando al país para el coronavirus desde hace dos meses (esto lo repetirá en sus discursos del 15 y del 17 de marzo), no se da cuenta que los hechos la descubren y desmienten. Veamos: a mediados de enero (dos meses atrás), Añez, en su discurso del 22 de enero[12], que duró casi 35 minutos, no menciona ninguna palabra con referencia al coronavirus. Eso sí, dice que se encomendó a Dios y oró de rodillas. Atacó al gobierno de Evo Morales y habló de los médicos cubanos. Y pidió perdón a sus hijos por no acompañarlos.  Casi una semana antes, el 16 de enero[13], en la sede del Servicio Departamental de Salud de Tarija, habló de temas de salud y presupuesto, pero en ningún momento alude el coronavirus; habló de entrega de equipos, pero nunca mencionó respiradores, mascarillas ni test para el coronavirus. El 25 de enero[14], desde un hotel en La Paz, con un semblante de alegría no dice nada del coronavirus, pero sí anuncia su candidatura para las elecciones de mayo.

Así, Añez, por más que se esfuerce en hacer creer a la población que ya preparaba al país para enfrentar al coronavirus, lo cierto es que se aleja de la verdad, porque ella, dos meses antes de la llegada de la pandemia a Bolivia, estaba especialmente dedicada a los temas de su candidatura para las elecciones de mayo; no preparó al país en la habilitación de la infraestructura hospitalaria, en la compra de  equipos (respiradores), en la adquisición masiva de material de protección para el personal sanitario, y sobre todo en la compra de los reactivos necesarios para la realización de los test para la detección del coronavirus.

Un ejemplo de la escasa preparación y anticipación del gobierno de transición para enfrentar la pandemia, lo encontramos en la declaración del ministro de salud Aníbal Cruz, quien el 11 de febrero avisaba a la prensa: “desde este martes iniciarán las pruebas en el país, en un laboratorio ubicado en la ciudad de Santa Cruz”, “aseguró que ya se cuenta con una profesional capacitada para realizar estas pruebas” (véase el periódico La Opinión, 11, de febrero de 2020)[15]. Aquí surgen interrogantes de grandes dimensiones: ¿Un solo laboratorio y un solo técnico de laboratorio para una pandemia de tal magnitud? ¿Por qué no se capacitó a un amplio número de técnicos y por qué no se habilitaron más laboratorios, en Santa Cruz, La Paz, Cochabamba y el Alto para realizar los test clínicos? ¿Por qué no se compraron más reactivos para los test?

Tuvo que pasar más de 42 días, desde aquel 11 de febrero, para que el gobierno autorice a dos laboratorios más a realizar los test (véase la declaración del ministro Cruz, 25 de marzo, Bolivia TV oficial)[16]. Tuvo que transcurrir más de 50 días, para que el PNUD done equipos de laboratorio. (véase ATB digital, 2 de abril de 2020)[17]. En cuanto al número de reactivos, el propio ministro de salud, indicaba, a principios de abril, que el país contaba con 2500. Esta cifra sorprende, especialmente si la comparamos con los 200 mil test rápidos y un millón de reactivos que Argentina va adquiriendo para su lucha contra el coronavirus (véase infobae, 2 de abril de 2020).

  1. Añez no cierra las fronteras oportunamente: el coronavirus ingresa a Bolivia a puertas abiertas

El coronavirus llegó a Bolivia el 10 de marzo de 2020, cuando se detectó que dos ciudadanas bolivianas procedentes de Estados Unidos y de Italia, respectivamente, daban positivo al test de laboratorio clínico. La presidente del gobierno de facto, Añez, desde aquella fecha, dio por lo menos 9 mensajes a través de la televisión. En uno de ellos (17 de marzo) anuncia el cierre de fronteras a partir del 20 de marzo y la suspensión de vuelos internacionales a partir del día 21. Lo que quiere decir que Añez esperó entre diez y once días para cerrar completamente las fronteras del país, exponiendo así más a la población al contagio; en efecto, entre el 10 y 20 de marzo el número de infectados de coronavirus aumentó de 2 a 19.

  1. Aplicación de una cuarentena coja: sin alimentos y con represión

En los nueve mensajes que Añez da, se veía que el gobierno iba cocinando paso a paso la aplicación de la cuarentena total de la ciudadanía. Una cuarentena que termina siendo coja, porque, por un lado, carece del abastecimiento de alimentos a la población; y por otro, porque se da en un marco de represión y abuso de autoridad por parte de la policía y de la fuerza militar boliviana.

  • Llega la cuarentena, pero no llega la comida

El 15 de marzo (20:54h), cuando ya había 15 casos de coronavirus, Añez amplia la restricción de acceso a Bolivia de viajeros procedentes del espacio Schengen e Irán, pero no de Estados Unidos; ordena que el sector público y privado trabaje en horario continuo; se queja: “recibimos un sistema de salud muy descuidado y con muchas fallas”. Y promete por primera vez ayudar a las familias: “vamos a ayudar a las familias que más lo necesitan”. [18] El 17 de marzo (14:25h) Añez habla de hacer sacrificios, dice: “me duele poner medidas tan fuertes”; habla de destrozos: “vamos a recoger entre todos… los destrozos para comenzar de nuevo, pero hasta ese día… ninguna lágrima demás, ninguna debilidad”. [19]Las medidas que anuncia son: el cierre de todas las fronteras del país a partir del 20 de marzo, la suspensión de todos los vuelos internacionales desde el 21 de marzo, reducción de la jornada laboral hasta las 13:00h, la restricción en la apertura de los mercados y centros de abastecimiento, que permanecerán abiertos solo hasta las 15:00h. También, Añez ordena la restricción al transporte público interior, aunque es más flexible con la circulación de vehículos privados, pues a éstos les permite moverse entre las 5 de la mañana y 6 de la tarde. Promete por segunda vez la ayuda: “mañana anunciaré una serie de ayudas económicas para las familias”. El 21 de marzo (11:24h), anuncia que desde el 22 de marzo rige la cuarentena total en todo el país. Restringe más la apertura de los mercados, que pueden estar abiertos solo hasta las 12 del mediodía. Suspende el transporte público y privado. Habla de pánico: “el primer enemigo es el virus el segundo enemigo es el pánico”. Promete por tercera vez ayudar a las familias: “en los siguientes días iremos activando varias ayudas para las familias”.[20] En los mensajes del 23 de marzo (13:00h)[21] y del 24 de marzo[22] no anuncia ninguna medida para luchar contra el coronavirus, solo invoca a dios en sus discursos.

El 25 de marzo (19:00h), Añez, declara el estado de emergencia sanitaria a partir del 26 de marzo. Nuevamente habla de cierre total de fronteras, suspende totalmente la circulación de vehículos. Restringe la salida de las personas a solo una vez por semana, en función del número de carnet de identidad. Anuncia multas de 1000 bolivianos y cárcel por incumplir la cuarentena. Habla de dureza y de su corazón: “más allá de la firmeza y de las decisiones duras, les confieso también que mi corazón me dice que debo…estar del lado de los bolivianos”. Por cuarta vez promete ayudar: “anuncio que hemos ordenado repartir una canasta familiar gratuita”.[23] Además, siempre para el futuro, dice que ayudará con el pago de luz a las facturas de menos de 120 bolivianos y el 50% de las facturas de agua.

El 30 de marzo (13:40h), Añez, promete por quinta vez la ayuda a las familias: “en los siguientes días estaremos entregando el bono familia y la canasta familiar”. Promete las rebajas en el pago de luz y de agua, la rebaja de impuestos y la suspensión en el pago de créditos. Dice sobre los equipos médicos: “impulsamos… la compra rápida de equipos y nueva tecnología contra el virus”, “compramos grandes cantidades de equipamiento para proteger al personal que trabaja en hospitales y otros centros médicos[24].

Añez se equivoca otra vez, porque, una vez que el virus está dentro de Bolivia, tarda 10 días en cocinar la cuarentena total, desde el 12 de marzo (cuando suspende las clases) hasta al 22 de marzo (cuando declara la cuarentena total), permitiendo, que el número de infectados del coronavirus haya aumentado en 24 casos en esos días. En España, por ejemplo, solo transcurrió un día entre el cierre de escuelas y la declaración del estado de emergencia, que implicaba la cuarentena nacional (véase el periódico El Mundo, 13-3-20). Añez también yerra, y de manera abismal, cuando dilata en el tiempo la promesa de la ayuda a las familias. Entre el 12 y 30 de marzo, promete, hasta cinco veces, ayudas económicas (prometerá hasta seis veces), pero sin cumplirlas, generando expectativas que distorsionan las decisiones consumo presente-futuro de los hogares y sobre todo provocando descontento, pánico y hambre en la población. De hecho, la ayuda no comienza a pagarse después de 22 días de haberla anunciado (Añez comienza con las promesas el 12 de marzo y comienza a pagar la ayuda 3 de abril). Corolario: Añez aplica una cuarentena sin comida.

  • Una gran parte de la población boliviana vive al día.

Pero ¿por qué es imprescindible, en Bolivia, dotar de alimentos a las familias en una situación de cuarentena? La respuesta tiene que ver con dos elementos, que al parecer el gobierno de facto no los ha tomado en cuenta. Por un lado, la mayor parte de las empresas registradas en la economía son unipersonales: 80% (véase informe de Fundempresa, “Estadísticas de registro de comercio de Bolivia”, marzo de 2018), y por otro, aún hay un porcentaje considerable de actividad económica informal: se estima que en 2015 era del 46%, cifra menor a la estimada para 2006 (65,6%) (véase el trabajo del FMI, “Shadow Economies Around the World: What Did We Learn Over the Last 20 Years?” de Medina y Schneider, enero de 2018). Estos dos elementos indican que una gran parte de la población no es asalariada, y vive con una economía que tiene un ciclo de negocio “de un día”, para la cual, una pausa de la actividad diaria supone la pérdida de gran parte de sus ingresos y por lo tanto un freno en el consumo diario de alimentos: hambre.

Bajo aquel contexto (promesas sin cumplir y un porcentaje elevado de población que vive al día), no es de extrañar que la población esté rompiendo la cuarentena en diferentes partes del país.

  • Cuarentena con represión de la policía y las fuerzas armadas

En cuanto a la dureza en el cumplimiento de la cuarentena definida por Añez, Murillo, su ministro de gobierno, el 24 de marzo decía de forma taxativa y amenazante : “las fuerzas armadas tienen y la policía nacional la orden de usar la fuerza necesaria…este es un tema (que) se acata, se obedece, punto”,la persona que… se escapa de un lugar de cuarentena  irá a la cárcel… pediremos 10 años de cárcel”,  “no sean sinvergüenzas… si el señor del SEDES hace política lo voy a “hacer” meter preso… el que venga a jugar conmigo… lo voy a meter preso… la presidenta me ha dado orden de meter preso hasta el ministro que no trabaja[25]. Añez no corrige los exabruptos de su ministro.

Bajo el paraguas de Añez y de su ministro de gobierno, con la consigna de hacer cumplir la cuarentena, la policía y las fuerzas armadas incurren en una serie de acciones represivas contra la población.

Desde la declaración de la cuarentena total, vecinos han denunciado clausuras, de parte de la policía, de locales de abasto en horarios permitidos; un ejemplo claro es aquel ocurrido en San Borja [26],[27]. Se ha visto agresiones brutales de los militares a la ciudadanía (véase la sufrida por un joven en el occidente del país)[28]. O las agresiones de un grupo de policías a un conductor de coche y a su acompañante[29]. O aquella donde a un joven se le obliga a andar haciendo sentadillas (a la rana)[30]. También se ha conocido de castigos militares, que obligan a la población a realizar ejercicios físicos y a gritar “no debo salir de casa[31],[32]. Ciudadanos han denunciado arrestos en celdas policiales por causas tales como abastecerse de alimentos o el no llevar barbijos[33]. Hasta la fecha de hoy, no se sabe con exactitud el número de arrestos que la policía ha hecho, pero se estima que pueden ser miles; al respecto, el periódico El Deber de Santa Cruz reportaba 591 arrestos el 24 de marzo[34]; la Defensoría del pueblo, por su parte, indica que el 1 de abril el número de arrestados es 549 -sin contar con Cochabamba-[35]. Adicionalmente, la delegación de la Defensoría del pueblo en Riberalta ha denunciado la desaparición de arrestados (se trata de mototaxistas)[36].

  • Se rompe la cuarentena por la falta de alimentos

La falta de alimentos y el hambre ha ocasionado que se rompa la cuarentena en varias partes del país. En el oriente boliviano, por ejemplo, un ciudadano, en representación de un grupo masivo de gente, decía al ministro de defensa Luis Fernando López (éste fue censurado por la Asamblea Legislativa): “¿los 14 días, qué vamos a comer en este pueblo?”, “¿qué vamos a comer?”, ”yo quisiera saber si la presidenta viene aquí a darnos una respuesta ¿qué le va dar a la familia que vivimos día a día?”, “nosotros vamos a morir (antes) que del coronavirus de hambre”, “entiéndanos, ustedes tienen un sueldo seguro[37].  Los mototaxistas en Beni, pedían trabajo y comida al gobierno: “que nos dejen trabajar por lo menos medio día, ustedes saben que nosotros vivimos del día”. Una madre de familia imploraba: “nosotros como madres de familia… nosotros no tenemos que comer… nuestros hijos todos los días nos piden pan[38]. En Riberalta, la ciudadanía rompe la cuarentena, reclamando que tienen hambre, enfrentándose a la policía y al ejército[39]. La población del distrito 15 de Cochabamba sale en una manifestación gritando: “tenemos hambre, tenemos hambre[40]. En Santa Cruz, la gente rompe la cuarentena, protestando porque no tienen que comer. Gritan: “queremos víveres”, “tenemos hambre[41]. En La Paz, una madre taxista llorando, narra que no le han pagado en dos semanas: “cada día se va terminando la comida… como mamá, no sé ¿qué es lo que vas a dar para que coma el hijo? ¿Qué es lo que haces? Dejas de comer[42].

De los anteriores hechos se deriva que en Bolivia no se puede dictar una cuarentena estricta sin dotar a la población de víveres y comida.

  1. Las medidas de ayuda que aplica el gobierno son inefectivas

  • Llega la ayuda a las familias (en dinero) después de seis promesas incumplidas y de 17 días de espera

Añez comienza con la promesa de las ayudas el 15 de marzo; el 25 de marzo, por primera vez, habla de la canasta familiar.  El 31 de marzo, Añez promete por sexta vezeste viernes 3 de abril…comenzaremos a pagar en dinero efectivo, la canasta familiar que prometimos[43]. La canasta se dirige solo a las personas que cobran la renta dignidad pero que no tienen renta de jubilación, el bono Juana Azurduy y a las personas con discapacidad. El cobro será de forma presencial en los bancos. También promete la rebaja en los pagos de luz, agua y gas domiciliario, además de la postergación del pago de impuestos y de los créditos. Promete también entregar otro bono en la segunda semana del mes de abril, dirigido a las familias que cuenten con hijos en el ciclo inicial y primaria de las escuelas fiscales.

Es curioso observar que la idea original de la cesta de bienes proviene del ex ministro de Economía Arce Catacora, quien entre el 22 y 24 de marzo hablaba de solidaridad y de la creación de una canasta solidaria de alimentos entregada por las Fuerzas Armadas a todas las familias que no tienen ingresos fijos y que viven al día. Además, Arce proponía prohibir los despidos de los trabajadores que tienen que quedarse en casa para cumplir la cuarentena, que el Estado se haga cargo del pago de los alquileres de las personas que viven de lo que ganan al día, la formación de brigadas solidarias que ayuden a los adultos mayores, el pago de rentas y bonos a domicilio, y habilitar comedores y albergues para las personas que viven en la calle (véase periódico Página siete, 24 de marzo, de 2020)

Por fin, el gobierno de Añez comienza con el pago de las ayudas en efectivo el 3 de abril, pero con un desfase de por lo menos 19 días con respecto al día que hace la promesa por primera vez (15 de marzo) y de por lo menos 12 días con respecto al inicio de la cuarentena (22 de marzo). Este rezago es mayor para las personas con carnet terminado en 1 y 2:15 días; y para las personas cuyo carnet termina en 7 y 8: 19 días. De esa manera, la entrega de la canasta familiar, es extemporánea e inoportuna en el tiempo: cuando llega la ayuda, las familias están más debilitadas, desorientadas, desanimadas y con mucha hambre acumulada. 

  • La financiación de la canasta familiar y del bono familia supone un gasto de 1.715.000.000 millones de Bs, que se traduce en una ayuda de dos dólares diarios por persona, para una cuarentena de un mes.

El subsidio de la canasta familiar de 400 Bs se dirige a 1.109.620 personas, que se desagrega de la siguiente forma:

  • Personas que cobran la renta dignidad (1.061.287) pero que no cobran otra renta (243.235), es decir 1.061.287-243.235=818.052 personas.
  • Personas que reciben el bono Juana Azurduy, 241.613 personas.
  • Personas con discapacidad, 49.955 personas.

(Los datos se han calculado a partir de información del Presupuesto General de la Nación, Bolivia, 2019 y del Ministerio de Salud y Deportes).

El subsidio del bono familia de 500 Bs se dirige a 2.541.698 estudiantes del sector fiscal, que se distribuyen de la siguiente manera:

  • Estudiantes del ciclo inicial: 304.060 personas.
  • Estudiantes del ciclo primario: 1.229.040 personas.
  • Estudiantes del ciclo secundario: 1.008.598 personas.

(Los datos provienen de INE-Bolivia)

En total, las personas que cobrarán estos subsidios son 3.651.318, que representa un 32% de la población (de 11,5 millones de habitantes), la cual se caracteriza por no pertenecer a la población económicamente activa, porque se trata de jubilados, amas de casa, personas con capacidades especiales y estudiantes. Así, quedan excluidos de los bonos más de 67% de la población, entre los cuales se encuentran los trabajadores, los desempleados y los empresarios unipersonales.

En total el Estado gastará 1.715 millones de Bs por los subsidios: 444 millones de Bs por la canasta familiar (1.109.620personas*400 Bs=443,8 millones de Bs) y 1.271 millones de Bs por el bono familia (2.541.698personas*500 Bs=1.270,8 millones de Bs). Si se divide los 1.715 millones de Bs por las 3.651.318 personas, que recibirán el dinero, se obtiene que cada una de ellas recibe, en promedio, 470 Bs para el tiempo que dure la cuarentena (1.715.000.000/3.651.318=469,7 Bs). Si la cuarentena dura un mes, como parece que va a ser (o incluso más), los 470 Bs significan 15,7 Bs por día (469,7/30=15,7), que son un poco más de 2 dólares al día. Aquí surgen las preguntas ¿Realmente es razonable disponer de 1715 millones de Bs para que una persona reciba solo 2 dólares para su consumo diario? ¿Por qué no se utilizan esos 1715 millones de Bs. para entregar la canasta familiar en especie o en productos? ¿Esa gran cantidad de dinero inyectada a la economía tendrá efectos sobre el consumo o sobre los precios?

  • Los 1.715 millones de Bs de subsidio tendrán un efecto sobre los precios de los artículos de primera necesidad

A septiembre de 2019, la producción agregada de Bolivia crecía a una tasa cercana al 3%; por los efectos del golpe de Estado, a diciembre de 2019 la economía finalmente crece al 2,2%. Esto significa que el golpe ha ocasionado una pérdida de crecimiento de casi 1 punto porcentual.

El golpe del coronavirus en Bolivia también hará perder crecimiento en la economía, porque, por un lado, tendrá un efecto negativo sobre el consumo, inversión y exportaciones; y por otro, provocará caídas en los niveles de producción de las empresas, especialmente aquellas dedicadas, al comercio, transporte y alimentación, provocando una situación de escasez. Ante este panorama, la inyección de dinero por parte de Añez, que se ha calculado en torno a los 1715 millones de Bs, apenas podrá compensar la pérdida de demanda y de actividad económica. Y como la caída de la producción de alimentos ocasionará escasez es muy probable que el efecto de las ayudas que hace el gobierno se traslade a incrementar los precios, especialmente de los bienes básicos, como alimentos y artículos de primera necesidad, con una leve repercusión sobre el consumo de las familias.

  1. Conclusiones, salidas y perspectivas

La pandemia mundial del coronavirus llegó a Bolivia el 10 de marzo, a día de hoy, el número de contagiados descubiertos aumentó a 330 (esto es solo la punta del iceberg). Desde un principio, la gestión del coronavirus de parte del “gobierno de transición”, ha adolecido de muchos errores: el gobierno ha subutilizado la infraestructura existente, especialmente los hospitales -hay más de 1000 centros nuevos, de los cuales alrededor de 30 son hospitales de segundo y de tercer nivel-; el gobierno no ha dotado al país, de manera oportuna, equipos, material de protección y reactivos para los test de detección del coronavirus; tampoco ha cerrado las fronteras a tiempo; ha aplicado una cuarentena coja, sin tomar en cuenta que la gente se enfrenta a una situación de necesidades alimentarias urgentes y porque la lleva a cabo reprimiendo a la población; las ayudas económicas a las familias no han sido hechas a tiempo, y no se ha calibrado que la erogación de más de 1715 millones de Bs (que representa una ayuda de 2 dólares al día por persona) tendrá una elevada repercusión sobre los precios y en menor medida sobre el consumo. Aquí también conviene decir que esas ayudas han excluido a más del 67% de la población.

Ante esa batería de errores cometidos por el gobierno de Añez, no se espera que la situación mejore, porque hay tres elementos que están empeorando: i) el hambre de la población está creciendo; ii) el número de contagios va en ascenso y, iii) los recursos, tanto monetarios como físicos, se están agotando (el banco central de Bolivia ha dado un crédito al gobierno de 1000 millones de dólares para el coronavirus y ha otorgado otro de 500 millones de dólares al sistema bancario, todo este dinero proviene de las reservas internacionales acumuladas durante los últimos 13 años[44]).

Si no se reconducen las políticas aplicadas por parte del gobierno, es muy probable que en las siguientes semanas tengamos malas noticias. Conviene, por tanto, encontrar una salida, tomando medidas urgentes, que deberían ser de tres tipos: medidas de salud, medidas políticas y medidas económicas.

En cuanto a las medidas de salud, éstas deberían enfocarse rápidamente en habilitar y equipar los hospitales construidos en los últimos años, en la adquisición de respiradores, equipos de protección para el personal sanitario, y en la compra de grandes cantidades de reactivos de laboratorio para hacer test masivos de coronavirus a la población.

Las medidas políticas exigen que la Asamblea del Estado Plurinacional de Bolivia se reúna y analice la Ley 1270 excepcional de prórroga de mandato, para ver cuándo caduca su cumplimiento. Además, es insoslayable que la Asamblea controle y evalúe la labor que vienen desempeñando la “presidente de transición” y sus ministros, y que considere y decida sobre el cambio de los actores del poder ejecutivo.

Con referencia a las medidas económicas, la más urgente debería concentrarse en la distribución a todas las familias de cestas de alimentos (en especie); la policía y las fuerzas armadas deberían servir para repartirlas, pues cuentan entre una y otras con más de 100 mil efectivos (serían de mayor utilidad que reprimiendo y arrestando). Es necesario también que se pongan en cuarentena los pagos de los alquileres, recibos de luz, agua y gas de las personas con rentas bajas. Es inaplazable que se suspendan los pagos de las deudas de las empresas unipersonales (que representan el 80% del parque empresarial del país), las deudas se pueden dejar para el final de la operación. Para garantizar la oferta de alimentos, el gobierno debería coordinar con los productores, sean agricultores o empresarios medianos y grandes, para definir cantidades y precios.

Cuando la pandemia del coronavirus y los efectos del golpe de Estado de octubre dejen Bolivia, la población y la economía saldrán muy golpeadas. La reconstrucción del país será otro capítulo en la historia de Bolivia, donde quedará claro por los datos que se ven en la realidad, que Añez y su gobierno no serán actores de esa reconstrucción.

Notas

[1] Fernando Torrejón, “Cómo deja Evo Morales la economía boliviana”, 13 de noviembre de 2019, Bolpress.com. https://www.bolpress.com/2019/11/13/como-deja-evo-morales-la-economia-boliviana/

[2] Fernando Torrejón, “Lecciones de economía boliviana: El golpe de Estado de octubre”, 17 de febrero de 2020, Bolpress.com. https://www.bolpress.com/2020/02/17/lecciones-de-economia-boliviana-el-golpe-de-estado-de-octubre/

[3] https://www.youtube.com/watch?v=0e8sJ_4pnIA

[4] https://www.minsalud.gob.bo/1857-presidente-morales-entrego-hospital-de-segundo-nivel-en-capinota

[5] http://lapatriaenlinea.com/?nota=289710

[6] https://www.comunicacion.gob.bo/?q=20180106/24629

[7] https://www.opinion.com.bo/articulo/cochabamba/evo-entrega-hospital-segundo-nivel-ldquo-solomon-klein-rdquo-sacaba/20180913125300626112.amp.html

[8] https://www.minsalud.gob.bo/3525-entrega-hospital-punata

[9] http://aisem.gob.bo/presidente-evo-morales-hace-entrega-del-hospital-de-segundo-nivel-y-equipamiento-medico-en-entre-rios-cochabamba/

[10]  https://www.youtube.com/watch?v=S4Y7WRCUr0c,

[11] https://www.youtube.com/watch?v=ufPDM1slg6U&t=388s

[12] https://www.youtube.com/watch?v=yi7dAAGTQHg

[13] https://www.youtube.com/watch?v=1j3nScakc8c

[14] https://www.youtube.com/watch?v=6_EpQunzOks

[15] https://www.opinion.com.bo/articulo/pais/ministro-salud-informa-llegaron-reactivos-detectar-coronavirus/20200211003810750604.html

[16] https://www.youtube.com/watch?v=HgBsHH30lxg

[17] https://www.atb.com.bo/sociedad/pnud-dona-bolivia-equipos-para-la-detecci%C3%B3n-inmediata-de-casos-de-covid-19

[18] https://www.youtube.com/watch?v=0e8sJ_4pnIA

[19] https://www.youtube.com/watch?v=32rZPQyoin0&t=28s

[20] https://www.youtube.com/watch?v=H9ATdCNsUWU&t=72s

[21] https://www.youtube.com/watch?v=JSpM5wx1KQI

[22] https://www.youtube.com/watch?v=c6LWpabfuCw

[23] https://www.youtube.com/watch?v=Ou_LJ6nOchY&t=28s

[24] https://www.youtube.com/watch?v=1z9AR38WbrA

[25] https://www.youtube.com/watch?v=AOJBYKeY87A&t=2s

[26] https://www.youtube.com/watch?v=4aVYH2FDPc8

[27] https://www.youtube.com/watch?v=vTOnSem5FXs

[28] https://www.youtube.com/watch?v=2x4xBXciMA8

[29] https://www.youtube.com/watch?v=0m9K2bJTZA8

[30] https://www.youtube.com/watch?v=_b3GmYEslmQ

[31] https://www.youtube.com/watch?v=IPOl5IkhEkI

[32] https://www.youtube.com/watch?v=dBV2oqWVL2Q

[33] https://www.youtube.com/watch?v=a2qugvm9xLQ

[34] https://eldeber.com.bo/170459_coronavirus-en-bolivia-591-personas-son-arrestadas-por-oponerse-a-acatar-la-cuarentena-mientras-en-e

[35]  https://www.defensoria.gob.bo/

[36] https://www.youtube.com/watch?v=bMIWTbzvj-Q

[37] https://www.youtube.com/watch?v=8jmI_-0Q7hM

[38] https://www.youtube.com/watch?v=WbQ7CVXMP7M

[39] https://www.youtube.com/watch?v=-jgOJRH-SfU

[40] https://www.youtube.com/watch?v=0t2xYjOHtqo

[41] https://www.youtube.com/watch?v=IHBRSHPq9Lw

[42] https://www.youtube.com/watch?v=oKDjp6EJQpI

[43] https://www.youtube.com/watch?v=6nq4O4avgQI

[44] https://www.infobae.com/america/agencias/2020/03/27/banco-central-de-bolivia-da-credito-de-usd-1000-millones-al-gobierno-por-coronavirus/

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