¿Cómo deja Evo Morales la economía boliviana?

Fernando E. Torrejón Flores

¿Es importante el desempeño económico de un país? ¿Es imprescindible el buen funcionamiento de la economía para que la sociedad se desarrolle? ¿Una buena economía es una condición necesaria para reducir la pobreza y para mejorar los niveles de vida de la gente? ¿La felicidad de un pueblo aumenta cuando los niveles de vida material de un país mejoran? Las respuestas parecen obvias, y en todos los casos es SÍ. La economía es la base, es la estructura material de desarrollo de una sociedad. Una buena economía es una condición necesaria para que las sociedades sean felices y una buena distribución de la renta y riqueza es la condición suficiente para que el grado de bienestar genere condiciones dignas de vida.

¿Qué ha pasado con la economía boliviana en estos últimos catorce años de su historia? ¿La gente se ha beneficiado del buen funcionamiento de la economía? ¿Es responsabilidad de los ciudadanos cuidar la economía que tenemos?

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En los últimos catorce años los niveles de vida material de Bolivia han mejorado notablemente, hay un indicador clave que sostiene esta afirmación, éste es el PIB per cápita (ingreso medio por habitante). El PIB por habitante ha aumentado entre 2005 y 2018, pasando de 1.034 a 3.549 dólares (datos del Banco Mundial). Esto significa un incremento de más del 243% (véase el gráfico 1), que es muy superior a la subida del PIB per cápita de la economía sudamericana (sin Venezuela), que solo aumentó en 153%.

Gráfico 1. PIB per cápita de Bolivia (Miles de dólares)

Fuente: Banco Mundial.

El aumento del PIB por habitante ha ido acompañado de la disminución de la desigualdad, que medida con un índice denominado de Gini, muestra que la equidad en la distribución de la renta (y riqueza) ha mejorado en los últimos 14 años. Como puede verse en el gráfico 2, el índice de Gini disminuyó de 58,5 a 44 -disminuye la desigualdad- lo que supone un descenso de 14,5 puntos para Bolivia; mientras que en Argentina, Brasil y Chile, este índice, que mide la desigualdad, solo disminuyó en 6,8, 3 y 1,6 puntos, respectivamente. De hecho, actualmente, hay más desigualdad en estos tres países que en Bolivia (Véanse datos del Banco Mundial).

Gráfico 2. Índice de Gini de Bolivia (valores bajos significan menor desigualdad)

Fuente: Banco Mundial.

La combinación de aumentos del PIB per cápita y de reducción de la desigualdad en Bolivia, ha contribuido a la diminución notable de los niveles de pobreza del país. En efecto, la pobreza extrema entre los años 2006 y 2017 ha disminuido de 31% a 16% (véanse datos de la CEPAL).

Además, indicadores macroeconómicos clave, como el crecimiento de los niveles de producción, tasa de desempleo, tasa de inflación y deuda externa han mostrado resultados notables. Si comparamos las cifras del desempeño de estas variables entre los periodos de antes de 2005 (1986-2005) y de después de ese año (2006-2018), se verá claramente que el comportamiento de la economía boliviana en el segundo periodo muestra datos sobresalientes. En el gráfico 3 se evidencia que el producto interior bruto, en el periodo 2006-2018, ha estado creciendo anualmente en promedio al 5%, mientras que en el periodo precedente solo lo hacía al 3,2%. La tasa de desempleo también mejora, pues en promedio disminuye en 2 puntos porcentuales. La tasa de inflación se ha mantenido controlada en todo el periodo 2006-2018, y si no hubiera ocurrido los aumentos de los precios de los años 2008 y 2011, fruto de shocks exógenos, el promedio de ésta hubiera sido mucho menor (véase el artículo “Entendiendo la inflación boliviana” del periódico la Razón de 12/3/2011). Finalmente, la deuda externa se ha reducido de una manera destacada, pasando del 75,2% del PIB (periodo 1986-2005) al 32,9% del PIB (periodo 2006-2018) (véase Gráfico 3).

Gráfico 3. Variables macroeconómicas relevantes de Bolivia (promedios anuales)

Fuente: elaboración propia en base a los datos de la CEPAL

El buen comportamiento de la economía boliviana en estos 14 últimos años, sin duda alguna ha beneficiado al país, y ha contribuido de forma determinante para que los niveles de vida dignos de los habitantes mejoren considerablemente. Esta afirmación se corrobora efectivamente con el aumento del Índice de Desarrollo Humano que calcula el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que muestra en sus cifras que Bolivia ha aumentado su IDH entre 2005 y 2017, de 0,62 a 0,69, lo que supone que por primera vez en su historia, Bolivia pueda pasar de ser un país de desarrollo medio bajo a ser uno de desarrollo medio alto, y más.

Los logros alcanzados en la economía boliviana en los años de presidencia de Morales, no son el resultado del azar ni de la suerte, sino de las habilidades en el manejo de las herramientas de política económica y de la voluntad política en la toma de decisiones. Evo Morales deja a Bolivia en las mejores condiciones económicas de su historia. Los datos lo corroboran. Esperemos que quienes vienen por delante la cuiden de la misma manera.

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