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La mediocridad MacLean

Miguel Clares

Hace unos días el Ex – Ministro de Hacienda Ronald MacLean se pronunció con respecto a la medida de devolución del préstamo ilegítimo del Fondo Monetario Internacional (FMI), alegando que dicho préstamo no se trataba de un crédito y que no requería aval de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), asimismo, se pronunció con respecto al estado del tipo de cambio.

Es recomendable que por salud mental se evite escuchar ciertos “análisis” de personas cuyo trayecto profesional se destaca por la mediocridad y la carencia de resultados favorables para las bolivianas y los bolivianos, independientemente de la temporalidad. En mi labor de analista económico me encuentro en la obligación de aclarar varios aspectos erróneos expresados por el Sr. MacLean.

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Empecemos con la equívoca aseveración sobre el préstamo del FMI; ¿era un crédito o no?, lo cierto es que el préstamo oneroso del FMI sí se trataba de un crédito, ya que este generaba amortizaciones de capital e intereses mediante una programación de pagos, e inclusive existía un período de gracia, ¿dónde se vio un “intercambio de divisas” que genere obligaciones de pago de capital e intereses? Quizás en “opinadorlandia”, país de donde vienen varios “analistas” que argumentan siempre los mismos errores.

Además, en abril de 2020 el FMI desembolsó los recursos con la definición de crédito, posteriormente el Ex – Ministro de facto José Luis Parada anunciaba la aprobación de un CRÉDITO del FMI por USD 327 millones, por lo que la frase “No hay peor ciego que el que no quiere ver” se acopla perfectamente con varios opinadores dentro y fuera del país.

Asimismo, MacLean asegura que el préstamo del FMI no debía pasar por la ALP, lo cual es erróneo ya que al tratarse de un crédito, sí era necesaria la aprobación de la ALP en el marco de la Constitución Política del Estado (CPE), aspecto que no solo se da en Bolivia, sino en varios países de la región, entre ellos Costa Rica que procedió con proyectos de ley en su respectiva Asamblea Legislativa para la aprobación del mismo crédito que fue concedido a Bolivia.

Por otro lado, MacLean menciona que se debe ir pensando en la modificación del tipo de cambio en Bolivia, ¿qué esperábamos de alguien que está de acuerdo con el crédito ilegítimo del FMI cuyas condiciones eran la modificación de la política cambiaria en el país?, una vez más es necesario aclarar que una modificación del tipo de cambio contraería efectos sumamente adversos en la economía boliviana.

Empecemos con el aspecto más conocido por los economistas, la condición Marshall – Lerner, la cual básicamente quiere decir que una devaluación del tipo de cambio sólo mejorará la balanza comercial si la suma de las elasticidades (grados de reacción) de las exportaciones e importaciones con respecto al tipo de cambio es mayor a la unidad. Caso contrario, una devaluación sólo tendrá un efecto negativo, ya que predominará el efecto encarecimiento de los bienes extranjeros, en ese sentido, según estimaciones propias las elasticidades en cuestión alcanzan un valor de 0,61 para las exportaciones y 0,27 para las importaciones, ambas en valor absoluto. ¿Qué quieren decir estos resultados?, que el grado de reacción o variabilidad será mínima (inelástica) en las exportaciones, generando un efecto contractivo o nulo en la balanza comercial.

Por otra parte, la teoría económica y empírica nos señala que una devaluación generaría el efecto pass through (efecto traspaso); que en palabras más sencillas para que las pocas neuronas en funcionamiento de MacLean entiendan quiere decir que una devaluación modificaría los patrones de consumo de los bolivianos, generando presiones inflacionarias y provocando cada vez mayores compras innecesarias y con ello la creación de un espiral inflacionario.

Por el lado bancario, una devaluación generaría lo que se conoce como riesgo cambiario y desestabilizaría la estructura del balance de los bancos ya que la mayor parte de estos se encuentra en moneda nacional; y así podría ir citando varios ejemplos donde una devaluación solo perjudicaría la reconstrucción y reactivación de la economía boliviana, rompiendo las falacias argumentativas de MacLean.

Finalmente, llamo a la reflexión y sugiero nuevamente que por salud mental es bueno evitar escuchar (y leer) a falsos analistas como MacLean quien como Ministro de Hacienda de un dictador en un contexto de crisis no hizo nada benévolo por el país y como Alcalde de La Paz prometió varias obras, entre ellas puentes que nunca se construyeron. Personas con mucha falta de moral y alta mediocridad como estas deberían jubilarse del “análisis” que pregonan, ya que solo generan incertidumbre en la población.

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