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El sonsonete del antiimperialismo y la candidatura de Evo Morales

Arturo D. Villanueva Imaña

Ya no despotrica, provoca, ni insulta en aquella repetida como totalmente vacía actitud cipaya que solo usaba por su efecto y rédito mediático y declarativo. Ahora expresa miedo y quiere “blindarse”; pero en realidad oculta sus verdaderas intenciones.

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Evo Morales decidió (por sí y ante sí), “blindarse” contra el imperialismo que supuestamente lo persigue “y no quiere verlo ni pintado” (a decir del abogado que lo apaña, Baltasar Garzón), y según se puede establecer de las notas periodísticas que trascendieron.

¿Dónde quedó aquello que también repetía incesantemente sobre “el que no debe nada, no tiene por qué escapar, ni ocultarse”?

Para “blindarse” actúa como patrón y mandamás, ordenando cumplir sus deseos e instrucciones a sus acólitos, representantes y lacayos. Todas las organizaciones masistas, dirigentes y su estructura partidaria deben cumplir y someterse a su designio. No importa su criterio y tampoco si ello acarrea consecuencias negativas o indeseables (sean estas electorales, políticas o para la propia sobrevivencia partidaria), habida cuenta del rechazo y resistencia que provoca (su imagen y su decisión) en gran parte de la población.

Bajo el argumento a todas luces inconsistente y falso de que el imperialismo lo persigue “y no quiere verlo ni pintado”, siendo que en más de 13 años de gobierno (cuando efectivamente tenía poder y pudo haber constituido algún tipo de riesgo para los intereses yanquis), NO le sucedió nada. Es claramente una coartada.
Ahora en realidad lo que busca es blindarse, sí, pero para proteger su impunidad contra los delitos de lesa humanidad, corrupción institucionalizada, traición a la patria y otros delitos contra la Constitución y la democracia que pesan en su contra.

Es además un desafío y una transgresión flagrante a una prohibición constitucional y electoral que él conoce perfectamente. A sabiendas de que está efectuando una postulación a todas luces ilegal e inaceptable, lo hace para obligar a que los organismos competentes lo rechacen con tal de victimizarse y conseguir un argumento para desacreditar y atacar maliciosamente al Estado y sus organismos.

Lo paradógico de tan maliciosa y malintencionada postulación, no solo le permitirá victimizarse y atacar al órgano electoral una vez que se emita el rechazo que corresponde por ley como si ello fuese una injusticia; sino que NO será sancionado ni condenado por atreverse premeditadamente a demandar un privilegio a todas luces ilegal y prohibido.

Pero ello no es todo. Y como si no fuese suficiente, este entuerto tiene otras aristas más. Al producirse el respaldo y presentación oficial de la candidatura ilegal de Evo Morales por parte de su organización política; lo que sucede es que dicho partido está apañando y ha decidido reafirmar semejante postulación dolosa e ilegal, que indudablemente vuelve a conspirar contra la Constitución, la democracia y la pacificación por la que todos los bolivianos luchamos y tenemos la esperanza de consolidar.

No se trata solamente de brindar un aval que permite el encubrimiento de una ilegalidad para “proteger” a su caudillo; sino que además de someterse indignamente a una nueva imposición autoritaria, implica también adherirse a la intención de seguir conspirando y provocando motivos de desestabilización, incumplimiento constitucional y legal, y atentar contra la pacificación y entendimiento entre los bolivianos. En esos términos, ello implica que el MAS ha decidido respaldar la intención de continuar convulsionando al país.

En la acera de enfrente, los partidos políticos y sus candidatos bien gracias. Para variar, están preocupados, pendientes y muy atareados por saber y resolver el dilema de cómo le hacen para conseguir el segundo lugar en la preferencia electoral. La democracia, la pacificación, la libertad alcanzada, el destino inmediato y futuro de la nación, o los graves riesgos que se ciernen les importa un comino. Así estamos… ojalá encuentren (quizás inventen?) al Chapulín implorado para salvarnos.

Lo que sí podemos estar seguros es que varios de ellos se encuentran en la afiebrada tarea de imaginar y planear como desmontar y destruir todas las conquistas y transformaciones que el pueblo ha logrado conseguir, a pesar de la impostura, la traición y el desperdicio del gobierno fugado. No por nada ya han retornado connotados dinosaurios y rápidamente se han puesto en acción…

(*) Sociólogo, boliviano. Cochabamba, Bolivia. Febrero 5 de 2020

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