Simulación e impacto económico de paros y bloqueos en Bolivia

Roger Alejandro Banegas Rivero

En esta breve reflexión, se presentan los resultados de dos simulaciones para determinar el impacto económico de los paros y bloqueos en el crecimiento de la economía boliviana en el 2019, como fruto del descontento y manifestaciones sociales, toda vez que a la fecha no se han iniciado negociaciones que brinden una solución al conflicto político del país.

Para las simulaciones efectuadas, se consideró la presencia de una alta estacionalidad en la actividad económica nacional: el primer trimestre es el más bajo (-7%); en los trimestres intermedios la economía continua en proceso de aceleración; el último trimestre del año es el que presenta la estacionalidad más alta, de manera frecuente, que el resto de los trimestres (+5%), interpretado por ser el período con mayor dinamismo en la economía boliviana.

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En tal sentido, se emplearon métodos estadísticos y técnicas de series de tiempo en la descomposición de series y mensualización de la actividad económica: Producto Interno Bruto real (PIB),  para conocer el impacto por los días de paros y bloqueos.

De igual forma, se consideraron los días de bloqueos, así como tres factores o escenarios alternativos de stress en la paralización de la actividad económica: un primer escenario de stress menor de afectación al 25% de los negocios, un stress moderado que impactaba paralizando el 40% de la actividad económica y un escenario de stress alto que impactaba al 65% de los negocios paralizados, con base en las actividades económicas que se han visto perjudicadas.

En el escenario central inicial, se asumió que no existirían paros y bloqueos, reflejándose un crecimiento central esperado de la economía boliviana entorno al 4%, si todo seguía al ritmo real, en condiciones normales y sin descontento ciudadano: ¡lo cual no sucedió, ni sucederá!

Para la primera simulación, en presencia de paros y bloqueos, se consideró una duración de 24 días; es decir desde el 23 de octubre hasta el 15 de noviembre, asumiendo que en los próximos días se resolverán las demandas ciudadanas, en un contexto de negociación y solución política al conflicto social.  Los resultados de la simulación señalan que el crecimiento de la economía boliviana estaría entre el 1.2 y 2.2% para el 2019.

Bajo una segunda simulación, en un contexto de profundización de los paros y bloqueos hasta el 30 de noviembre, se esperaría una contracción económica del -0.6% y en un escenario más pesimista: se podría llegaría hasta el -2.8% anual.  Cabe señalar que  la última contracción experimentada en la economía boliviana, se observó en 1986.

En suma y dependiendo de la duración del paro y del bloqueo generalizado, se afectará considerablemente al crecimiento de la economía boliviana, por lo cual, si no se brinda una respuesta oportuna al problema social en Bolivia,  se esperaría una alta probabilidad de presentar una contracción económica después de 33 años, lo cual se interpreta como una aproximación al borde de la crisis económica. Otros escenarios, de mayor prolongación en la paralización de la actividad económica, involucrarían tasas más negativas para el país.

Por tanto,  los tomadores de decisiones económicas y autoridades políticas están en la responsabilidad de velar por el bienestar social y las demandas sociales. En 15 días adicionales de paros y bloqueos, los resultados económicos se pueden volver en cifras rojas para el país. El debate final se centrará si será un shock negativo transitorio o  con cierto nivel de permanencia.

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