La tiranía en la fijación de precios

Roger Alejandro Banegas Rivero

A cierre del mes junio se caracterizó por manifestaciones de descontento (ciudadanos y empresarios),  frente al incremento en el precio de la energía eléctrica,  a manera de ejemplo, se señala un incremento hasta del 3% en Cochabamba y La Paz y del 3.5% para Santa Cruz (en el eje troncal): ¿por qué estos porcentajes y no el 0%, 0.5%, -1%, 1.2% o cualquier otro valor?

En  tal sentido, esta pequeña reflexión se pretende responder al siguiente cuestionamiento: ¿por qué se puede atribuir este incremento como una tiranía en la fijación de precios?

El contenido de estas páginas no refleja necesariamente la opinión de Bolpress

El concepto de tiranía se atribuye a la libre discrecionalidad de una autoridad pública, que tiene un poder total o absoluto, no limitado para imponer sus concepciones, creencias y juicios sobre los demás. Esta tiranía se atribuye al incremento de precios en un determinado servicio con fijaciones a criterio: sin condiciones de mercado, sin considerar alguna fórmula o indexación internacional.

Si bien es cierto que existen precios mundiales para ciertas materias primas (ejemplo: el petróleo), existen otros precios que son regionales (gas natural,  energía eléctrica o agua potable), dado que su proceso de abastecimiento está vinculado a su centro de consumo, más aún con presencia de monopolios (único productor).

Sin embargo, existen precios referenciales internacionales (Estados Unidos, Europa), además de considerar a la energía eléctrica como un producto exportable; por lo tanto, si hay una base comparativa referencial: se menciona a Paraguay como el cuarto principal exportador mundial de energía eléctrica (2016), sí existen precios comparables: ¿por qué no considerarlos?

Cuando existe el control y la fijación de precios, los efectos en las expectativas de los agentes económicos son equivalentes a incrementos de precios en el transporte público, la gasolina o el diésel: frente a una pequeña variación se generan distorsiones de aumentos de precios en otros bienes y servicios (comercios, restaurantes, tiendas, etc.): es el efecto inmediato del control tirano.

Para las familias, mayor presupuesto para servicios básicos implica menor cantidad de compra en otros bienes, lo cual incide negativamente en su bienestar; las industrias también se perjudican: en un estudio realizado en una economía emergente (Costa Rica), se demostró que el costo de la energía eléctrica es uno de los elementos esenciales para explicar la productividad en 7 de cada 10 grandes empresas industriales. La libre discrecionalidad de la autoridad fijadora de precio es sinónima de tiranía.

Atrás