Modelo neoliberal vs modelo económico boliviano

Fernando Roger Chuquimia Vargas

Un modelo económico es una representación simplificada de la realidad, donde se hace referencia al conjunto de relaciones y fenómenos que pueden ser expuestos de manera simple, para demostrar las variables vinculadas con la economía, lo cual implica una forma de organizar las relaciones sociales de la producción y distribución.

Lamentablemente, en Bolivia durante veinte años (1986-2005) se aplicó el Modelo Neoliberal (MN), con políticas ortodoxas en las que el mercado desempeña el papel fundamental en la economía, reduciendo drásticamente la participación del Estado. En dicho periodo no se alcanzó el desarrollo económico esperado y tampoco se mejoró la calidad de vida de la población, al contrario, los niveles de pobreza continuaron elevados y la brecha entre ricos y pobres se amplió. Esta situación emerge de la aprobación del Decreto Supremo N° 21060 y la aplicación de políticas económicas (recetas) impuestas por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, beneficiando principalmente a grandes empresas privadas nacionales y extranjeras.

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En este contexto, dentro de las principales medidas neoliberales destacan el establecimiento del libre mercado (la libre oferta y demanda); la liberación de exportaciones; la libre contratación laboral; además de medidas como la reducción del déficit fiscal a través del proceso de relocalización de trabajadores mineros, disminución de salarios, reducción de la participación del Estado en la economía a su mínima expresión y beneficiar al capital extranjero mediante la privatización de las empresas públicas y de los recursos naturales.

Es necesario hacer notar al lector que, estas políticas afectaron negativamente al país, ocasionando inestabilidad en el crecimiento económico, elevados niveles de desempleo y pobreza extrema, desigualdad de la distribución del ingreso, inexistencia de políticas monetaria y fiscal por la elevada dolarización y los persistentes déficits fiscales, congelamiento y reducción de salarios, niveles bajos del ahorro nacional, altos índices de mora y de endeudamiento público.

Por otra parte, y considerando que el MN se aplazó en los resultados alcanzados, era de imperiosa necesidad un cambio de modelo, así que, en función a varios años de trabajos de investigación plasmados en documentos de análisis, nuestro actual Presidente Luis Alberto Arce Catacora y Carlos Villegas Quiroga (QEPD) estructuraron el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), resaltando que es un modelo diseñado por bolivianos y para los bolivianos, cuya fortaleza radica en que el MESCP fue construido sobre la realidad socioeconómica del país, además es desarrollada y aplicada por profesionales bolivianos.

El MESCP se basa en cuatro pilares fundamentales: Crecimiento y desarrollo con base en el aprovechamiento de los recursos naturales para beneficio de los bolivianos; El Estado se apropia y redistribuye el excedente económico que generan los sectores estratégicos (hidrocarburos, minería, electricidad, entre otros); Modelo redistribuidor del ingreso, cuyo excedente económico se reasigna a otros sectores de la economía y a la población con escasos recursos; Reducción de la desigualdad social y la pobreza, aclarando que estos aspectos fueron heredados de la aplicación del MN.

Con la aplicación del MESCP, desde la gestión 2006 se recuperaron los excedentes económicos para redistribuirlos, acabando con el sometimiento de la política económica boliviana a las imposiciones de los organismos internacionales, para lograr soberanía en la formulación de políticas de orden económico y financiero. Es así que, con la aplicación del MESCP los resultados fueron favorables hasta antes de la ruptura del orden constitucional y la toma de mando del Gobierno de Facto, obteniendo como logros indiscutibles: crecimiento económico sostenido, acumulación de niveles récord de reservas internacionales, reducción de la deuda externa, inflación controlada, bolivianización de la economía, incrementos de los depósitos y créditos en el sistema financiero, nivel de ejecución alta de inversión pública, reducción de la pobreza extrema, disminución del desempleo y de la desigualdad económica.

Finalmente, con el retorno de un gobierno elegido democráticamente, el restablecimiento del MESCP, así como la continuidad del trabajo realizado en materia económica, social, comunitaria y productiva, se garantiza que los bolivianos ¡Vamos a salir adelante! rumbo a convertir a Bolivia en un país industrializado.

 

 

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