General israelí: “Perdimos la guerra de Gaza”
A fin de entender como desde el propio lado sionista se ven tantos cuestionamientos al gobierno de Benjamin Netanyahu, es bueno estudiar las críticas que les hace uno de sus más distinguidos generales mayores en reserva: Isaac Brik.
Brik, quien ha sido ombudsman de las tropas israelíes, recibió la medalla del coraje cuando en la guerra de Yom Kipur (1973) salvó a varios tanques, pese a que el suyo fue bombardeado y su cara fue quemada.
Ha escrito el artículo “Los líderes políticos y militares están llevando a Israel al desastre. Estamos siendo testigos de un fracaso profesional, ético y de liderazgo sin precedentes al más alto nivel.” En este texto, Brik sostiene que “Los responsables de la desgracia, el desastre y la terrible vergüenza que ocurrieron el 7 de octubre pueden llevarnos a la próxima guerra regional, una guerra que destruirá nuestro país porque en los últimos 20 años no hemos preparado el frente interno y el ejército para esa guerra. ¡El primer ministro Benjamín Netanyahu, el exministro de Defensa Benny Gantz y el ex jefe de gabinete Aviv Kohavi no nos llevan a ninguna parte!.”
Ataca a ellos de provocar una guerra contra Irán y sus aliados. En esta “habrá seis sectores de combate simultáneamente sobre el terreno: contra Hezbolá en el Líbano; contra las milicias proiraníes en Siria y el propio ejército sirio; contra decenas de miles de terroristas en Cisjordania; contra Hamás y la Yihad Islámica Palestina en Gaza; contra miles de beduinos y árabes extremistas dentro del Estado de Israel; y contra las fuerzas que los iraníes están acumulando en nuestra frontera oriental con Jordania, que pueden cruzar esta y atacar nuestros asentamientos.” A ello se puede agregar un séptimo frente: el yemenita que bloquea el Mar Rojo y bombardea al sur israelí.
Brik se jacta de haber influido al gobierno para que no invadiera simultáneamente Gaza y Líbano. “Afortunadamente, tuvimos un milagro: Hezbollah no nos atacó desde el Norte, ya que habría provocado un desastre mucho peor que el que sufrieron las comunidades fronterizas de Gaza. Es dudoso que hubiéramos podido recuperarnos y seguir viviendo en nuestro querido país.”
A diferencia de previas guerras regionales (1947/48, 1956, 1967 y 1973), “la Fuerza Aérea no está preparada para la guerra regional, ya que las bases y las rutas de vuelo de los aviones se convertirían en un objetivo estratégico para el enemigo, y cada día se lanzarían contra ellos cientos de misiles de precisión y misiles antiaéreos, que podrían destruir nuestros aviones.”
Para Brik ya hemos “perdimos la guerra en Gaza.” No se ha logrado ninguna de las dos metas: erradicar al Hamás y liberar a los rehenes. No se ve en el horizonte ninguna posibilidad de crear un gobierno gazatí autónomo al Hamás. Hay el riesgo de que esta franja se torne como Somalia: una tierra de nadie donde distintas bandas se enfrenten entre sí. La prensa ayayera desinforma creando una falsa imagen y la meta de los gobernantes es mantenerse como sea en el poder aprovechándose de esta guerra.
Al diario “Maariv” Brik recientemente declaró que “Israel debe declarar el fin de la guerra porque realmente hemos perdido.” Antes, en otra entrevista a ese mismo matutino, reconoció que “hay un caos total en las tropas que no se menciona en los medios.”
Para otro general de reserva, Guy Tzur, sería un “grave error” abrir otro frente además de Gaza. Esto es, precisamente, lo que han venido buscando los ultraderechistas del actual gabinete. La única forma que fuera válida una guerra contra Irán sería si EEUU ingresa a esta, pero Jode Biden no quiere una nueva aventura militar. Las invasiones que antes hizo Washington en Afganistán, Irak, Libia y Siria terminaron como tiros por la culata. Cuando se vienen las presidenciales de noviembre no le conviene otra guerra internacional, además de la que solapadamente la OTAN libra contra Rusia en Ucrania.
Mientras tanto, Netanyahu prepara el asalto a Rafa, al extremo sur de la franja, donde se han desplazado la mayoría de los gazatíes. El problema radica en que ello generaría una masacre peor a la actual, aunque Egipto y Emiratos Unidos lograsen pactar con Tel-Aviv para reabsorber a muchos de ellos. Brik concibe que lo primero que se debió haber hecho es atacar Rafa para destruir los túneles que conectan a Gaza con Egipto y por donde entran armas y alimentos. Ahora, ya es tarde.
Pese al nivel de arrasamiento de Gaza, cuya población es la más famélica del planeta, Israel no logra sofocar a los palestinos. Brik reconoce que varios batallones hebreos son retirados para eludir tener más bajas.
Para el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, “las ciudades de Gaza han sido más destruidas que las ciudades alemanas durante la II Guerra Mundial, imagínense la comparación.” Mientras esta última guerra duró seis años, la de Gaza lleva seis meses. Para el “canciller de la UE”, más del 60 % de la infraestructura física de dicha franja ha quedado dañada y el 35% está totalmente destruida. Citando una reciente evaluación provisional realizada por el Banco Mundial y la ONU, valoró en unos US$ 90 mil millones el costo de reconstruir Gaza.
El 23 de abril, al cumplirse 200 días del conflicto Israel-Hamás, el Monitoreo Euro-Mediterráneo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, emitió un terrible informe. De los 2,3 millones habitantes originales de la franja de Gaza, 2 millones están desplazados, 79,240 heridos y 42,510 muertos/desaparecidos. Se han destruido total o parcialmente 312,000 viviendas, 2,271 industrias, 445 escuelas, 654 templos, 322 facilidades médicas y 203 patrimonios históricos. Además, las bajas dentro del personal de salud se elevan a 905 y de trabajadores de defensa civil a 203.
Según “Voz Judía pro-Paz”, una organización judeo-americana que ha movilizado a millares contra la ocupación de Palestina, “en Gaza un niño palestino es asesinado cada 10 minutos”: “casi 70 de ellos al día”. En las cárceles israelíes existen 9,312 presos palestinos, de los cuales a un 40% nunca se les han dicho por qué están allí. Varios colectivos judíos antisionistas del mundo, han llamado a que en estas fiestas israelitas de “Pésaj” (donde se recuerda a Moisés) se trate al nacionalismo como “chametz” (productos vetados en estas festividades).
Hasta Donald Trump ha reconocido que esta guerra ha sido un desastre en relaciones públicas para Israel. Nunca antes se han dado tantas marchas masivas en todo el mundo contra este Estado y a favor de una república palestina. Por doquier han crecido numerosas organizaciones judías antisionistas.
Ya son 140 de los 193 países de Naciones Unidas que reconocen a un Estado palestino, mientras que en el Consejo de Seguridad solo EEUU votó en contra de ello, vetando tal resolucion (pese a que formalmente Biden presiona a Tel-Aviv a que de tal paso).
Israel se ha aislado del mundo. Sin el apoyo armamentístico, satelital, logístico y diplomático de EEUU (quien acaba de aprobar otros $US 26 mil millones de ayudas bélicas a Tel-Aviv) este Estado no podría sobrevivir. Washington, debido a tremendas presiones internas e internacionales, por primera vez veta el ingreso de colonos israelíes extremistas a su país. Ahora allí se discute imponer sanciones al batallón Netzah Yehuda, sindicado de torturar, violar y masacrar palestinos, incluyendo haber asesinado al anciano estadounidense Omar Assad.
El contraataque de más de 300 misiles y drones-bombas iraníes contra Israel (13/14 abril) ha demostrado que Tel-Aviv se ve incapacitado para librar una guerra frontal contra la primera potencia militar del medio oriente. Las épocas de total superioridad bélica hebrea hace medio siglo que han pasado. Hoy, Israel al haber incendiado Gaza puede acabar quemándose con el fuego que ha generado.
Isaac Bigio. Politólogo economista e historiador con grados y postgrados en la London School of Economics.