Aumenta la tensión en Bolivia: Cuatro fallecidos y múltiples heridos en medio de bloqueos y protestas
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En medio de los bloqueos que han paralizado gran parte del país durante los últimos 11 días, el Gobierno boliviano informa un aumento alarmante en la violencia, con cuatro personas fallecidas y decenas de heridos, incluyendo 34 policías. Estos disturbios, liderados por grupos afines al expresidente Evo Morales, exigen la renuncia de los magistrados y consejeros electos en 2017 y prorrogados.
El último informe del Ministerio de Gobierno revela que actualmente hay 24 puntos de bloqueo, principalmente concentrados en el departamento de Cochabamba, con dos en Oruro y uno en Santa Cruz. Se estima que al menos 4,450 personas participan activamente en estas acciones de protesta, que han afectado significativamente la movilidad y la vida cotidiana de los ciudadanos.
Cifras Oficiales:
- Fallecidos: Cuatro personas han perdido la vida durante estos disturbios. El miércoles pasado, Bernardo Vallegos, un hombre de 67 años afiliado a la Federación Carrasco, falleció en el hospital de Villa Tunari debido a un atragantamiento, ocurrido en medio de un bloqueo en el puente Ichilo. Además, el 24 de enero se reportó la muerte de una mujer de 53 años con problemas de presión arterial, el 25 de enero un transportista murió por un paro cardíaco en el bloqueo de Locotal (kilómetro 100), y el 28 de enero un bebé de siete meses, que padecía de dengue, falleció mientras era evacuado desde Villa Tunari hasta el Hospital del Niño en Cochabamba.
- Heridos: Un total de 34 policías resultaron heridos en enfrentamientos con los manifestantes, lo que subraya el nivel de violencia presente en las protestas.
- Bloqueos: Hasta la fecha, se han registrado 24 cortes de vía, afectando considerablemente la movilidad de la población.
El Gobierno, a través de sus declaraciones, denuncia que los manifestantes se están volviendo “más violentos y agresivos”. Las demandas de renuncia de los magistrados y consejeros electos en 2017 y prorrogados parecen no ceder, mientras la tensión en el país se intensifica.
La situación actual representa un desafío significativo para las autoridades, quienes buscan una solución pacífica a la crisis mientras se enfrentan a manifestantes decididos y una creciente cifra de víctimas. La comunidad internacional observa con atención, instando a un diálogo constructivo que permita resolver las diferencias y devolver la estabilidad a Bolivia.