Quién los entiende

Griselda J. Chambi Quispe

Hace unos días el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas emitió el comunicado de la POLITICA DE AUSTERIDAD; los analistas económicos, que están acostumbrados a criticar al gobierno y alarmar a la población indicando que el país prácticamente vive en la crisis económica desde hace 16 años y que en esta gestión es inevitable que esa crisis se profundice.

Pero, ¿Quién los entiende a estos personajes?, ya que para estos profesionales todos los años vivíamos en crisis económica, criticaban que en “esa crisis no era admisible” que el gobierno se dé “lujitos” de gastar en movilidades, en viajecitos inútiles con “jugosos viáticos” y otras muletillas.

Leyendo el periódico el día de ayer pude ver como estos analistas, que por cierto el columnista Miguel Marañon los califica de “predicadores de la crisis”, por cierto muy acertadamente, ahora gritan a los cuatro vientos, que estas acciones de austeridad es el síntoma irrefutable de que Bolivia está en la peor crisis económica. Considerar o indicar que los servidores públicos deben racionalizar o reducir los gastos de servicios de imprenta, pasajes y viáticos, compra de activos y otros,  no es un síntoma de crisis, considero que es una llamada a la conciencia de los servidores públicos de limitar estos gastos solo a lo “ESTRICTAMENTE NECESARIO”.

Esto me hace recuerdo a mi vida universitaria, donde en mis cuadernos de espiral, tamaño oficio tomaba notas de las cátedras impartidas, pero también en algunas hojas dibujaba los ojos del universitario que me gustaba, hacia corazones con iniciales y otras acciones propias de l@s adolecentes, cuando mi mamá vio esto no me regaño, simplemente me dijo que debía utilizar mejor mis hojas ya que esa acción hacia que mis padres incurrieran en gastos “insulsos” y que podrían ser destinados a la compra de un pan más para mis hermanos, ahí vino las palabras sabias de mi madre: “el dinero que ganamos nos alcanza para pagar todo lo que necesitamos, pero no es lo suficiente para malgastar o darnos el lujo de mal utilizar los recursos que tenemos”.

Lo mismo pasa a nivel nacional, los servidores públicos deben garantizar que los recursos, bienes y servicios que paga el Estado deben ser bien utilizados, lo cual implica gastar con eficiencia y eficacia, eficiencia es la capacidad de lograr resultados deseados o planificados con el mínimo posible de recursos y eficacia es la capacidad de lograr el efecto que se desea o espera.

Esta Política de Austeridad, es acertada y debería establecerse de forma constante en todas las gestiones, las entidades encargadas de evaluar la eficacia y eficiencia de los recursos utilizados por los servidores públicos debería tener sanciones mucho más drásticas. Respecto a los analistas económicos que no desaprovechan la oportunidad para criticar cualquier acción del gobierno o desviación de las variables económicas, no dudan en decir que es producto de la crisis que añoran; deberían empezar a evaluar porque en 16 años sus teorías y análisis no coincide con la realidad, si bien no estamos en el país de las maravillas, tampoco estamos al punto de la catástrofe que predican.

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