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Sabotaje evonómico

Miguel Clares

Las últimas semanas, hemos sido testigos de una preocupante falta de profesionalismo dentro de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), donde algunos asambleístas relacionados con la denominada “ala evista”, quienes fueron elegidos para velar por el bienestar de la población, están haciendo exactamente lo contrario. En lugar de cumplir con su deber, están perjudicando a los bolivianos y convirtiendo la ALP en un circo de escenas bochornosas.

Uno de los ejemplos más alarmantes de esta situación es el perjuicio en la aprobación de la reformulación del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023, un recurso vital para el funcionamiento de las Gobernaciones, Municipios y Universidades en el país. Resulta relevante recordar que la Constitución Política del Estado es clara en su mandato: los asambleístas están ahí para aprobar y sancionar leyes en beneficio de la población. Sin embargo, algunos parecen haber olvidado su deber fundamental y se dedican a perjudicar la viabilidad de leyes esenciales.

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Es hora de que estos asambleístas rindan cuentas por su inacción. La democracia requiere de la participación activa y comprometida de sus representantes para funcionar adecuadamente. No podemos permitir que algunos elegidos para velar por el bienestar de la población descuiden sus responsabilidades y perjudiquen la viabilidad de leyes fundamentales. El pueblo boliviano merece una gestión legislativa comprometida con su bienestar y progreso.

En un mundo lleno de desafíos económicos y políticos, no podemos permitir que asambleístas evistas perjudiquen a la nación. La economía boliviana merece avanzar sin obstáculos, y es responsabilidad de todos garantizar que esto suceda. La estabilidad económica del país es fundamental para el desarrollo y el bienestar de la población. Cuando los asambleístas no cumplen con su deber, se socava la confianza en las instituciones democráticas y se pone en peligro el progreso de Bolivia.

La actitud de la Comisión de Planificación Económica del Senado, liderada por el evista Hilarión Mamani, que observó y modificó un proyecto ya aprobado por los diputados, es una muestra más del sabotaje económico que pretenden impulsar los asambleístas relacionados con Evo Morales. No se ha presentado una argumentación sólida para objetar el proyecto, lo que plantea serias dudas sobre las intenciones detrás de estas acciones.

Hoy ya se habría promulgando la Ley del Presupuesto Reformulado, y las Gobernaciones, Municipios y Universidades estarían contando con los recursos que requieren. Sin embargo, esta falta de acción está causando un enorme daño económico.

Es evidente que la inacción de algunos asambleístas relacionados con Evo Morales y el juego político en la ALP están dañando a la población y socavando la estabilidad económica del país. Bolivia necesita líderes que prioricen el bienestar de su gente sobre los intereses partidistas y personales. Es momento de exigir responsabilidad a los asambleístas y recordarles su deber fundamental en la democracia: trabajar en beneficio de la población. Solo así, Bolivia podrá avanzar sin obstáculos y construir un futuro más próspero para todos.

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