Respuesta a la historia económica de Bolivia

Jesus Javier Luque López

El boliviano más decepcionado de nuestra economía, se ha expresado de la forma más sarcástica y burlona de nuestra historia economía, resumiéndola en cuatro titulares como si estos fueran verdades, sin tomar en cuenta elementos fundamentales en su manejo de cada periodo.

Su primer titular: en la colonia e inicio de la república,  “Bolivia tenía la mayor reservas de plata  del mundo”, sin mencionar que durante la colonia el modo de producción era mediante la mita la cual fue recuperada del periodo incario y usada como forma de esclavismo para los originarios;  aymaras, quechuas y otros, introduciéndose africanos para el trabajo en las minas, donde miles dejaron sus huesos y las riquezas se fueron a Europa.

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Su segundo titular: a mediados del siglo xx “Bolivia es una potencia mundial de estaño”, sin explicar que la minería que se encontraba en manos privadas a quienes sus intereses económicos estaban por encima de los intereses del país. De acuerdo a Jean-Pierre Lavaud en su libro el Embrollo Boliviano capítulo I, del cual se puede extraer los siguientes datos: en el censo realizado a las minas en 1950 el 46% de estas pertenecían a Patiño, el 22,5% a Hoschild  y el 6,9% a Aramayo y el resto a otros. Quienes de acuerdo a un rango de años entre 1900 a 1920 la minería pagaba como impuestos al estado boliviano el 4,1% de sus ganancias, en un segundo periodo de 1921 a 1940 pagaban el 9,4% del total de sus jugosas ganancias y entre 1940 y 1948 subió a tan solo el 17%. En esos periodos no existían las regalías para los lugares de explotación dejando entonces tan solo pobreza y explotación es esas regiones y los capitales formados en Bolivia fugaron del país.

Su tercer y pomposo titular: de los últimos 30 años “Bolivia es el centro latinoamericano de distribución de gas natural”, titular que corresponde al periodo de la capitalización, donde nos ofrecían que íbamos ser “socios mayoritarios con el 51% de las empresa capitalizadas”, pero los dividendos de la explotación de los hidrocarburos solo quedaban el 18% para el país (parecido al segundo titular), recursos según la normativa de ese tiempo, cuando estaban bajo tierra eran de los bolivianos y cuando eran extraídos los dueños eran las transnacionales, Bolivia jamás tuvo 54.86 TCF de gas natural, que certificaron e indicaron analistas de esos años que ahora están calladitos y escondiditos.

Hasta aquí podemos decir que la plata, el estaño y el gas no beneficiaron al país sino a intereses privados extranjeros.

Y su cuarto titular “Bolivia tiene la mayor reserva de litio del planeta”, del cual predice un fatal destino como sus antecesores, sin considerar que el estado boliviano jamás como ahora participio en toda la cadena productiva y puso sus reglas como ahora se lo está haciendo, sin dejar de ser dueña y propietaria en ninguna fase de la producción.

Este recurso ha llamado la atención de países extranjeros que nos consideran como su patio trasero y ven nuestra riqueza como sus reservas. Para lo cual van a generar conflictos formando grupos políticos con ofertas liberales como si fueran nuevas para hacer los que hicieron en el pasado, como dicen sus incompletos titulares.

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