Calculando correctamente la deuda pública

La presente semana se señalaron algunos criterios en relación a la deuda pública de Bolivia, lamentablemente dichas aseveraciones carecen de un correcto seguimiento y análisis de la misma. En este contexto, es fundamental abordar esta cuestión con rigor y responsabilidad para evitar la difusión de información errónea que pueda generar confusiones en la población y distorsionar la realidad económica del país.

Uno de los aspectos cruciales al examinar la deuda pública es comprender la metodología adecuada para calcular la deuda total, evitando la denominada “doble contabilización”. Esta práctica consiste en evitar incluir la deuda interna en más de una ocasión al sumarla con la deuda externa. La correcta consideración de este punto permite obtener una visión más precisa y confiable de la verdadera magnitud de la deuda pública en el país.

Según el Manual de Estadísticas de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), se establecen lineamientos precisos para evitar la “doble contabilización” y obtener una medición acertada de la deuda pública total. Al seguir las buenas prácticas internacionales en este sentido, se logra una mayor transparencia en la presentación de los datos y se facilita una interpretación más adecuada de la situación fiscal de Bolivia.

Es relevante destacar que, al aplicar correctamente la metodología del FMI, se llega a un resultado distinto al que algunos analistas han planteado, el cual afirmaba que la deuda pública total representaba el 82,6% del PIB. Sin embargo, mediante el uso de la metodología apropiada, se concluye que la deuda pública total en 2022 se encuentra en alrededor del 46% del PIB, una cifra que se mantiene dentro de los umbrales recomendados por organismos internacionales.

Es imprescindible resaltar que la adopción de la metodología adecuada para calcular la deuda pública total no solo es relevante desde el punto de vista técnico, sino que también tiene implicaciones significativas para la toma de decisiones económicas y para la percepción general de la sostenibilidad y solvencia fiscal del país. Al presentar datos precisos y confiables, se contribuye a una mejor comprensión de la situación financiera del país y se fomenta la confianza en los mercados y en la comunidad internacional.

Es importante destacar otro aspecto relevante al examinar la deuda pública, que es el destino de los recursos obtenidos a través de ella. En los últimos años, la deuda contraída ha sido dirigida hacia diversos proyectos de inversión pública, los cuales han demostrado tener un retorno positivo en la economía, tanto en el mediano como en el largo plazo. Estas inversiones han sido clave para impulsar el crecimiento económico y generar nuevas fuentes de empleo en el país.

Este enfoque contrasta con el uso de la deuda durante el período neoliberal, donde se destinaba mayoritariamente al pago de sueldos y salarios sin generar un efecto multiplicador en la economía nacional. En ese contexto, el endeudamiento no se traducía en un crecimiento sostenible ni en beneficios tangibles para la población.

En cambio, la estrategia actual de canalizar la deuda hacia proyectos de inversión pública ha permitido fortalecer la infraestructura del país, impulsar sectores productivos y fomentar la innovación, lo que a su vez ha mejorado la competitividad y la productividad económica de Bolivia.

En conclusión, el análisis de la deuda pública en Bolivia debe realizarse con rigurosidad y apego a las normas internacionales para evitar errores en las estadísticas y evitar la “doble contabilización”. Mediante la correcta aplicación de la metodología establecida por el FMI, se obtiene una visión más precisa y realista de la situación de la deuda pública total del país, lo que resulta fundamental para tomar decisiones informadas y fomentar la confianza en la economía boliviana.