En relación a la intervención del Banco Fassil SA por parte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), es importante mencionar que este tipo de medidas son parte de las labores de supervisión y regulación que se llevan a cabo en el sistema financiero" />

Un sistema financiero sólido, solvente e inclusivo

Miguel Clares

En relación a la intervención del Banco Fassil SA por parte de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), es importante mencionar que este tipo de medidas son parte de las labores de supervisión y regulación que se llevan a cabo en el sistema financiero para garantizar la estabilidad y solidez del mismo.

Si bien es cierto que la cesación de pagos por parte del Banco Fassil SA puede generar cierta preocupación en la población, es importante destacar que esta entidad financiera representa una pequeña proporción del sistema financiero boliviano. Además, la intervención temprana de la ASFI en este caso particular demuestra la capacidad del regulador para detectar y tomar medidas oportunas ante situaciones de riesgo.

El contenido de estas páginas no refleja necesariamente la opinión de Bolpress

Es importante mencionar que el sistema financiero boliviano se encuentra en una posición sólida, con una adecuada regulación y supervisión que garantiza la solidez y estabilidad del mismo. Por tanto, la intervención del Banco Fassil SA no debe tener un impacto significativo sobre el sistema financiero en su conjunto y para alivio de la población boliviana.

Es fundamental para el buen funcionamiento del sistema financiero que se realice una adecuada supervisión y regulación por parte de los entes encargados, con el fin de prevenir y solucionar a tiempo situaciones que puedan poner en riesgo la estabilidad financiera. En ese sentido, se cumpliría con el eslogan de la ASFI: “Por un sistema financiero sólido, solvente e inclusivo”.

Asimismo, es crucial destacar que el sistema financiero boliviano, en el pasado, se enfocaba únicamente en el beneficio económico de la banca, sin tener en cuenta los derechos de los consumidores financieros. Sin embargo, este paradigma cambió drásticamente con la promulgación de la Ley de Servicios Financieros N°393 en agosto de 2013. Desde entonces, la filosofía que caracteriza a los servicios financieros se basa en la aplicación de la función social, lo que implica priorizar los derechos de los usuarios financieros por encima de los intereses de la banca. De esta manera, se busca fomentar la inclusión financiera y mejorar las condiciones del servicio bancario para el pueblo boliviano.

Es importante destacar que el sistema financiero boliviano ha presentado un sólido desempeño a la fecha, demostrando un crecimiento en cuanto a la colocación de cartera de 8,1% a febrero de 2023 en comparación con similar período del año anterior. Es impresionante considerando que los préstamos otorgados están enfocados prioritariamente en el sector productivo, que representó alrededor del 50% de la cartera total, lo que ha contribuido significativamente al dinamismo de la actividad económica en Bolivia. Además, se han priorizado los créditos de Vivienda de Interés Social (VIS) para reducir el déficit habitacional, que a febrero de 2023 alcanzó un saldo de Bs31.635 millones, lo que representa un aumento de Bs2.314 millones en comparación a febrero de 2022.

Si observamos la calidad de la cartera de créditos, podemos ver que el índice de morosidad se situó en un 2,6% al segundo mes de 2023, indicador por debajo del promedio regional de 3,1%. Esto significa que los prestatarios bolivianos tienen una buena cultura de pagos en cuanto a sus obligaciones crediticias.

Los depósitos alcanzaron un crecimiento del 4,3% en depósitos a febrero de 2023 en comparación con el mismo período de 2022, lo que refleja la confianza que la población tiene en nuestro sistema financiero. Además, la solvencia financiera se encuentra por encima de los niveles establecidos por normativa, con un 12,8% en el Coeficiente de Adecuación Patrimonial (CAP). Por otra parte, nuestro sistema financiero cuenta con niveles saludables de liquidez, que cubren un 56% de las obligaciones de corto plazo (depósitos que deben ser entregados inmediatamente).

Todos los indicadores mencionados anteriormente muestran un sistema financiero robusto y estable, por lo que los acontecimientos particulares relacionados con el Banco Fassil SA no tendrán un impacto negativo en el resto de las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) en Bolivia. Es importante destacar que el Estado, a través de la ASFI, garantizará la devolución y protección de los ahorros de los clientes del Banco Fassil SA. Es así que se ha anunciado que hasta el 22 de mayo, los ahorristas serán contactados por las EIF que se harán responsables de las cuentas de ahorro del Banco Fassil SA. Es necesario llamar a la calma a la población boliviana en cuanto a este acontecimiento generado por malas prácticas de los ejecutivos del banco señalado.

Atrás