Los hombres pueden escoger ser buenos padres o buenos políticos

La paternidad en la política, ¿quién mató al Compadre?

Quya Reyna

Cuando se habla de la muerte de Carlos Palenque, a quien decían el “Compadre”, siempre se nombra a la comadre Mónica Medina como la responsable, como la “puta” que lo engañó e incluso como la “asesina”. Se dice que una supuesta infidelidad de ella con quien compartía el partido de Condepa (Conciencia de Patria), Ricardo Paz, ocasionó en Palenque daños en el corazón que resultó en un paro cardiaco.

“No me hablen de ella”, fue la frase que marcó a una generación que odió y odia a Mónica, a quien consideraban la esposa, la compañera y la “flor más querida” del Compadre, a quien llamaron traidora por, incluso, querer renovar un partido que llegaría pronto a su declive.

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Todos saben que Carlos Palenque tuvo una hija a quien no crio ni le dio el apellido: Sayuri Loza, e incluso, uno de los hijos del Compadre, llamado también Carlos, le cuestionó su legitimidad como hija. “Querido Sandro Velarde Vargas, cuando puedas me pasas las pruebas que tengas para referirte a Sayuri como la hija de mi papá, asumo que tienes pruebas de ADN y todo lo que corresponde para hacerlo ¿no?”, fue lo que le escribió a Velarde el 2019, cuando este compartió en Facebook la portada de la entrevista que le hizo a Sayuri Loza, reconociéndola como hija de Palenque.

Por eso, no me extraña que el caso de Priscila La Fuente de Baldiviezo, una joven que aseguraba ser también la hija de Palenque, haya sido ignorado por los hijos del ya fallecido Compadre. En una entrevista, Priscila mencionó que las familias “demandadas” por un juicio de paternidad (familia Palenque Medina, Palenque Monroy y Palenque Yanguas) no se habían hecho presentes en la clínica “Gen y Vida” para que ella demostrara mediante una prueba de ADN que era una Palenque más. La madre, en la misma entrevista, aseguró que ellos sabían que “Priscila es hija de Carlos Palenque” y no quisieron arreglar el problema “ni a buenas ni a malas”. No es el único caso de una paternidad no reconocida por el “Compadre”.

Palenque fue un padre irresponsable y quienes tuvieron que pagar su papel de víctima y sus errores fueron las mujeres. Palenque era el dolido, el mártir a quien le fueron infiel, el centro de toda la empatía ciudadana, el “pobrecito”, su dolor parecía de novela, pero y ¿Mónica? Si aun así Mónica hubiera sido infiel, ¿por qué sólo se la juzga a ella? ¿Por qué ella es la mala de una historia contada por los hombres? ¿Por qué él con “hijos aparecidos” y con una hija que no crio ni reconoció es el bueno? ¿Habrá sido también infiel Palenque? Sayuri nació el 26 de noviembre de 1982 y Carlos, hijo de su segundo matrimonio con Pilar Monroy, nació el mismo año, en julio. Así que no se descartaría una infidelidad.

En la política, los hombres pueden escoger entre ser buenos padres o buenos políticos, pero las mujeres no tenemos más opción que ser “buenitas” en todo. El “reconocimiento” que te brinda el apellido de un “padre famoso”, por lo general, limita en sus propios hijos el deber de cuestionar a su progenitor. Un ejemplo de ello es Evo Morales, que tuvo que reconocer a Evaliz como hija mediante un juicio, que evidentemente perdió, pero para ella él siempre será su papito socialista querido. Y es evidente también que, en el caso de Palenque, muchos de sus hijos/as se disputan hasta ahora la “herencia simbólica” y enfatizan que son su descendencia, cuando esta herencia se construyó a partir de la mujer más importante de Condepa, puedo asegurar que incluso más importante que Palenque: Remedios Loza.

 

Vídeo de una de las “Tribuna Libre del Pueblo” donde Carlos Palenque, junto a su esposa Mónica Medina, reconoce la importancia de Remedios Loza. 

 

Remedios fue increíble y me parece injusto que sólo se la reconozca por su labor en el legislativo, cuando su evolución fue política, pero también identitaria. Remedios fue Condepa, Remedios fue la Tribuna del Pueblo, Remedios fue el vínculo indio-q’ara que hizo emerger la imagen del Compadre: el idioma aymara que usaba Palenque, su forma de relacionarse con los indios fue gracias a Remedios, incluso ella fue su “cuota étnica” para que él surja desde el imaginario como el “protector” de los pobres.

Remedios fue la madre y el todo de Sayuri Loza cuando su padre estaba ausente desde que ella tenía cinco años. Remedios fue madre y política, fue una mujer leal a sus principios y leal también a Palenque. Lastimosamente, su lealtad y su amor por él la llevó a no querer manchar nunca su imagen.

Mucho no se sabe de la relación de Carlos Palenque y Remedios Loza; pero, por experiencia y por lo que observo un poco en las mujeres aymaras: la relación afectuosa y de trabajo entre una india y un q’ara es de poder. Como india, piensas que debes estar en constante agradecimiento a quien se ha fijado en ti, porque sientes que él es superior, y esa persona te condiciona a ese agradecimiento, haciéndote pensar que te da oportunidades, quitándote el mérito de tu trabajo. Eso es manipulación y es difícil salir de aquello.

Para mí, Mónica será siempre la víctima de una sociedad machista que le perdona a los hombres sus terribles errores como hombres y padres, pero a las mujeres las condena de “putas” e incluso “asesinas” por mero prejuicio, y Remedios será siempre el rostro que debió brillar antes que la de un hombre que no se merecía tanto y a quien le dieron mucho.

En la política, los hombres pueden escoger entre ser buenos padres o buenos políticos y Palenque eligió ser un buen político.

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Quya Reyna

Reyna Maribel Suñagua Copa, más conocida como Quya Reyna, nació en la ciudad de El Alto el 18 de febrero de 1995, es una escritora, comunicadora social y pensadora alteña, parte del grupo indianista-katarista Jichha y miembro del colectivo Las Martinas.

Estudió Comunicación Social en la Universidad Mayor de San Andrés. En 2022 publicó su libro: Los hijos de Goni, que reúne nueve crónicas con vivencias de la autora en la ciudad de El Alto.

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