En alta voz: Ensayos y artículos

Iván Salas Rodríguez

“Tiempos difíciles exigen pensar”, nos recomendaba un profesor universitario. Vivimos en un mundo convulsionado por las sucesivas crisis económicas, sociales, políticas, invasiones militares, locas guerras sin fin. Pueblos arrasados por misiles y operativos militares desalmados afectando a gente que vive en territorios con abundantes recursos naturales: petróleo, gas, minerales; es la disputa geopolítica de recursos estratégicos. Si estos pueblos tuvieran enormes extensiones territoriales con papas, camotes o alfalfa, ninguna potencia industrial-militar los molestaría.

De otro lado, el terrorismo demencial, el cambio climático y la pandemia COVID-19 que puso al mundo de cabeza; en este contexto de duros tiempos, necesitamos un mayor esfuerzo que nos permita incrementar nuestra natural capacidad de pensar, reflexionar, analizar, debatir, implementar ideas humanistas relevantes, proactivas.

El contenido de estas páginas no refleja necesariamente la opinión de Bolpress

Nos recomendaba el maestro analizar los temas sociales como totalidad, evitando caer en la limitada visión de solo ver la estructura y no el individuo: su compleja estructura emocional, el ego desenfrenado, sus interrelaciones, sus deseos, miedos, alegrías, perspectivas, temores, patologías de comportamiento (tema muy recurrente en casos del quehacer político psicopático peruano).

https://www.bolpress.com/wp-content/uploads/2023/03/EN-ALTAVOZ-ensayos-y-articulos-ok-1.pdf

La experiencia y lecturas me permitieron en la actualidad comprender la importancia de la Neurociencia, sus aportes otorgan mayor claridad en el análisis. Como lo expresé en varias entrevistas, artículos y comentarios en redes, el reto para la nueva era post Covid-19 es: la neurona creativa, innovadora, solidaria, humanista.

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Nos han mentido con el discurso que pretende ser universal, el único; insisten en afirmar que el libre mercado lo resuelve todo, acompañado de una pseudodemocracia limitada a votar en procesos electorales y listo; chau, vete, ya no sigas reclamando, molestando. El colapso del sistema de salud, institucional y político durante la pandemia nos demostró la fragilidad de nuestro tejido social.

Quienes pregonan la libertad, ¡libertad señores y señoras!; libertad muy peculiar que restringe nuestra vida cotidiana a la locura del mercado libre y el consumo compulsivo. Pretenden imponer el gran canje mercantilista: de ciudadanos libres, pensantes, con deberes y derechos, pasar el puente de la civilización hacia la era de las cavernas como simples consumidores competitivos. Quien se atreva a cuestionar este modelo irracional, es calificado con adjetivos mil, digamos: comunista, rojo, enemigo de la inversión extranjera, caviar.

Este capitalismo demencial, con su codicia insaciable, nos está llevando al abismo general, (tema que aún no se entiende o no se quiere entender), el ser humano se encuentra ante un mundo hostil donde resalta el individualismo materialista, consumista y su “sálvese quien pueda”; no se dispone de mucho tiempo para pensar, reflexionar, analizar, actuar organizadamente, pensar en un proyecto de vida con bienestar colectivo, compartido. No, prevalece la competencia, la destrucción del ecosistema, la acumulación de ganancia y punto.

Los medios masivos de comunicación, en manos de poderosas corporaciones con sus mentiras y distracciones mil, pretenden uniformizar una sociedad de zombis al servicio del poder de turno. Para mucha gente es mucho más importante esperar con los pelos de punta el estreno de “Batman” o del “Hombre araña”, el escándalo matrimonial de una pareja de actores (la farándula siempre atractiva para mentalidades estresadas, fatigadas).

No se dispone de mucho tiempo y espacio para centrar el debate en temas importantes, decisivos para nuestra sobreviviencia como especie (la crisis económica mundial, la paz necesaria, la corrupción, narcotráfico, terrorismo, el cambio climático, la intoxicación digital, la inteligencia artificial, los derechos laborales, los derechos humanos, la educación alternativa, un sistema integrado de Salud eficiente, entre otros).

Hace algunos meses, anoté algunas frases interesantes y esclarecedoras en la película italiana “Las Confesiones” [1], trata sobre una reunión del Grupo de los Ocho en un hotel de lujo de la costa alemana.

– “El lado humano de mi profesión no existe” (Daniel Roché personificando al presidente del Fondo Monetario Internacional).
– “La soberanía de los Estados ya no existe”.
– “Los bancos son como la mafia, no tienen que dar explicaciones a nadie”.
– “Destruir para preservar es el lema del sistema capitalista”.
– “Los economistas utilizan palabras mágicas para explicar lo que no se logró y así ganar tiempo”.

La situación se complica en esta era tecnológica y la incontenible comunicación virtual a nivel mundial; la intoxicación digital en las redes y sus “fake news” ha ocasionado algo terrible: millones de personas ya no distinguen entre la realidad y la fantasía, explica Noam Chomsky en sus conferencias y artículos.

Augusto Cury, psiquiatra brasileño, descubrió el síndrome de pensamiento acelerado (SPA) ocasionado por esta manía compulsiva en el uso indiscriminado de las redes sociales, con graves consecuencias para la salud mental y corporal (pérdida de memoria, atención y pensamiento analítico. Estrés, insomnio, mal humor, dificultad para quedarse dormido, despertarse cansado, nudos en la garganta, trastornos intestinales, aumento de la presión arterial).

Cury asegura que la intoxicación digital afecta a más de dos tercios de las personas con este síndrome, es la era de los mendigos emocionales[2].

Múltiples estudios demuestran que al menos el 47% del tiempo estamos totalmente desenfocados, explica el neurocientífico español Mario Alonso Puig. Prevalece la mente errante, la red neuronal por defecto bloquea nuestra red ejecutiva central, lo cual ocasiona altos déficits de atención[3].

Este es el terreno propicio para inundar medios de comunicación y redes con noticias falsas y material irrelevante pero agradable.

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Y por aquí, mi adorado Perú llega al Bicentenario de su Independencia gateando, a cuestas, con el rostro desencajado, lloroso, cargando en la espalda los problemas de siempre. Revisando archivos de periódicos y revistas, libros de historia social y política, todo aparece tan rutinario, tan circular, extremadamente torpe y recurrente. “Corsi e recorsi” diría el filósofo y jurista italiano Giambattista Vico (1668-1744).

La situación se complica en esta era tecnológica y la incontenible comunicación virtual a nivel mundial; la intoxicación digital en las redes y sus “fake news” ha ocasionado algo terrible: millones de personas ya no distinguen entre la realidad y la fantasía, explica Noam Chomsky en sus conferencias y artículos.

Augusto Cury, psiquiatra brasileño, descubrió el síndrome de pensamiento acelerado (SPA) ocasionado por esta manía compulsiva en el uso indiscriminado de las redes sociales, con graves consecuencias para la salud mental y corporal (pérdida de memoria, atención y pensamiento analítico. Estrés, insomnio, mal humor, dificultad para quedarse dormido, despertarse cansado, nudos en la garganta, trastornos intestinales, aumento de la presión arterial).

Cury asegura que la intoxicación digital afecta a más de dos tercios de las personas con este síndrome, es la era de los mendigos emocionales2.

Múltiples estudios demuestran que al menos el 47% del tiempo estamos totalmente desenfocados, explica el neurocientífico español Mario Alonso Puig. Prevalece la mente errante, la red neuronal por defecto bloquea nuestra red ejecutiva central, lo cual ocasiona altos déficits de atención3.

Este es el terreno propicio para inundar medios de comunicación y redes con noticias falsas y material irrelevante pero agradable.

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Y por aquí, mi adorado Perú llega al Bicentenario de su Independencia gateando, a cuestas, con el rostro desencajado, lloroso, cargando en la espalda los problemas de siempre. Revisando archivos de periódicos y revistas, libros de historia social y política, todo aparece tan rutinario, tan circular, extremadamente torpe y recurrente. “Corsi e recorsi” diría el filósofo y jurista italiano Giambattista Vico (1668-1744).

Circularmente, una y otra vez se repiten los problemas de siempre: la pobreza, el desempleo, carencia de desarrollo industrial y agroindustrial sostenido. Es alarmante constatar que ni Covid-19 pudo detener la corrupción bárbara de cada día, el año 2020 se perdieron más de 22 mil millones de soles (más de 6,000 millones de dólares) por actos de corrupción, según informa la Contraloría General de la República[4].

Se mantiene tercamente el Estado débil, en harapos, centralista, burocrático con una gestión pública ineficiente, lenta, rutinaria, enorme pereza mental para la creatividad innovadora aprovechando la tecnología disponible.#

Nuestro sistema de salud colapsado, sistema educativo en crisis permanente ocupando los últimos lugares en evaluaciones internacionales. Es decir, un tejido social que viene destruyéndose día a día, empujándonos hacia el abismo, peligrando nuestra viabilidad como Nación.

La élite conservadora más torpe que nunca, sin noción y compromiso con el desarrollo integral de nuestra Patria. Patria, solidaridad, desarrollo humano son conceptos que le ocupan demasiado espacio en su estructura neuronal, prefieren: lobbies, precariedad laboral, evasiones y elusiones tributarias, alta corrupción, represión a cualquier reclamo en movilizaciones ciudadanas, racismo, violación de derechos humanos.

Estas élites instalaron en las alturas, allí donde se toman las decisiones de Estado, un modus vivendi contagiante, casi virreinal, con actitudes propias de la Lima criolla, cortesana, sobona del poder y sus jerarquías, frívola, con su excesivo culto a las apariencias, burocratizada, alejada del Perú real, entrampada en el día a día, sus cócteles y reuniones de escritorio donde todo el mundo quiere figurar. Recuerdan la existencia de nuestras provincias cuando se suscita un grave conflicto social, terremoto o fenómeno del niño; Lima ordena, la provincia acata cabizbaja.

Pude ver desde muy cerca este ambiente tóxico en el Congrezoo, la atroz burocracia en el poder ejecutivo y su contagio arriba, al centro, abajo y a los costados; complicados perfiles actitudinales egocentristas que malogran todo. Prevalece la defensa del cargo administrativo antes que la eficiencia y gestión por resultados. En un contexto de crisis, anomia y lucha por la sobrevivencia, el desfile de máscaras, la extraña obsesión por las apariencias, la foto, los discursos con el infaltable brindis de compañía, son hábitos patológicos muy añejos.
Esta élite implementó una variante, que el destacado economista Humberto Campodónico denominó el capitalismo combi (similar a la unidad de transporte público que avanza sin respetar al pasajero y ciudadanía: atropella, mata, acumula papeletas de sanción con total impunidad y sigue operando gracias a la corrupción de autoridades irresponsables que se lo permiten)[5].

Durante las últimas tres décadas instalaron en su gran prensa micrófono, en un sector de la academia y políticos controlados por sus poderosos intereses, esta rara vocación por el autoengaño. Repetían mañana, tarde y noche que estamos muy okey, ¡somos lindos mire usted! Suelen argumentar: ¿No has visto los indicadores socioeconómicos? ¿Acaso no ves el incremento del consumo y crecimiento de las clases medias? Estamos a un paso de ser parte del club de los países más desarrollados del mundo, ¿no lees, no te enteras?

Por su parte, el centro hecho trizas y las izquierdas entrampadas en su falta de Visión, Programa alentador, Escuela de Líderes, Organización inteligente, permanente trabajo en organizaciones sociales de base; mareada la pobre, sigue con su sectarismo y al parecer, su división genética de siempre, cometiendo el mismo error frecuente en todos los partidos políticos: aparecen sólo en elecciones y luego ¡chau, nos vemos! Incluyo un ensayo sobre el tema con la finalidad de debatir propuestas proactivas, adecuadas a los nuevos desafíos.

Contemplar la radiografía del Perú actual causa espanto, pero, felizmente allí, abajo, está la gente que todavía no se rinde, hombres y mujeres que trabajan de sol a sol por el bienestar de sus familias; un pueblo que lucha contra la adversidad, persevera, llora, porfía, se indigna y se moviliza. Los jóvenes salieron masivamente a las calles para protestar contra la denominada “ley pulpín” promovida por la bancada parlamentaria fujimontesinista y sus aliados para recortar los derechos laborales a la juventud.

En el año nuevo 2019, masivas protestas contra la corrupción de los “Cuellos blancos”, (una mafia enquistada en el poder judicial y ministerio público, aliada con políticos y empresarios irresponsables, lumpen, promovían la impunidad en delitos penales por corrupción). El honorable periodismo de investigación logró difundir toda esta inmundicia en sucesivos informes que daban cuenta además de un pequeño grupo de jueces y fiscales honestos dispuestos a combatir la megacorrupción que se creía intocable.

En el mes de noviembre del año 2020, hubo un intento fallido de golpe de Estado propiciado por sectores de la ultraderecha y derecha, liderado por Manuel Merino de Lama, un mediocre congresista que apenas obtuvo 5,271 votos. Su presidencia duró cinco días; luego de la contundente y masiva protesta ciudadana a nivel nacional, tuvo que renunciar. En dicha protesta cívica fueron asesinados los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado, las investigaciones para sancionar ejemplarmente a los responsables de este crimen avanzan a paso de tortuga.

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A pesar de las dificultades, siguen allí firmes los colectivos ciudadanos solidarios, apoyando a las ollas comunes en sectores de pobreza y pobreza extrema afectados por la pandemia, impulsando campañas para la compra del oxígeno siempre escaso. La comunidad académica progresista, colectivos juveniles en campañas masivas que promueven el cuidado de nuestro medio ambiente, solidarizándose con comunidades campesinas y nativas afectadas por las operaciones irresponsables de la industria extractiva.

Jóvenes, con alto nivel de creatividad y espíritu solidario, ganando concursos internacionales en innovación tecnológica para llevar energía y servicios de saneamiento básico a los lugares más pobres, impulsando emprendimientos en micro y pequeña empresa. Danza, música, deporte, cine, teatro; instituciones como MANTHOC trabajando con mucho esfuerzo y mística para evitar que niños y adolescentes sean las víctimas de conductas riesgosas como: alcoholismo, drogadicción, pandillaje, embarazo prematuro.

Mucho movimiento en la base social, sin Liderazgo institucional visionario que pueda encauzar todo este flujo de energía humanista y creativa.

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Conversando con amigos de mi generación de los años ochenta, recordamos el camino recorrido, ¡qué tiempos aquellos!: avanzamos de crisis en crisis con gobiernos ineptos y corruptos, hiperinflación, terrorismo, fenómenos del niño, temblores, terremotos, es decir, sólo nos falta que se caiga el cielo. En esas circunstancias seguramente abriremos una rendija y por allí escaparemos, porque como bien decimos: “somos cholos de acero inoxidable”, alegres, muy alegres y perseverantes, sí señor.

196 provincias, 1874 distritos, fiestas patronales en cada provincia y distrito (sin considerar sus caseríos), festejos familiares y amicales. Somos un pueblo que celebra la vida, una de las razones más potentes por la que el terrorismo demencial no pudo triunfar.

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Son tiempos duros, difíciles. Escucho hablar sobre la clase política, creo sinceramente que existe más bien una temible “fauna política”, “ignorantes desdichados por su propia decisión” diría el gran trovador Facundo Cabral. Fauna caníbal, insensible, mediocre, corrupta, que ha hecho de la política una lucha por el poder, considerando al Estado como un botín en todos sus niveles de gobierno: central, regional, municipal, sectorial; excepciones, ejemplos honorables, respetables, los hay obviamente.

Nuestro tejido social se descompuso a nivel de putrefacción durante el régimen más corrupto de nuestra historia republicana liderado por Alberto Fujimori y su asesor (en realidad el cerebro del régimen) Vladimiro Montesinos.

“Montesinos fue el martillo, Fujimori fue el clavo” afirmó la periodista inglesa Sally Bowen en entrevista al diario “La República” 6. Un estudio elemental de nuestra historia republicana nos permite concluir que el fujimontesinismo es lo más primitivo y lumpenesco, le hace mucho daño al Perú.

Controlaron el Congreso de la República, Poder Judicial, Ministerio Público, los grandes medios de comunicación (siempre al servicio del poder de turno), fuerzas armadas y policiales. Recordemos que fueron encarcelados los tres comandantes generales: Nicolas De Bari hermosa (Ejército), Elesván Bello Vásquez (FAP), Antonio Ibárcena (Marina), además el general Antonio Dianderas (ministro y jefe de la Policía Nacional) y la Fiscal de la Nación Blanca Nélida Colán.

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Observando y analizando la foto completa de la anomia reinante, lo más dañino de las hipercrisis es el chip instalado en miles de ciudadanos, el biotipo criollo: el vivo, el pendejo que hace trampa para lograr lo que quiere, el mentiroso y demagogo, el informal al que le importa un comino cumplir las normas básicas de convivencia civilizada. El “político independiente” que no da cuenta a nadie, el comodín, oportunista, corrupto, cuyo lema favorito lo lleva como tatuaje cerebral: “como es la mía hermanito”.

Esto es lo más complicado en reconstruir según mi modesto parecer, necesitamos los aportes de nuestros neurocientíficos; reconstruir nuestro tejido social, institucional tomará tiempo.

Encajamos en la denominada “sociedad líquida”: volátil, con debilidades institucionales, interrelaciones humanas sumamente frágiles y llenas de incertidumbre, según estudios del destacado sociólogo polaco Zygmunt Bauman[7].

Todo está muy acelerado, la periodista inglesa Sally Bowen en su libro: “Periodista, al fin y al cabo. 20 años de investigación: Sendero, narcotráfico y política en el Perú 1988-2008” comenta:

“…el periodismo en un país social y políticamente complejo como el Perú no dejaba mucho tiempo libre: constantemente había noticias nuevas en plena ebullición, lo que no daba tregua ni siquiera los fines de semana”.

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Las recientes elecciones para presidente de la República y Congrezoo en la primera vuelta, reflejan resultados sorprendentes: los votos nulos y blancos ocuparon el primer lugar, un indicador de la vieja crisis política que venimos soportando.

Fue una campaña feroz, cínica, descerebrante, una elección en la que medios de comunicación vinculados a la derecha y ultraderecha buscaron imponer la victoria de su candidata Keiko Fujimori, por tercera vez no lo lograron.

El reto para el presidente electo Pedro Castillo es enorme, requiere de mucho compromiso y esfuerzo místico, un Plan con metas claras en favor del progreso de las mayorías y un Equipo técnico calificado, con mucha ética profesional que diseñe, ejecute y evalúe los proyectos y programas de desarrollo integral necesarios, así como las urgentes reformas institucionales.

No está todo perdido, nos queda la esperanza vital, en los últimos años veo cuatro sectores que nos permitirán avanzar en la construcción de la Patria nueva, justa, solidaria, educada, culta, con progreso para sus ciudadanos del área urbana y rural.

Tenemos el periodismo honorable de investigación, la comunidad académica e institucional progresista, las masivas movilizaciones ciudadanas y el pequeño grupo de fiscales y jueces comprometidos en la lucha contra la corrupción. Fortalecer estos cuatro sectores como grupos de presión, permitirá exigir a los gobernantes de turno que tomen las decisiones adecuadas en favor del bienestar nacional.

La política, economía y sociedad civil caminan en Perú por rutas diferentes, el reto es pensar, organizar, actuar, con propuestas viables, integrales, visionarias para las fuerzas políticas de izquierda, centro y progresistas. “Decir no NO basta” se titula el libro de la periodista y activista Naomi Klein. El reto es pasar de la protesta a la propuesta integral, viable, acompañada de la más amplia organización y movilización de la sociedad civil progresista.

Tomará tiempo la indispensable reforma política, considerando que son personas elegidas en procesos electorales las que toman decisiones mayormente muy torpes, cercanas al borde del abismo. El reto está abajo, en la sociedad civil que necesita fortalecerse como grupo de presión, caso contrario seguiremos contemplando la crisis circular de siempre.

El destacado sociólogo francés Alain Touraine, en su libro “El fin de las sociedades” afirma: “La creación de nuevos actores sociales es aún más indispensable que el equilibrio de las finanzas públicas e incluso que el crecimiento del producto nacional para superar la actual crisis económica”.

Sí se puede, mantengamos el compromiso, la fe, la esperanza, y sonriamos un poco más, porque en honor a la verdad, tenemos todos los insumos para una película surrealista de Woody Allen y un capítulo de la serie televisiva “El Chavo del ocho”.

El texto es de libre lectura, no tiene correlación cronológica o temática. Espero contribuir a la vital tarea de impulsar un mayor activismo cívico, ciudadano; incluyo en la tercera parte tres escritos de mi querido padre.

 

Cajamarca – Perú, octubre 2021

NOTAS:

1 Título original “Le confessioni”, 2016, dirigida por Roberto Andó.

2 “Augusto Cury: el psiquiatra que dice que el ‘síndrome del pensamiento acelerado’ es el mal de este siglo” publicado por Pierina Pighi en BBC Mundo el 13 de marzo 2019).

3 Conferencia del neurocientífico español Mario Alonso Puig: https://www.youtube.com/watch?v=_9rhVRQwkAI

4 https://larepublica.pe/politica/2021/10/30/contralor-nelson-shack-informa-que-el-peru-perdio-mas-de-22-mil-millones-de-soles-por-la-corrupcion-contraloria/

5 https://politicaypolitologia.blogspot.com/2014/01/

6 https://larepublica.pe/politica/203576-sally-bowen-fujimori-tiene-la-responsabilidad-de-no-enfrentar-a-montesinos/

7 https://www.universia.net/ec/actualidad/vida-universitaria/modernidad-liquida-zygmunt-bauman-que-describe-sociedad-actual-1149215.htm

 

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