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Un sistema financiero sólido

Miguel Clares

Hace unos días la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) publicó datos interesantes en relación a las principales variables de la banca. Asimismo, estas últimas semanas se han estado vertiendo análisis y tendencias noticiosas en relación a la demanda de dólares en el país. Algunos ciudadanos se preguntan ¿Podrá esto afectar al sistema financiero?.

Como analista económico quisiera señalar algunos aspectos relevantes sobre la banca en Bolivia y la especulación que se ha desarrollado en cuanto la compra y venta de dólares. Partamos en primer lugar mencionando el buen desempeño que tuvieron las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) en la colocación de cartera para 2022, la cual fue mayor en 7,7% en relación a 2021, dicha cifra es destacable debido a que el financiamiento que solicitan los prestatarios es priorizado al sector productivo (46,8% del total de la cartera durante 2022), el cual coadyuva el dinamismo de la actividad económica. Por otra parte, se priorizan los créditos de Vivienda de Interés Social (VIS) para reducir el déficit habitacional, que a 2022 alcanzó un saldo de Bs31.316 millones, monto superior en Bs2.205 millones respecto a 2021.

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En cuanto los depósitos, estos crecieron en 6,1% para 2022, reflejo de la confianza que tiene la población en el sistema financiero y por ende en la economía nacional. Se debe puntualizar que el departamento con mayor concentración de depósitos es La Paz (48,8%), seguido de Santa Cruz (31,9%) y Cochabamba (10,9%).

Estas cifras nos llevan a la siguiente pregunta ¿Entonces nuestro sistema financiero es saludable? La respuesta es que sí; al observar la calidad de nuestra cartera de créditos podemos apreciar que el índice de mora alcanzó el 2,2% para 2022, el cual se encuentra por debajo del promedio en la región de 3,0%. En otras palabras, los prestatarios en Bolivia cuentan con una buena cultura de pagos ante sus obligaciones crediticias.

¿Cómo se llegó a establecer estos resultados? Para responder esta pregunta debemos recordar el cambio en la filosofía de los servicios financieros, el cual anteriormente bajo el modelo neoliberal se orientaba únicamente en el lucro de la banca sin importar los derechos de los prestatarios, situación que dio un giro de 180 grados con la aplicación de la Ley de Servicios Financieros en agosto de 2013.

Desde la aplicación de la mencionada ley, el espíritu que empezó a caracterizar a los servicios financieros se fundamenta en la aplicación de la función social. ¿Qué quiere decir esto? Que se empezaron a priorizar los derechos de los usuarios financieros sobre los intereses de la banca, promoviendo la inclusión financiera y otorgando mejores condiciones de servicio de la banca para el pueblo boliviano, sin deteriorar las utilidades de la banca, las cuales ascendieron en 24,9% entre 2021 y 2022.

Finalmente, ¿La última demanda inusual por dólares afectará al sistema financiero? La respuesta es que no; claramente porque nuestro sistema financiero cuenta con un 99% de la colocación de créditos en moneda nacional y un 86% de captación de depósitos también en moneda nacional. En ese sentido, todos los resultados mencionados en el presente artículo de opinión se dieron producto de una estabilidad financiera y económica que proporcionó la moneda boliviana en el marco de la bolivianización.

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