Biden vs Dina: EE.UU. pide adelantar elecciones en Perú

Isaac Bigio

EEUU acaba de sumarse a la serie de países americanos que piden cambios en Perú. Brian Nicholson, subsecretario de Estado para los asuntos del hemisferio occidental, sostuvo que la democracia peruana es frágil, condenó al autogolpe de Castillo como “claramente inconstitucional” y aseveró que el presidente Joe Biden sigue de cerca lo que pasa en el Perú para “impulsar el orden democrático” en el país. Apoyó el adelanto de los comicios generales: “Esperamos que la presidenta Boluarte y el Congreso puedan llegar a un acuerdo para avanzar las elecciones y que los peruanos puedan confiar en la democracia”.

Nicholson es la principal figura del Gobierno especializada en Latinoamérica, habla muy bien el castellano y ha sido diplomático en Lima, donde en 1989 trabajó en el consulado (como su primera labor en el servicio exterior) y luego fue embajador (del 3 de julio 2014 al 13 de octubre del 2017). Una de sus principales condecoraciones es la orden del sol del Perú, una república a la cual él ha estado mucho tiempo ligado.

EE.UU. domina al Perú

Varios congresistas desde la ultraderecha hasta la izquierda han cuestionado sus declaraciones afirmando que el Perú es un país soberano. Sin embargo, Washington es, desde hace un siglo, la megapotencia que domina al país y cuyas decisiones muchas veces pueden ayudar a mantener o sacar a un Gobierno.

Cuando la derecha quiso desconocer los resultados de la segunda vuelta del 6 de junio del 2021, Biden se opuso a ello. La delegación encabezada por Jorge Montoya no fue recibida por nadie en la sede de la OEA ni en el Congreso de Washington. Esta capital había sufrido en carne propia un amago de golpe de Estado por parte de las huestes de Donald Trump el 6 de enero de dicho año quienes quisieron impedir la transferencia de mando. La nueva Casa Blanca ya no estaba interesada en conspirar contra el veredicto de las urnas, tal y cuál había pasado en 2019, cuando los republicanos animaron los golpes contra Nicolás Maduro en Venezuela y Evo Morales en Bolivia. Los demócratas buscaron colaborar con Pedro castillo buscándolo transformar en un aliado “moderado”.

Castillo respondió alineándose completamente con Biden, con quien posó varias veces. En la cumbre de las Américas de Los Ángeles de junio 2022 fue el único mandatario que se reclamaba “progresista” de la región en no cuestionar la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela y en repetir el sologan de la doctrina Monroe “América para los americanos”. Luis Almagro, Secretario General de la OEA, fue muy cercano a él buscando así tratar de cambiar su imagen de golpistas que le enrostra la izquierda latinoamericana e intentando que Castillo le sirviese como bisagra entre los presidentes conservadores (como Jair Bolsonaro en Brasil o Ivàn Duque en Colombia) y los “progresistas”.

Giros en Washington

Los escándalos de corrupción de Castillo, la ingobernabilidad y los constantes choques con el Congreso convencieron a Washington que era necesario remplazarlo a él. Apenas Castillo leyó su mensaje del 7 de diciembre donde emulaba varias posturas y frases que el que dio Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992, la embajadora norteamericana Lisa Kenna tuiteó cuestionando ello. Con ello, la megapotencia daba su aval a Dina Boluarte a quien inmediatamente la diplomacia estadounidense reconoció como Presidente legítima.

Hoy, sin embargo, Boluarte ha demostrado que no puede viabilizar un Gobierno a largo o mediano plazo. Ella es la presidenta que más manifestantes ha asesinado en su propio país en todo el mundo. Boluarte y el Congreso son altamente impopulares. Este es el único parlamento del planeta que solo es apoyado por 1 de cada 16 a 17 electores y que viene generando más de 2 meses de constantes protestas en su contra. Una situación de extrema inestabilidad es algo que amenaza los intereses norteamericanos en el Perú y en la región.

Por ello, a EEUU le conviene renovar a los desgastados poderes legislativo y ejecutivo. Biden puede estar dispuesto a sacrificar a Boluarte (así como antes hizo lo mismo con Castillo). La nueva embajadora Stephanie Syptak-Ramnath ha de ir operando un cambio de timón de la diplomacia norteamericana en Lima.

Con el adelantamiento de elecciones la tesis es que algo cambie para que todo siga igual. Lo que urge es una completa reorganización del país, algo que debe ser logrado mediante una nueva Constituyente plurinacional y con plenos poderes.

Isaac Bigio

Isaac Bigio es un analista internacional formado en la London School of Economics & Political Sciences. En ésta, considerada la principal universidad internacional especializada en ciencias sociales, él ha obtenido grados y postgrados en Historia y Política Económica, y ha estado investigando y enseñando. Su especialidad son países en conflicto y transición entre distintos sistemas sociales. Ha llevado cursos y seminarios en el Instituto Europeo, la Escuela de estudios Asiáticos y Orientales, la escuela de Estudios Eslávicos y Europeo Orientales así como en otras dependencias de la Universidad de Londres. Es una de los analistas que habla castellano o portugués con mayor conocimiento de las guerras en Afganistán, el Medio Oriente o los Balcanes. Sus artículos han sido publicados en unos 200 medios en 5 continentes. Es columnista regular de El Comercio (Perú y Ecuador), La Patria (Bolivia), El Panamá América, Noticias (Reino Unido), La Opinión (EEUU) y otros diarios y decanos. Colabora con la BBC, CNI, Canal N, Radio Progreso y diversas emisoras de radio y TV. Sus escritos son difundidos por medios afiliados al ALAI, Adital, al Grupo de Diarios de América y otras redes de prensa. Diversos diarios electrónicos le han creado páginas web entre ellos Notionline, informativos.net, altopilar.com, analítica.com, Gran Valparaíso y El Ojo Crítico Digital.
En 1998 obtuvo 2 Premios significativos: el de la Excelencia de Dillons-Waterstone (la mayor librería británica), y el E.H. Carr del Departamento de Política Internacional de la Universidad de Gales, Aberyswyth (el primer departamento de dicha disciplina en el mundo).
Isaac Bigio se encuentra escribiendo un libro sobre la revolución boliviana de 1952.

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