Palabra de presidente

En febrero de 2022 se anunció la destrucción del gasoducto, ahora los reflectores apuntan a EE.UU.

J. Osvaldo Calle Quiñonez

En febrero de 2022, en una conferencia de prensa el presidente estadounidense, Joseph Biden, afirmó que, si Rusia invadía Ucrania, derribaría el gasoducto Nord Stream. Días después, el 24 de febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania y siete meses después tres explosiones dejaron inutilizado el principal ducto que transportaba gas natural de Rusia a Alemania. Hasta ahora no se conocen los resultados de las investigaciones iniciadas para dar con los responsables. Pero ahora todos los reflectores apuntan a Estados Unidos, después de que el periodista estadounidense Seymour Hersh publicara in informe afirmando que fue la Armada estadounidense la responsable de esas explosiones.

El 26 de septiembre de 2022 una serie de explosiones destruyeron los gasoductos Nord Stream 1 y 2, el primero de los cuales era uno de los principales para la provisión de gas natural a Europa y el segundo todavía no había entrado en servicio.

“Estoy muy satisfecha de saber que el Nord Stream 2 es un trozo de metal en el fondo del mar”, declaró en enero la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, durante una audiencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos.

Aunque se anunció la realización de investigaciones para establecer los responsables, no se conoce todavía los resultados, aunque sí, voceros rusos declararon que no se les permite participar en las investigaciones.

Cuando el tema había casi desaparecido de las noticias, un artículo del periodista Hersch, ganador del premio Pulitzer en 1970 por sus denuncias de la Matanza de Mỹ Lai, ocurrida en 1969 durante la guerra de Vietnam, y con un trabajo reconocido por sus denuncias del tratamiento que se daba a los prisioneros de la cárcel de Abu Ghraib, en Irak, publicó en su blog un artículo titulado “Así eliminó Estados Unidos los gasoductos Nord Stream”.

Según el artículo, “La Administración Biden cumplió sus amenazas: un grupo de buzos de la Marina aprovechó unas maniobras de la OTAN en el Báltico para colocar explosivos en los oleoductos y la Armada noruega los hizo detonar tres meses después lanzando una boya sonar”.

Según el artículo, el gobierno estadounidense y sus socios de la OTAN, consideraban el Nord Stream como una amenaza a occidente. El Nord Stream 2, que ya se había acabado de construir agravaría el problema.

En diciembre de 2021 el consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan habría convocado a un grupo de trabajo y pidió recomendaciones sobre el cómo responder a la inminente invasión rusa a Ucrania. “Lo que quedó claro para los participantes, según la fuente con conocimiento directo del proceso, es que Sullivan pretendía que el grupo presentara un plan para la destrucción de los dos gasoductos Nord Stream, y que estaba cumpliendo los deseos del presidente.”, dice Hersh en su artículo.

El 7 de febrero, al término de una reunión con el canciller alemán Olaf Scholz, Bidem anunció que iban a destruir el Nord Stream, y desde ese día el plan pasó “de ser una operación encubierta que requería informar al Congreso a considerarse una operación de inteligencia altamente secreta con apoyo militar estadounidense.

El atentado se realizó, según el artículo, con el apoyo de Noruega, los explosivos se colocaron durante la realización de los ejercicios militares de la OTAN BALTOPS que se realizó con la participación de 14 países aliados y dos socios, aunque a la Casa Blanca le preocupaba que la detonación se produzca apenas dos días del final de las maniobras de la OTAN.

“El 26 de septiembre de 2022, un avión de vigilancia P8 de la Marina noruega realizó un vuelo aparentemente rutinario y lanzó una boya de sonar. La señal se propagó bajo el agua, inicialmente al Nord Stream 2 y luego al Nord Stream 1. Pocas horas después, se activaron los explosivos C4 de alta potencia y tres de las cuatro tuberías quedaron fuera de servicio”, dice el artículo.

Difundido el artículo, los gobiernos de Estados Unidos y Noruega se apresuraron por negar su participación en el caso.

Hasta ahora no se conoce, de manera oficial, a los autores del atentado. Lo que si afirmaron los investigadores suecos a cargo del caso es que se trató de un sabotaje, mientras los investigadores alemanes afirmaron que no hay pruebas de que Rusia esté detrás del atentado. Hasta ahora solo se sabe que alguien voló dos gasoductos y que se cumplió lo que Biden había anticipado que iba a pasar.

J. Osvaldo Calle Quiñonez

Periodista especializado en economía. Trabajó en el Semanario Aquí, los periódicos, La Razón, Ultima Hora, Hoy, La Prensa y el semanario Pulso. En 2000 incursionó en el periodismo electrónico organizando el sitio report-e.com y en la actualidad dirige el periódico por Internet www.bolpress.com.
Ha escrito libros sobre los procesos de reforma económica y es colaborador de publicaciones en México, España y Bélgica. En la actualidad reside en Alemania.

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