Arce condena el resurgimiento de grupos que pretenden desestabilizar gobiernos electos

Buenos Aires, Argentina, (ABI).- En la VII cumbre de Jefas y Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente Luis Arce condenó los actos violentos y el resurgimiento de expresiones antidemocráticas en la región que buscan desestabilizar gobiernos democráticamente electos.

“Estamos preocupados porque este tipo de acciones de violencia, intimidación, racismo y amenazas impulsadas por grupos oligárquicos sólo pretenden desestabilizar gobiernos democráticamente electos, pretendiendo ganar con estas acciones lo que no ganaron en las justas electorales, que son la base de un sistema democrático”, afirmó Arce en el cónclave latinoamericano y caribeño, que tiene lugar en Buenos Aires, Argentina.

Expresó su preocupación por que se viven tiempos en los que, lastimosamente, los gobiernos progresistas de izquierda, enfrentan duros embates por parte de sectores que sólo piensan en sus propios intereses, antes que en los de su pueblo.

Por ello arremeten contra la democracia y sus instituciones a través de actos violentos, como en Brasil, tras el triunfo electoral de Lula Da Silva, o como los ocurridos en Bolivia en 2019 que terminaron en un golpe de Estado.

“Hoy en Bolivia vemos el resurgir de este tipo de manifestaciones violentas, como las que recientemente culminaron con la quema de instituciones públicas y privadas en la ciudad de Santa Cruz e incluso torturas físicas a trabajadores del sector público”, denunció.

Afirmó que América Latina no puede permitirse el lujo de reeditar una nueva versión “monroista” y “macartista” como mecanismos para lograr por la fuerza el control territorial y la derrota del que consideran el “enemigo”.

“No podemos permitir como pueblos, gobiernos y Estados latinoamericanos y caribeños que se pretenda tomar por la fuerza lo que no se ha conseguido en las urnas”.

En ese sentido, solicitó a la Celac se transforme en una sola voz para condenar, de la manera más firme y enérgica, todos estos actos de violencia, torturas, terror, de destrucción de las instituciones y desestabilización que amenazan a los países de la región, a sus sistemas políticos y a la convivencia pacífica, y exigir a la par el irrestricto respeto a la voluntad popular expresada a través del voto.

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