Dar golpe es democracia

Jesus Javier Luque López

En 2019, se creó una corriente política con la cual se convenció a la ciudadanía que en las elecciones iban a ser fraudulentas (antes de que se realicen las elecciones de 2019 ya se hablaba de fraude), cuando llego el día de las elecciones, estos políticos creyeron que la mayoría de los bolivianos nos habíamos tragado sus patrañas.

En la asonada de 2019, se vulnero la Constitución en varios aspectos, no se dejó que se cumpla el periodo constitucional del Presidente (debía cumplirse en enero 2020), la Asamblea no leyó la renuncia del Presidente, de ser legal la “renuncia” del Presidente no había cuórum en la Cámara de Senadores, los militares impusieron la banda presidencial y muchos otros, sin embargo el debate sigue en el sentido si fue golpe de Estado o no.

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Sea cual sea la condición jurídica de la asonada de 2019, lo que se debe tomar en cuenta que el liderazgo indiscutible de la asonada fue Luis Fernando Camacho, reconocido por él, por las plataformas políticas, por los Comités Cívicos, por la prensa nacional, internacional y por varias organizaciones internacionales. Pero este liderazgo no solo era para salir como “héroe” y en las fotos en esos días, ese liderazgo implica responsabilidad por los resultados del mencionado movimiento político.

Los hechos de 2019, provocaron más de 30 personas muertas en Cochabamba y El Alto, estos asesinatos tienen que tener sus respectivos responsables (intelectuales y materiales), varios militares ya confesaron sus delitos materiales de 2019, ahora el “héroe” de esa asonada tendría que ser el responsable intelectual de esos asesinatos.

Pero el sr. Camacho, después de que su aventura duro solo 11 meses, Bolivia le demostró que prefiere la democracia y no la toma del gobierno a través de amotinamiento de policías y militares porque el “papito” del líder “cerro” con los jefes de estas instituciones, para que no intervengan en la defensa del orden constituido, sin considerar estos aspectos la arrogancia de este líder continuo, con amenazas de “que tenía la receta” para tumbar gobiernos, de que debía revisarse la relación del Santa Cruz con el Estado Boliviano y otras que subjetivamente quieren guiar a una independencia del departamento cruceño.

El gobierno, la justicia, la policía, los militares y toda entidad estatal debería perseguir y sancionar a todo aquel ciudadano nacional o extranjero que no piense en la democracia o que enfrente y/o plantee acabar con este sistema aceptado por la ciudadanía boliviana que es la DEMOCRACIA.

Nunca más deberá haber ciudadanos que quieran o acepten tomar el poder de otra manera que no sea elecciones y nunca más las FF.AA. y policía deberán acatar órdenes de disparar contra su pueblo, para evitar eso se debe castigar severamente a los últimos aventureros que osaron tomar el gobierno sin elecciones y dispararon contra su pueblo, el que sean gobernadores o alcaldes electos no debe ser pretexto para que quieran obtener impunidad, todos somos iguales ante la ley y debemos someternos a ella.

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