El PGE centralista
Como es de conocimiento público, el PGE 2023 que se está evaluando en la Asamblea Legislativa lleva consigo una meta de crecimiento económico de 4,86% y una inflación de 3,57%. Estas variables macroeconómicas son importantes porque son variables que se usan para la estimación de recaudación de impuestos que pertenecen al dominio tributario nacional, así como para el determinar el déficit fiscal en porcentaje del PIB.
El PGE 2023 refleja la estimación de recursos y programación de ejecución de gastos. Por el lado de recursos no solo se refleja los impuestos de dominio tributario nacional, también contempla los impuestos de los gobiernos departamentales y municipales, los ingresos de operación de empresas públicas, las regalías (mineras, hidrocarburíferas, Agropecuarias y Forestales), las donaciones, los recursos que no serán gastados en su totalidad en 2022, tasas, multas, patentes, crédito y otros ingresos.
Escuché hablar a algunos diputados y analistas de que el Presupuesto General del Estado (PGE) es “centralista”, como economista inmediatamente noté que solo evaluaban el presupuesto de recursos, pero ¿qué hay del presupuesto de gastos? me preguntaba yo, porque el PGE agregado y consolidado respeta el principio de equilibrio presupuestario (Recursos = Gastos).
Bueno, entre las más sobresalientes de ese “presupuesto centralizado” del que nos llega a todos los bolivianos y que no es ejecutada por las Entidades Territoriales Autónomas (ETAs), están la programación del subsidio para que el precio del diésel se mantenga fija en Bs3,72 por Litro, el subsidio para que el pan esté en Bs0,50 por unidad, las tarifas de descuento de luz y agua para las personas mayores de 60 años, la devolución del IVA del 5% para todas las personas que compramos con facturas y estamos registrados ante el Servicio de Impuestos Nacionales como beneficiarios, los bonos que recibirán los niños, madres, discapacitados y adultos mayores en 2023, y hasta el presupuesto de los jubilados a quienes se los ve cobrar en los bancos los primeros días de cada mes.
Sobre el presupuesto centralista, vi pertinente informar que la programación de gastos de los niveles institucionales que conforman el PGE (Órganos del Estado, Instituciones de Control y Defensa del Estado, Instituciones Descentralizadas, Empresas Públicas, ETAs, Universidades Públicas, Instituciones de Seguridad Social e Instituciones Financieras Bancarias y No Bancarias) se realiza de acuerdo a las competencias definidas en la Constitución Política del Estado (CPE), como ser: las competencias privativas, exclusivas, concurrentes y compartidas.
Por la vulneración del mandato constitucional que define las competencias incluso mi gobernador ó alcalde puede estar involucrado en procesos penales por la misma CPE y por la Ley 1178 de Administración y Control Gubernamentales, toda vez que la CPE no fue modificada y por tanto es la norma suprema del ordenamiento jurídico boliviano que goza de primacía frente a cualquier otra disposición normativa, aspecto que no se está considerando para la reasignación del “presupuesto centralista”.
En el supuesto de que ese “presupuesto centralizado” de recursos sea transferido a las ETAs, no significaría mayores recursos para que las ETAs usen para sus gastos de funcionamiento, por el contrario, significaría una delegación de competencias de otros niveles institucionales hacia las ETAS porque el PGE tiene programado la ejecución de políticas sociales y económicas en todo el territorio boliviano, y ésas políticas se tienen que pagar sí o sí. Aspecto que hasta sería un alivio para el gobierno porque los conflictos sociales se trasladarían a las alcaldías ó gobernaciones.
Además, en la composición del gasto corriente del PGE 2023 del Órgano Ejecutivo se tiene previsto el pago de intereses de la deuda como así también las amortizaciones, y por otra parte considerando que el PGE 2023 refleja un déficit fiscal de 7,49% del PIB, aunque es menor en 0,52 puntos porcentuales respecto al PGE 2022 ¿Quién se haría cargo de esta deuda? ninguna ETA querrá hacerse cargo de esta deuda obviamente. En el ámbito político de peleas presupuestarias no hay eso que vemos en la vida real como la compra de deudas que realizan los bancos.
Finalmente, quiero manifestar que el PGE no es arbitrario en desmedro de las ETAs como se pretende confundir porque se realiza de acuerdo a las normativas vigentes. Las propuestas de asignar mayores recursos no deben ir por el lado de reasignación del presupuesto centralista porque es ahogarlas con más competencias a las ETAs, es mejor proponer nuevas fuentes de ingreso que reasignaciones presupuestarias para que el panorama sea distinta.