En Ecuador, hay dirigentes universitarios que tienen una perspectiva ideológica, académica y autónoma. En Bolivia, hace dos décadas, los viejos dirigentes universitarios protegen sus intereses con un creciente prebendalismo y una corrupción generalizada

Unos luchan y estudian en las universidades, otros se corrompen

Juan Carlos Marañón Albarracín

Boya.News – Existen abismales diferencias entre dirigentes de las máximas organizaciones universitarias de Bolivia y Ecuador. Un ejemplo vital es que la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) y sus afiliadas se financian con aportes de los propios estudiantes, que no superan los cinco centavos de dólar. Contrariamente, la Confederación Universitaria Boliviana (CUB) y 11 Federaciones Universitarias Locales (FULes) reciben, del Estado y de las universidades, millones de bolivianos para costear sus actividades.

Los millones de bolivianos que manejan la CUB y las FULes provienen de un porcentaje de las matrículas que pagan los estudiantes al inscribirse. Además, el Artículo 2° inciso I del Decreto Supremo 1322, de agosto del 2012, “autoriza a las universidades públicas el uso anual de hasta el 5% de los fondos percibidos por concepto del IDH para financiar actividades y representaciones desarrolladas por los estudiantes universitarios, relacionadas con la Extensión Universitaria, Cultura, Deportes a nivel local, nacional e internacional”.

Pese a la evidente dependencia financiera, los “líderes” universitarios bolivianos se declaran “independientes” y, hace dos décadas, se cobijan en la histórica e intocable autonomía universitaria para evitar rendir cuentas, eluden la fiscalización de los fondos públicos que reciben en coordinación con las autoridades universitarias.

En Ecuador, la organización estudiantil más grande e influyente a niveles académico y político es sostenida económicamente por los propios estudiantes. “No recibimos ningún presupuesto del Estado ni de ninguna universidad”, dijo el presidente de la FEUE, Mauricio Chiluisa, en entrevista telefónica con Boya.News, mientras cumplía su primer día de huelga de hambre en apoyo a los maestros que rechazan el veto del presidente Guillermo Lasso a los cambios de la Ley Orgánica de Educación Intercultural.

 

Mauricio Chiluisa anuncia el fin de la huelga de hambre, junto a los maestros, tras lograr un nuevo triunfo político (Foto: Facebook de la FEUE)

Chiluisa explicó que los universitarios se sienten representados porque se defienden sus derechos y al ver una organización útil, la financian. “La acción de la FEUE es realmente autónoma porque las filiales tampoco reciben dineros del Estado ni de las universidades”.

“Todo es autogestión, hacemos campañas financieras, rifas, bailes y otras actividades para solventar los gastos”, precisó el líder de los estudiantes ecuatorianos que nació en la ciudad de Lacatunga y desde sus 11 años se involucró en la lucha estudiantil. A los 16 años fue electo presidente nacional de la Federación de Estudiantes de Secundaria del Ecuador.

“Luchar y estudiar…”

Chiluisa tiene 26 años, estudió en la Universidad Técnica de Cotopaxi, se tituló hace pocos meses como Licenciado en Comunicación Social, carrera que cursó en cuatro años. Inició una maestría que espera terminar “máximo en un año y medio”. Consultado por qué entró tarde a la universidad, reaccionó firme: “estoy para hablar de temas políticos, no de temas personales…”.

Es evidente, la política mueve a la FEUE que cumplió 80 años de existencia. “Es una organización social, democrática, patriótica y solidaria que busca una educación científica de calidad al servicio de los pueblos”. La consigna que moviliza a la organización más grande del Ecuador, que tiene medio millón de universitarios, es “luchar y estudiar, junto al pueblo, por la revolución”.

En la página web y redes sociales de la FEUE se apreció el alto nivel de organización y respuesta política con base en su declaración de principios, objetivos e información de su movimiento reivindicativo. Es una organización reconocida de izquierda y respetada, defensora de causas sociales, con seguidores entre izquierdistas, maestros y trabajadores, que denunció la corrupción en las universidades estatales del Ecuador.

Importante relevo generacional 

¿En Ecuador, puede estar 20 años en la universidad y ser dirigente? “¡No…!, no…, no… Aquí existe un relevo generacional importante. Cumplí un ciclo en la organización”, respondió el líder universitario que hace tres años está al frente de la FEUE, “las federaciones aprobaron una extensión máxima de un año que finaliza en agosto. Ahora, organizo el congreso nacional para elegir a otro compañero o compañera”.

¿Cuántos objetivos lograron en su gestión? “No podemos hablar de objetivos logrados porque no alcanzamos una educación de calidad que responda a los intereses de pueblo ecuatoriano. Los gobiernos recortan presupuesto a la educación. Continuamos en esa lucha”, dijo y destacó que tuvieron victorias como la defensa de la autonomía universitaria y la defensa de la organización estudiantil.

Entre otras victorias, cuenta la presentación de 31 observaciones a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) referidas al cogobierno, presupuesto, derechos estudiantiles, autonomía, conformación del Consejo de Educación Superior (CES), además de garantizar y mejorar la investigación dentro de las universidades públicas de Ecuador. Ahora, las propuestas deben discutirse en la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional de Ecuador.

Independencia frente a los gobiernos

¿Cuál es su relación con los gobiernos ecuatorianos? “No respondemos a los gobiernos de turno. Siempre tenemos una independencia frente a los gobiernos que atentan contra la educación y buscan dividir la lucha social. Fuimos oposición al gobierno de Rafael Correa, incluso encarceló tres años a nuestro presidente nacional, Marcelo Olivera”.

Chiluisa insistió en que la FEUE está “a lado del pueblo, de las luchas sociales y de las reivindicaciones para dar mejor educación al Ecuador”. Ante el gobierno de Guillermo Laso, “los dirigentes hemos sido francos y frontales porque atenta contra la educación. Es un gobierno de derecha neoliberal que está contra los universitarios y los pueblos del Ecuador”.

¿Conoce sobre la dirigencia estudiantil en Bolivia? “Ante la independencia que tiene cada organización, no puedo dar criterios. Conozco la situación, pero la CUB es parte de la Organización Caribeña de Estudiantes. No recibí información oficial, por parte de la OCLAI, no puedo emitir ningún criterio a nombre de mi organización”, concluyó.

CUB: prebendalismo y corrupción

De la conversación con Chiluisa queda claro que los dirigentes ecuatorianos tienen una perspectiva ideológica, institucional, académica, autónoma y sustentan un movimiento reivindicativo para defender sus derechos. En Bolivia, los dirigentes universitarios están enfocados en intereses personales y de grupo, con un creciente prebendalismo, clientelismo, chantaje y corrupción generalizada.

La muerte de cuatro universitarias, Daniela Edith (22), Gladis Acuña Colque (23), Rayza Vania Colque (23) y Jhoselyn Hilda Barto Colque (23), por una avalancha humana provocada por la explosión de una granada de gas en un predio de la estatal Universidad Tomás Frías de Potosí (UTFP), develó las pugnas en la elección para controlar la FUL, alentadas por el presidente de la CUB, Max Mendoza, quien ejercía ilegalmente el cargo de “secretario nacional del Comité Ejecutivo de Universidad Boliviana”.

Estudiantes potosinos sospechan que el propósito de ese atentado no solo era evitar la elección de la nueva directiva de la FUL, sino postergar, otra vez, el reinicio del XIII Congreso Nacional de Universidades. La suspensión de ese evento, en mayo del 2018, posibilitó que Max Mendoza quede, durante cuatro años, como miembro del presídium y asuma un cargo que no le corresponde porque no era docente ni tenía un título profesional.

Con un sueldo mensual de Bs21.870 ($us 3.150), 52 años, 27 años de permanencia como estudiante en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba, dos carreras sin concluir, Ingeniería Industrial y Ciencias Jurídicas; muchos ceros, 232 materias tomadas, 155 abandonadas, 42 reprobadas, 35 aprobados y una nota máxima de 51 en dibujo técnico, Max Mendoza fue dirigente por más de 10 años de la CUB.

 


Max Mendoza ejerciendo como dirigente de largo aliento. (Foto tomada del Facebook de la CUB)

 

Entre otros beneficios, el llamado dinosaurio tenía dos vehículos a su disposición. En el 2018 cobró Bs73.627 de viáticos por viajes a Cuba, Estados Unidos y México, pedía a las universidades aportes de Bs28.000 del pago por matrículas de los estudiantes. Como político fue partidario de Nueva Fuerza Republicana (NFR), del actual alcalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa; el 2018 se registró como militante del MAS y en 2019 se acercó al gobierno derechista de Jeanine Áñez.

Ahora, Max Mendoza está preso en la cárcel de San Pedro de La Paz y acusado de usurpar funciones y conducta antieconómica. Sin embargo, su influencia en las organizaciones universitarias no se extinguió, prueba de ello es que uno de sus defensores y promocionados, el secretario de la FUL de la Universidad Amazónica de Pando, Wálter Junhior Nakashima Puerta, ya demostró su torcido accionar en las plenarias del XIII Congreso Nacional de Universidades.

¿Quiénes conocían a Max Mendoza? Todas las autoridades del Sistema Universitario Boliviano, periodistas de las redes nacionales de televisión en las que fue entrevistado como ejecutivo de la CUB, gran parte de la población boliviana que vio el “Debate Presidencial 2020”, donde se codeó con Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho, Jorge Tuto Quiroga y el ahora presidente Luis Arce Catacora que aún es docente de la UMSA.

 


Max Mendoza apareció como auspiciador del debate presidencial en el 2020. (Foto tomada del Facebook de la CUB)

 

Max Mendoza se campeó impune por todo el país sin que nadie observe que no era un estudiante. Apareció en reuniones oficiales de las universidades con su clásico traje azul, camisa blanca, corbata roja y un infaltable pañuelo al tono para ostentar sobriedad, imitando sin fortuna a un gentleman para encubrir un cargo que lo delataba, pero que las principales autoridades universitarias del país no quisieron cuestionar.

Tras la caída de Mendoza, algunos estudiantes se animaron a denunciar a otros “dinosaurios”, dirigentes que están décadas sin concluir sus carreras. En la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) apuntaron a Álvaro Quelali Calle, 37 años, ejecutivo de la FUL hace tres gestiones y que hace 21 años se matriculó en la carrera de Matemáticas y después en la carrera de Ingeniería de Sistemas. Esta gestión decidirá el destino de Bs4,2 millones de presupuesto.

En seis años como dirigente, Quelali recibió Bs681.000 y las cuentas no están claras. Bs200.000 para un viaje a Cuba de 10 estudiantes que no eran de la UMSA, cuando debían viajar solo dos universitarios. Otros Bs200.000 de fondos IDH para comprar insumos de bioseguridad, “hasta la fecha no compró un alcohol en gel. Y Bs281.000 para las elecciones de la FUL del 2021, que fueron un fraude en complicidad con Max Mendoza”, denunció a ANF el estudiante Kely Apaza.

Cuando el Honorable Consejo de la UMSA aprobó la resolución 144/2022 para contratar un perito que investigue e identifique quiénes son los autores de los memes publicados en contra de Quelali, el dirigente mostró su poder y los vínculos con el rector Óscar Heredia, quien días antes se jactó de no haber pactado con estructuras estudiantiles para ser elegido.

Ante semejante papelón, el secretario general de la estatal paceña, Israel Centellas Vargas, argumentó que “al redactar la resolución cometimos un error, que lo asumimos desde la Secretaría General. Eso da entender que el rector Óscar Heredia estaría resguardando o protegiendo la imagen de Quelali, algo totalmente falso. Ese no es el sentido de la resolución, porque el Rector habla de lo que se puede hacer para defender el honor y la honra de toda la comunidad universitaria, no de una persona”.

Días después, en Potosí, en el XIII Congreso Nacional de Universidades, el rector Heredia, el dirigente Quelali y el secretario Centellas votaron unidos para que el asesor de la Universidad de Siglo XX, Freddy Mendoza, sea elegido Secretario Ejecutivo Nacional de la CEUB e Israel Centellas Vargas elegido Secretario Nacional de Desarrollo Institucional: Todo volvía a la normalidad en la UMSA.

 


Meme en redes sociales del ahora ex secretario general de la UMSA, Ismael Centellas, que aparece sentado y de rodillas el secretario ejecutivo de la FUL, Álvaro Quelali. (Foto tomada del Facebook “somos millones”)

 

En la Universidad Gabriel René Moreno (UAGRM) también hay denuncias. En el programa radial “Ganas, poder y fama” se mostraron seis cheques a nombre del ejecutivo de la FUL cruceña, José Daniel Suárez, quien recibió Bs374.000 y recién rendirá cuentas cuando termine su gestión, prolongada a cuatro años por la pandemia del Covid-19.

Suárez tiene 29 años, está hace 11 años en la UAGRM, tiene 25 aplazos. Hace seis años que está en la dirigencia ocupando otros cargos, cree que pronto terminará su carrera. Promete presentar un informe detallado y con facturas de los recursos que recibió. Asegura que en su gestión se compraron ambulancias, un bus; se amplió la guardería, se construyeron comedores en provincias, un campo deportivo, equipamiento de un gimnasio para los estudiantes y docentes.

Es evidente que el vital interés de los viejos dirigentes de las universidades bolivianos es el dinero y el poder, además de una carrera política dentro y fuera de la universidad. Internamente buscan empleos o ascensos hasta llegar a la docencia si logran titularse. Externamente quedan vinculados algún partido político que los financió en sus campañas, entre tanto en el Sistema Universitario Boliviano se encuba y cultiva el germen de la corrupción.

 

*Foto principal: Imagen del XIII Congreso Nacional de Universidades, donde la corrupción en las dirigencias estudiantes y el aval de algunas autoridades fue el tema principal de debate (Foto: recorte redes sociales UMSA)

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