Vacunas y fideicomisos

Miguel Angel Marañon Urquidi

Hace dos meses atrás, mi primogénito empezó a trabajar, con un sueldo “aceptable”, al recibir su segundo sueldo me permitió entablar un dialogo intercambiando aspectos laborales y profesionales, es este aspecto al concluir el intercambio de experiencias, me salió con que quería comprarse un auto, mi primera reacción fue decirle que el auto familiar que poseemos podía utilizarlo cuando fuera necesario, pero el insistió indicando que el sueldo que recibía le daba para comprarse su vehículo propio, mis argumentos ya no servían, solo me quedaba aceptar ese gasto en el marco de su autonomía laboral; en el momento de la aceptación me propuso que yo le preste el dinero para dicha adquisición y que él me pagaría máximo en año y medio.

Similar argumento, utilizó el alcalde de La Paz y algunas otras autoridades que hicieron toda una campaña mediática, argumentando que el gobierno era ineficaz al momento de conseguir vacunas, que ellos tenían contactos tanto con gobiernos afines como con empresas farmacéuticas internacionales, un poco más y nos hacen creer que las vacunas ya estaban en la frontera y que solo se requería que el gobierno apruebe el Decreto Supremo que autoriza a los municipios y gobernaciones a importar vacunas contra la COVID-19.

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Estas autoridades, declararon que los municipios a su cargo harían grandes esfuerzos financieros para realizar modificaciones a sus presupuestos y liberar dinero para que puedan comprar vacunas destinadas a sus municipios, hablaron de convenios estratégicos con empresas privadas  nacionales e internacionales, todo este argumento estaba orientado a que el gobierno apruebe la mencionada norma.

Una vez que se aprobó la norma, surge el alcalde indicando que el gobierno debería crear un fideicomiso “especial” para prestar dinero a los municipios y que estos realicen las compras de vacunas, esta inexperiencia de esta autoridad nos hace ver que no existe una planificación ni un análisis serio respecto a cómo enfrentar la pandemia desde el municipio, si llegara a concretarse la propuesta absurda de crear un fideicomiso, esta solo generaría la duplicidad de esfuerzo y recursos.

No analizaron ni analizan que los escases de vacunas y el incumplimiento de entrega de los laboratorios y de los países productores, incluido el mecanismo COVAX, no pudieron cumplir debido a razones sociales y políticas que se vienen dando en el desarrollo de la pandemia, no es que al gobierno le falte dinero, contactos o falta de voluntad, este incumplimiento de los fabricantes está ocasionando dificultades en todos los países en desarrollo, sobre todo en Sudamérica (con excepción de Chile), más aun cuando solo 10 países compraron el 80% de las vacunas, esto necesariamente causa que el resto de los países tengan dificultad en la adquisición de las vacunas.

Los gobiernos subnacionales deberían contratar profesionales en las diversas áreas para que realicen un análisis técnico y no encausar las frustraciones o entusiasmo de las gestiones en promesas políticas que no dejan de ser campañas políticas insulsas y que ilusionan a la población, lo adecuado sería que las nuevas autoridades coadyuven a las gestiones que el gobierno nacional lleva a cabo.

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