Elecciones 2020

Radiografía crítica de partidos y alianzas

Edgar Ramos Andrade

El 18 de octubre el votante enfrentará cinco realidades: a) Desencanto de partidos y dispersión del voto. b) Ningún partido llega a 30% de apoyo y los indecisos rondan 28%, según encuestas conocidas. c) Exclusión racial, mutua entre liberales y socialistas. d) Alianzas oportunistas. e) Partidos frágiles y en auto destrucción. ¿Qué pasó? Analicemos cada partido y alianza.

MAS. El nefasto “Entorno Evo” sepultó al soñador IPSP pero aún controla: Fiscalías, Parlamento, Defensor del Pueblo… Fue máquina de la dictadura plebiscitaria y ejecutó la degradación institucional estatal. En 2019 hizo fraude pero lo negó. En 2020 el fraude será su pretexto. Es experto en convulsiones raciales y acelera su desarticulación. Busca voto indígena pero sus candidatos no pueden desligarse de Morales.

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Comunidad Ciudadana. Agrupación casi informal, basada en agrupaciones locales como: “Chuquisaca Somos Todos”, o la cochala “Jesus Lara”, y el FRI eterno partido electoral. Su candidato Mesa es hijo político del dúo cruel Goni-Berzaín, por cuya saña terminó de Presidente inútil, mote imborrable. Mesa es frágil como su sustento político; eso ya pasó en junio 2005 cuando renunció por incapaz.

Creemos. El variopinto de grupos (UCS, PDC, ADN, CDC…) refleja utilitarismo coyuntural anclado en el oriente. Su candidato, el potentado del mercado de seguros Luis Camacho es aliado de la racial Añez; ambos niegan al indio y al occidente, y aun co-gobiernan con el ex portavoz cívico y ministro de Defensa, Fernando López. Su jefe de campaña Ronald MacLean lo abandonó, igual que su aliado Mario Cossio.

Líder 21. Torcida alianza del dinosaurio liberal MNR y el semi socialista MPS. Postulan a Quiroga, un rabioso liberal y “agente de viajes” de Evo, que fue gobierno tres veces: Ministro con Jaime Paz, Vicepresidente con el cruel Banzer; y Presidente al morir el impune dictador. Es protagonista de la crisis estructural de partidos cuya credibilidad cae en picada, por desmedida angurria, personal y política.

Acción Democrática Nacionalista. Asiste a la elección dividido en dos: Un grupo es aliado de Creemos, otro va por cuenta propia. Eso lo pinta de cuerpo entero. Su presidenciable Bayá y sus aspirantes al Parlamento son reverendos ignotos. Este partido, nacido en 1979 para evitar el juicio al banzerato, tiende a desaparecer, como el MIR que era su hijo político.

Frente para la Victoria. Microscópico partido presidido por Israel Rodríguez que tiene candidaturas misteriosas. ¿Qué busca con su participación? ¿Cuánto dinero manejan, para elecciones, las iglesias evangélicas y sus pastores? ¿Por qué inscribió, al mismo tiempo, dos candidatos a Vicepresidente: Leopoldo Chui Chui y Jazmine Barrientos?

Partido de Acción Nacional Boliviano. Típico micro partido de postulaciones corporativas y coyunturales. Este año “intercambió” su vicepresidenciable Chui con FpV… y uno de sus sustentos de votantes (Fedecomin La Paz) acaba de abandonarlo. ¿Cuál es su propuesta electoral? ¿Quién queda para votarlo?

Juntos. Alianza liberal, ultra-oportunista y racial en exceso (UD, UN, Solbo, Todos) que utilizó al virus Sars para prorrogarse en el gobierno de transición y promocionarse electoralmente. En corrupción le empató al MAS, y es causante de muertes provocadas por falta de respiradores en hospitales. La renuncia de Añez dejó en “out side” a notorios dinosaurios: Revilla, Samuel, Oliva, Murillo, y otras boñigas.

 ¿Conclusiones?

a) Los actuales partidos y alianzas son coyunturales en exceso. Carecen de ideas para renovar liderazgos o para construir nuevas propuestas. Su fragmentación es tal que unos (los de derecha) y otros (los “socialistas”) avanzan hacia su irreversible auto-descomposición.

b) El día 18, unos “coparán” el voto oriental, otros el “voto indígena” altiplánico. Esa “exclusión electoral” también fue inducida por el gobierno de Añez, cuya actitud racial llegó a clasificar los créditos bancarios: Montos miseria y condiciones rudas para microempresarios de extracción indígena; montos elevados y condiciones flexibles para empresarios del oriente…

c) Objetivamente, muchos votantes no irán a las urnas a votar por un partido con propuesta solida o con convicción, votarán para evitar que el MAS retorne al poder. No hay partido que convenza al votante; y tanto la propuesta como la estructura política del MAS quedó obsoleta para la sociedad boliviana.

d) Más allá del resultado electoral, dos riesgos asoman desde el 19 de octubre: Descontento y posible violencia descontrolada, como nos pasó hace un año. Que el nuevo gobierno sea frágil por falta de sustento político-ideológico y debilidad en su capacidad de conducción de Estado.

e) Como lo anticipamos, la ex candidata Añez (alianza Juntos) solo ratificó que su postulación era desperdicio. Y en casi un año de gobierno de transición NO aprendió gestión pero sí, le gustó el dinero de la corrupción que causó muertes, por los respiradores chutos.

f) Bolivia se acerca a un momento de corte histórico político, de inflexión. La crisis en aumento, de partidos y de sus liderazgos está por llegar al fondo del abismo. Tiene que darse un renacimiento.

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