Una tenebrosa tendencia asoma Bolivia

Carlos Echazú Cortez

Una tenebrosa tendencia comienza a instalarse en nuestra sociedad, es la posverdad. Eso implica que los medios de comunicación, haciendo coro a los voceros del gobierno, posesionan en la opinión pública un imaginario falso, con fines políticos. De este modo, la población, a fuerza de escuchar una y mil veces la misma mentira, queda convencida de su “veracidad”.

De este modo instalaron los golpistas de noviembre pasado, la idea del fraude en las elecciones del 20 de octubre. No recurrieron, en absoluto, a presentar la más mínima prueba del fraude, simplemente difundieron su idea  a los mil vientos y vaya que tuvo efectos políticos, desde el desconocimiento del triunfo electoral de Evo Morales hasta la posesión de un nuevo gobierno provisional.

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Así también pretendieron consolidar la burda idea de que los muertos en Sacaba y Senkata fueron ocasionados por francotiradores terroristas, pese a que ninguno de los testigos oculares de los hechos atestiguó sobre estos fantasmas, señalando más bien como autores de estas masacres a la policía y al ejército. Sin embargo, lo que quedó como cierto y oficial fue la torpe idea de los terroristas, atentando contra el mismo sentido común. Los efectos políticos de esta patraña son claros, la impunidad (por ahora) de los autores de este crimen de lesa humanidad, así como la siembra del miedo en vastos sectores de la población.

Ahora, en tiempos del Corona Virus, pretenden instalar otra posverdad, vale decir, “el gobierno de Evo Morales no hizo nada en salud a lo largo de sus 14 años. Por eso, lo que vaya a pasar con esta crisis sanitaria, es culpa de Evo”. Esta falsedad la repiten una y otra vez, de tal modo que queda como si fuera cierta.

Conviene pues enfrentar este nuevo intento de instalar en la opinión pública otra posverdad. Veamos, los datos que ha presentado el MAS son los siguientes: Entre 1980 y 2005 (25 años) el presupuesto de salud fue de bs  14.900 millones, mientras que ese mismo presupuesto entre 2006 y 2019 (los 14 años del MAS)  fue de 102.000 millones. En términos anuales para el 2005, el presupuesto fue de bs 2.700 millones mientras que en 2019 esa cifra alcanzaba a bs.  18.000 millones.

Por otro lado, en 2005 sólo existían 17.175 items en salud en el país. En la gestión de Evo se crearon 18.550 nuevos items  alcanzando en total a los actuales  35.725 items en salud.

Así también, entre 1825 (Fundación de la República) y 2005 se construyeron 1.084 centros hospitalarios en el país mientras que en la gestión de Evo, de 2006 a 2019,  se edificaron 1.036 infraestructuras hospitalarias.

Otro dato relevante es el gasto per capita en Salud: en 2005 llegaba a $us 52, mientras que en 2018 era de $us 284.

Son conocidos asimismo los datos que presenta el MAS como sus logros en Salud, como ser la reducción de la mortalidad infantil y neonatal en 50 %; La desnutrición crónica en menores de 5 años se redujo en 50 % y en 39 % en los niños menores de 2 años.

Ahora bien, ¿son falsos los datos que presenta el MAS?, pues pruébeselo, antes de decir que el MAS no hizo nada en 14 años de gestión. Lo que no se puede hacer es ignorar estos datos, y decir simplemente que el MAS no hizo nada.

No se trata de un simple debate, pues la controversias y discrepancias son sanas en democracia. De lo que se trata más bien es de la pretensión maquiavélica y tenebrosa de instalar en el imaginario público una posverdad que no tiene nada que ver con la realidad. ¿Cuál la intensión política?, Pues está clara hasta para el más ingenuo observador. Desprestigiar electoralmente al MAS en la campaña que se avecina pos corona virus.

Carlos Echazú Cortez

Paceño nacido en 1964. Graduado en Ciencias Políticas en la Universidad de Uppsala en Suecia. Se ha desempeñado como docente universitario en varias universidades públicas y privadas del País. Ha dictado cátedra en las materias de Historia de Bolivia y Ciencia Política. Es autor de dos ensayos político-históricos sobre el “Estado y dominio de clase” y “Estado y clases dominantes en Bolivia”. Ha escrito también un manual crítico en métodos de investigación denominado “Crítica al método y método crítico”.

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