Elección y sobredosis de derecha

Edgar Ramos Andrade

Al perfilarse las alianzas para la elección del próximo 3 de mayo, se avizoran las tendencias político-ideológicas que, en Bolivia van marcadas por una sobredosis, de ambición y disputa de cuatro grupos liberales o de derecha. ¿Quiénes?, ¿cuáles?

La alianza de Comunidad Ciudadana con el FRI ratificó a su candidato Carlos Mesa, el ex presidente cómplice del asesino Goni en las masacres xenófobas de 2003 en El Alto, Ovejuyo, Patacamaya, Uni, La Paz, Sorata y otras regiones. El dubitativo Carlos rechazó ser testigo de cargo y en el juicio ratificó su protección a Sánchez de Lozada.

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UCS, PDC y grupos menores armaron la alianza “Creemos” cuyo presidenciable sería el excívico ultraliberal Luis Fernando Camacho, experto en grabar reuniones reservadas con su compañero de fórmula, luego negó esa grabación y, al final tuvo que admitir su metida de pata. Marco Pumari nunca entendió cómo distribuir las regalías por el litio potosino, y pasará a la historia como algunos ex presidentes de Comcipo: resentidos políticos.

“Juntos” es la coalición liberal de Demócratas y SolBo, que postula a la presidenta de transición Jeanine Añez, quien tuvo el acierto de sobrellevar situaciones políticas límite provocadas por el tiranuelo Morales pero desacertó al atribuirse más competencias de conducción estatal que las permitidas a un gobierno transitorio. Y eso le pasará factura.

El vejestorio MNR se alió con MPS en “Libre21” para postular al ultra liberal expresidente Jorge Quiroga, ese maquillador del sanguinario e impune dictador Hugo Banzer (1971-1978) que termina, para la historia como el “agente de viajes” del tiranuelo Morales en su huida.

Ya como partidos sin alianza, aparece primero el MAS, del tiranuelo aun influido por el nefasto entorno G7 (García, Quintana, Rada, Romero, Llorenty, y los Arce) que no se repone del “Síndrome taza de porcelana desportillada” y aun retiene el efecto “Tornillo mental suelto” y cree que Morales aun es presidente,

Otro es el MTS del Gobernador Patzi, partido que anticipó el fraude, del que fue la mayor víctima pues le estafaron 717 mil votos, y en la elección fraudulenta sufrió triple segregación: mediática, de encuestas, y del nefasto TSE. Demostró tener propuesta ideológico-política propia.

Otros dos partidos presuntamente irán solos: Frente para la Victoria FPV de Israel Rodríguez, y Partido de Acción Nacional PAN de Ruth Nina, ambos con escasa influencia en el debate ideológico electoral.

Visto este panorama, es evidente la “sobredosis” preelectoral ultraliberal o de derecha, con cuatro precandidatos. La izquierda está ausente pues el MAS también “se derechizó” y eso le costó esa absurda manera de perder el poder.

¿Conclusiones?
a) Los ultaliberales en la Bolivia preelectoral padecen de “muyu muyu” (mareo, en quechua) por su notoria desesperación por retener el gobierno, por ahora cargo de los libertinos “Demócratas”.

b) Mesa está a medio paso de jubilarse. La historia –ésa que él interpreta muy parcial y subjetivamente– se lo anticipó: la complicidad con Goni no tiene perdón político.

c) El MAS no se recupera del “Síndrome Thaparancu”, de esa inocente mariposa negra que, en realidad solo es un bio-indicador que aplica la implacable –y poco entendida– Ley Natural.

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