La CIDH condena el uso desproporcionado de la fuerza. Los medios hablan de "fuego cruzado", pero las víctimas solo son de un lado
Se eleva a 8 el número de muertos de “la masacre de Sabaca”
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El saldo de las víctimas fatales de la represión de fuerzas combinadas de la Policía y el Ejército a una marcha de productores de coca que intentaban llegar a la ciudad de Cochabamba se elevó a ocho, el número de heridos asciende a 115 y son más de 200 las personas arrestadas. La acción de las fuerzas del gobierno de facto presidido por Jeanine Añez comenzó a ser llamada como “la masacre de Sacaba”.
Los enfrentamientos se produjeron en la víspera en las cercanías del puente Huayllani, a unos 10 kilómetros de Cochabamba, lugar donde más de cinco mil productores de coca intentaron rebasar el cerco policíal instalado desde la víspera. Con la acción, el número de muertos producto de la represión de las fuerzas de seguridad llega a 18, 16 desde que Evo Morales se alejó de la presidencia a “sugerencia” de los jefes militares y luego del motín de la policia.
La “masacre de Sacaba” fue condenada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que publicó en su cuenta twitter un video que muestra cuatro de los muertos.
CIDH condena uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba #Bolivia que ya resultaron en 5 personas fallecidas e múltiples heridas. Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales (1/6) pic.twitter.com/G6lg5hx0W5
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) November 16, 2019
“La CIDH condena uso desproporcionado de la fuerza policial y militar en Cochabamba #Bolivia que ya resultaron en 5 personas fallecidas e múltiples heridas. Las armas de fuego deben estar excluidas de los dispositivos utilizados para el control de las protestas sociales”, escribió la organización.
Esa organización recordó que el Estado boliviano tiene la “obligación de asegurar el derecho a la vida e integridad física de quienes protestan pacíficamente”.
CIDH expresó en sus mensajes su preocupación “por el accionar de las FFAA en las operaciones combinadas realizadas en #Bolivia desde el inicio de la semana. Los estándares Interamericanos establecen el deber limitar al máximo su participación en el control de disturbios internos” y muestra un video en el que más de 15 policías detienen a una persona.
La @CIDH y su @RELE_CIDH expresan su grave preocupación por las amenazas de expulsión de autoridades, agresiones y uso de gas por parte de la policía contra periodistas que cubren protestas. Las fuerzas de seguridad #Bolivia debe abstenerse de agredir y facilitar su labor. (6/6) pic.twitter.com/A21VQr38A8
— CIDH – Comisión Interamericana de Derechos Humanos (@CIDH) November 16, 2019
“Fuego cruzado”, muertos de un solo lado
Para los medios impresos la agresión fue resultado de un “fuego cruzado” entre manifestantes y fuerzas del orden.
“Fuego cruzado entre cocaleros y FFAA deja al menos seis muertos”, tituló el diario Página Siete, mientras que Opinión de Cochabamba dijo “‘Fuego cruzado'” entre cocaleros, Policía y FFAA deja 8 muertos, en tanto que El diario de La Paz tituló: “Grupos subversivos impiden pacificación del país”. Los medios televisivos transmitían imágenes del dormitorio de Evo Morales.
En la víspera no hubo ninguna víctima fatal en el lado de las fuerzas del orden.
Agresiones a periodistas
Además, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la CIDH declaró su “grave preocupación por las amenazas de expulsión de autoridades, agresiones y uso de gas por parte de la policía contra periodistas que cubren protestas. Las fuerzas de seguridad #Bolivia debe abstenerse de agredir y facilitar su labor”. Esa afirmacioes están acompañadas por un video en el que se ve que un policía rocía con gas lagrimógeno a la periodista Teresa Bo que hacia un reporte en vivo de la situación en Bolivia.
El viernes Añez aseguró que los medios de comunicación tienen garantías para realizar su trabajo con total libertad, ante la coyuntura que vive el país, sobre todo la ciudad de La Paz, donde grupos radicales aún se mantienen movilizados y no dejan que la prensa pueda realizar su labor con normalidad.
Un día antes la embajada argentina evacuó a un grupo de periodistas desplegados en Bolivia hostigados por seguidores de los grupos que propiciaron el golpe de Estado.