Añez: ¿Cuánto podrá durar como presidenta de Bolivia?
El 20 de octubre en Bolivia compitieron 9 candidatos para la presidencia, pero hoy ninguno de ellos ha acabado en tal puesto. El 12 de noviembre apareció en el balcón del palacio presidencial la senadora Jeanina Añez Chávez ungiendo la banda presidencial.
Añez
Ella nunca ha competido en ninguna elección presidencial y en las últimas elecciones generales su partido (el Demócrata Social) obtuvo, en alianza con otras fuerzas que formaron la coalición “Bolivia Dice No”, la cifra de 260,000 votos equivalente a un 4% del total de los sufragios emitidos. En estos comicios dicho movimiento quedó como el más pequeño en la Asamblea Legislativa (obtuvo 1 de los 36 senadores y 3 de los 130 diputados). Añez no fue reelecta a su curul. Ella no figura en la lista electa de su frente político ya sea como senadora o como suplente de senador.
Ella se ha posesionado en tal puesto aduciendo que Evo Morales, cuyo mandato como presidente constitucional fenece en enero 2020, abandonó su cargo. Según la constitución boliviana la renuncia de un presidente debe ser avalada o rechaza por la Asamblea Legislativa que desde que el domingo 10 en que Morales dimitió hasta la fecha no ha tenido quorum para sesionar. Esta misma carta magna estipula que, en caso que el parlamento acepte la renuncia, la vacancia va a ser llenada en este orden: 1) vicepresidente electo; 2) presidente del senado; 3) presidente de los Diputados.
Sin embargo, todos los que han venido detentando estas posiciones, al igual que el primer vicepresidente del Senado, son militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Evo Morales y personas que se han negado a sustituir a su jefe en la presidencia.
Añez reclama ser la nueva presidenta en su calidad de segunda vicepresidenta del Senado. No obstante, en la sesión de dicha cámara donde ella se proclamó como nueva mandataria no había más de 10 senadores, número que ni si quiera llega a los dos tercios de dicha cámara y mucho menos a la mayoría absoluta que requiere el quórum.
Salvatierra
Quien ha venido siendo presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, aduce que ella ni nadie de la bancada del MAS renunciaron a sus escaños y que ella solamente se retiró de su puesto directivo debido a las amenazas ya que las casas del presidente del estado y el de su hermana así como el del presidente de los diputados y de varios gobernadores y figuras del MAS fueron incendiadas, mientras que grupos paramilitares tomaron de rehenes a familiares del presidente de los diputados.
Tanto a ella como a varios parlamentarios del MAS la policía no les permitió entrar al parlamento o, si quiera, a la plaza mayor de La paz (la Murillo) donde están los poderes ejecutivo y legislativo. Hay videos donde se muestra que policías varones muy bien pertrechados le agreden físicamente y le gasifican a ella y a sus colegas.
Debilidades
Las posibilidades que tenga Añez de durar mucho en su cargo son bastante relativas. Ella carece de un partido popular que le respalde. El suyo, apenas obtuvo el aval electoral de solo uno de cada 25 votantes y obtuvo entre 11 y 12 veces menos votos que Evo Morales a quien busca reemplazar.
Cuando ella apareció en el balcón presidencial proclamándose como la mandataria apenas había algunas pocas personas vitoreándole en la plaza mayor. En cambio, horas antes una manifestación de 60,000 personas vino caminando Más de 15 kilómetros desde la ciudad de El Alto para entregar una resolución de su cabildo abierto donde rechazaban cualquier intento de ungir a Añez como presidenta pues la califican de “racista”.
La nominación de Añez, en vez de calmar a la población, la ha exacerbado. Si antes muchas personas protestaron por lo que consideraron que había sido un supuesto fraude electoral ahora hay mucha gente descontenta con el hecho de que termina en palacio una fuerza política tan minoritaria en las urnas.
Añez va a querer ejercer la presidencia en una zona metropolitana muy hostil a ella. Anteriormente ella envió un twitter atacando las creencias de los indígenas como satanismo y pidiendo que ellos regresen a sus comarcas, y también declaró estar en contra de que la Wiphala (la bandera multicolor de los pueblos originarios) llegase a ser uno de los 2 estandartes patrios.
Grandes protestas se han venido dando rechazando el hecho que varios partidarios de Añez han estado envueltos en destruir Wiphala o en sacar ésta de los uniformes de policías. Ella, si bien acepta salir junto a la Wiphala, ahora ha juramentado un gabinete donde no figura ningún indígena, pese a que al menos 2 de cada 3 bolivianos son amerindios.
Rechazos
Si desde el 20 de octubre hasta el 10 de noviembre las principales protestas se daban para pedir la anulación de las elecciones generales, las que se vienen dando ahora se centran en desconocer la nominación en la presidencia de alguien que no ha salido del voto popular y que es impopular.
En El Alto y en varios distritos urbanos y rurales no se le reconoce a Añez como presidenta, mientras que si se permite que la Asamblea Legislativa pueda reinstalarse ésta podría anular tal proclamación pues el MAS cuenta con cerca del 70% de sus parlamentarios.
En los hechos Bolivia viene siendo controlada por el ejército y la policía, fueras que han reprimido con bala a muchos manifestantes incluso durante los dos días que van del 10 al 12 de noviembre en los cuales esta república fue la única del mundo sin ningún jefe de Estado o de Gobierno.
Dentro de los sindicatos y juntas vecinales (que en Bolivia son muy fuertes) viene creciendo la idea de que se vive un nuevo golpe militar hecho por la derecha extrema y planificado por EEUU, el cual ha sido la primera potencia en felicitar la caída de Morales.
Muchos de quienes inicialmente han visto con buenos ojos la instalación de Añez a la presidencia para que ésta pueda convocar elecciones generales ahora deben estar preocupados pues su ascensión, en vez de calmar las aguas, viene generando más descontento y violencia.
Las posibilidades de que Añez dure en su cargo no son grandes. Por ahora ella se encuentra prisionera de los altos mandos policiales y militares quienes prefieren no actuar directamente.
Complicaciones
Si bien el principal rival electoral de Evo Morales, el ex presidente Carlos Mesa, ha avalado la nominación de Añez a la presidencia, ella ahora cuenta con una nueva oposición.
Contra ella está la mayoría de los diputados y senadores para quienes Morales sigue siendo el presidente constitucional hasta que la Asamblea Legislativa se reúna en quórum y discuta, acepte o rechace su carta.
Sin embargo, la oposición más profunda contra ella viene de sectores que no están bajo el control del MAS. Las personas que quisieron apersonarse al parlamento el 12 de noviembre para leer la resolución que 60,000 marchistas desde El Alto habían aprobado en cabildo no mencionaron que reconocen a Morales como presidente y declararon que su movimiento carece de dirigentes.
Diversos videos en las redes sociales han mostrado cientos o miles de personas marchando en El Alto junto a Wiphalas gritando “Ahora Sí, Guerra Civil”. No obstante, ésta no es la consigna del MAS, el cual llama a pacificar y sostiene que Morales renunció a su cargo para evitar la violencia.
Las protestas se han de incrementar como rechazo a la destrucción de Wiphalas y a los hechos de violencia generados por los grupos armados vinculados a Luis Fernando Camacho, el millonario católico fundamentalista oriental que lidera el Comité Cívico pro-Santa Cruz quien apareció junto a Añez en el balcón presidencial cuando ella mostraba por primera vez la banda presidencial.