Reciente estudio de la Fundación Tierra

El 20% de la superficie quemada pertenece a grandes agroempresarios y ganaderos

Los incendios guardan una conexión estrecha con el avance de la consolidación de propiedades agrarias privadas, mayormente grandes propiedades ganaderas y también asentamientos de comunidades, al menos en tres grandes franjas de penetración de la frontera agrícola y ganadera

LAS ZONAS MÁS GOLPEADAS

El 47,3% de la superficie quemada es propiedad privada (individual y colectiva) y el resto, 52,7%, es tierra fiscal o de propiedad estatal, de acuerdo con un  estudio reciente de la fundación Tierra, con base en cálculos que no incluyen las últimas semanas, por lo que las cifras podrían ser más altas.

Las propiedades privadas afectadas están mayormente consolidadas con títulos otorgados por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), sostiene la fundación dirigida por Gonzalo Colque.

En orden de importancia, las propiedades incendiadas son la empresa

agropecuaria (grandes propiedades ganaderas), las Tierras Comunitarias de Origen (TCO), las medianas propiedades, las propiedades comunitarias y las pequeñas propiedades.

SECUELAS

Entre agosto y septiembre de 2019, Santa Cruz ha experimentado la mayor crisis ambiental ocasionada por los incendios forestales. La superficie quemada asciende a 3,6 millones de hectáreas, lo que equivale al 9,6% del territorio cruceño.

El segundo departamento afectado por el fuego es  Beni con 1,1 millones de hectáreas. A nivel nacional, la superficie quemada asciende a 5 millones de hectáreas.

PROTAGONISTAS

En primer lugar, los principales protagonistas del incendio son los grandes ganaderos situados a lo largo de las franjas de penetración de la frontera agropecuaria y están localizadas principalmente en San Ignacio de Velasco y San Matías.

El 20% (720.899 hectáreas) de las tierras quemadas y con títulos de propiedad agraria, pertenece a los grandes ganaderos cruceños y, aunque una parte son pastizales y potreros, tienen tierras de reciente titulación (2014-2018) expuestas a quemas para su habilitación como zonas de pastoreo.

Esta tendencia expansiva incide directamente en el escalonamiento del riesgo de aparición de más focos de calor descontrolados en los próximos años.

También se puede clasificar dentro del grupo de ganaderos, a los medianos propietarios no solo por su predominante actividad pecuaria sino también porque practican la quema recurrente  de pastizales y nuevas tierras. De ese modo,  los grandes y medianos llegan a representar el 26,3% (948.781 hectáreas), es decir un poco más de un cuarto del total de tierras incendiadas dentro de propiedades reconocidas a privados de forma colectiva o individual.

La mayor parte de la superficie quemada son tierras fiscales. Le sigue, la propiedad empresarial o grandes propiedades con 20,0%, las TCO con 10,7% y las medianas propiedades con 6,3%.

NUEVOS ASENTAMIENTOS CAMPESINOS

Los incendios se concentraron mayormente en cuatro zonas: San Ignacio de Velasco, San Matías, Concepción y corredor San José de Chiquitos-Puerto Suárez.

Las dos primeras zonas tienen un historial de incendios recurrentes y explican en mucho lo sucedido el 2010, año récord de incendios hasta antes de esta gestión. En las otras dos zonas, los incendios anteriores eran significativamente menores y menos frecuentes.

Los incendios han expuesto a la luz pública la existencia de cientos de autorizaciones de asentamientos de nuevas comunidades campesinas en Santa Cruz.

Los datos analizados sugieren que, en efecto, los asentamientos están implicados en el incendio que se originó entre San José de Chiquitos y Roboré, pero no son los principales protagonistas en las demás zonas.

Entre las tierras fiscales la mayor parte son tierras fiscales no disponibles, lo que significa que son  tierras de propiedad del Estado que no pueden ser dotadas a privados o  comunidades y que cumplen o deberían cumplir funciones ambientales en calidad de Áreas Protegidas o Parques Nacionales

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