Los papeles de Panamá complican a uno de los opositores

Empresa mexicana revela que pagó más de lo que Doria Medina declaró

El representante del mexicano Grupo de Cemento Chihuahua, Sergio Sainz, empresa que compró el 46,57% de las acciones de la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) declaró que pagaron un monto sustancialmente mayor al declarado por Samuel Doria Medina, además que fue ese empresario quien pidió la participación de la empresa off-shore Akapana. El empresario dijo que las declaraciones de los empresarios mexicanos buscan evitar el pago de 36 millones de dólares por un arbitraje internacional.

La transferencia de Soboce comenzó a ser investigada después de conocerse los llamados “papeles de Panamá”, para lo cual se formó en Bolivia una comisión parlamentaria.

“Tuvimos la presencia de la representación de la empresa Chihuahua, que apunta, que en el contrato que suscribe con Doria Medina el monto es mucho más alto al que se declaró a las autoridades nacionales, además que desmiente a Doria Medina cuando dice que la empresa offshore (Akapana) se construyó a pedido de la familia Doria Medina”, dijo el presidente de la Comisión mixta que investiga los “Papeles de Panamá”, Manuel Canelas.

“Fue a solicitud de él (Doria Medina) y de los demás accionistas de Soboce, por lo que se utilizó Akapana”, señaló Sainz, citado por el matutino La Razón.

Doria Medina y su familia habían sido citados por la Comisión, pero según el sitio Web de la Cámara de Diputados no asistieron a la convocatoria y por el contrario cuestionaron la competencia de la Comisión para investigar sus negocios.

“El representante de Doria Medina nos dejó decepcionados, esperábamos que viniera a proporcionar la información que consideramos oportuna, la versión de los hechos, pero lo único que hizo fue leer una carta breve y agresiva contra la Comisión y contra otras instituciones estatales, intentando encontrar una coartada, politizando las razones del por qué no vinieron a responder el cuestionario”, asegura Canelas en esa publicación.

En noviembre del pasado año el vicepresidente Álvaro García Linera había acusado a Doria Medina de evadir, en 2005, 54 millones de bolivianos en tributos por la venta de las acciones de Soboce en 2005 a la mexicana Chihuahua. Además, lo acusó de crear una empresa “offshore” en Panamá para intermediar en esa transacción.

Según la denuncia el 21 de septiembre de 2005 Akapana compró el 46,5% de las acciones de Soboce por Bs 270 millones, importe sobre los que pagó los impuestos. Pero un día después, el 22 de septiembre, Akapana vendió las acciones a Chihuahua en Bs 524 millones, por lo que evadió en Bolivia, a decir del Gobierno, impuestos correspondientes a un monto de Bs 217 millones.

“El procedimiento de negociación se realizó en La Paz, con funcionarios de Soboce, aproximadamente tres semanas. Finalmente, se firmó el contrato de compraventa con Akapana SA en el domicilio de Soboce (…) el 22 de septiembre de 2005. El monto fue sustancialmente mayor al que se reportó a las autoridades bolivianas”, dijo Sainz.

¿Líos?

En su cuenta de Twitter el empresario dijo que los mexicanos “quieren generar líos para no pagar un laudo arbitral”. Sin más pruebas asegura que los mexicanos “mienten al decir que la transacción fue menor”.


El laudo arbitral al que Doria Medina se refiere señala que el Grupo Cementos de Chihuahua tendrá que pagar 36 millones de dólares a la compañía de Inversiones Mercantiles (CIMSA). Según el sitio web de El Financiero de México la cementera anunció que apelará el laudo final ante las cortes bolivianas porque considera contrario a las leyes de este país.

La empresa mexicana tenía una participación del 47 por ciento en Soboce hasta que la vendió en 2011 al peruano Consorcio Cementero del Sur.

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