Libertad de antiterroristas cubanos: una causa de muchos en el mundo

Los Cinco y las campañas de odio en EE.UU.

Yeanny González Peña y Luisa María González *

Publicado el: diciembre 30, 2012 14 min. + -

La Habana (PL) Las denuncias de campañas mediáticas del gobierno de Estados Unidos para condenar a cinco antiterroristas cubanos detenidos en ese país en 1998, y el incremento de la lucha internacional por su liberación marcaron este año los principales acontecimientos en torno al caso.

Al cerrar la VII Legislatura del Parlamento, su presidente, Ricardo Alarcón, explicó que hace varios años Washington diseñó una cruzada para crear un ambiente hostil que facilitara sentenciar a los cubanos, quienes daban seguimiento en el país norteño a grupos terroristas radicados en Miami.

Los Cinco, como se conoce a Ramón Labañino, Fernando González, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González, fueron víctimas del uso de algunos medios de prensa para condenarlos de antemano en Miami y posteriormente para silenciar el caso, recordó el líder parlamentario.

“Washington quiere sepultar las pruebas de la profunda injusticia contra Gerardo (Hernández), castigado a doble cadena perpetua más 15 años, y la farsa judicial de un proceso lleno de "pruebas" ocultas o manipuladas”, subrayó.

Martin Garbus, abogado de Gerardo, había presentado un nuevo recurso (disponible en www.thecuban5.org) que declara el juicio violatorio de la Ley Fundamental “por lo cual debiera declararse nulo, y él y sus compañeros puestos en libertad”. Según ese recurso de la defensa, hay documentos que muestran que el gobierno estadounidense pagó a una gran cantidad de periodistas para que publicaran artículos negativos acerca de Gerardo y sus compañeros.

El documento legal declara que la “secreta subversión por parte del gobierno (de Estados Unidos), de los medios impresos, radiales y televisivos con el fin de obtener una condena no tiene precedentes”, y “violó la integridad del juicio y la cláusula de Debido Proceso de la Constitución”. Garbus argumenta, además, que “el Gobierno, por medio de millones de dólares en pagos ilegales y al menos mil artículos publicados durante un período de seis años, se inmiscuyó en el juicio y convenció al jurado para que declarara culpables a los acusados. La condena debe ser anulada”, afirmó.

Sin embargo, Washington se niega a entregar las pruebas, mientras las campañas internacionales en el 2012 han estado enfrascadas en presionar a la Casa Blanca a mostrar todas las evidencias que oculta y poner en libertad a los antiterroristas, cuando la batalla legal está a punto de concluir.

En septiembre -cuando se cumplieron 14 años de los encarcelamientos- muchas voces se levantaron a favor de la liberación. Mensajes a través de las redes sociales, cartas al presidente estadounidense Barack Obama, marchas, conferencias, anuncios en la prensa y vallas con la imagen de Los Cinco en importantes ciudades del mundo fueron algunas de las acciones emprendidas.

Este año, además, en Washington se realizó la jornada Cinco días por los Cinco, en la cual se visitaron oficinas de más de 40 senadores y congresistas para informarlos sobre el caso, iniciativa a la que se sumaron varios países enviando cartas en reclamo de la liberación. Asimismo, en noviembre se celebró en la oriental provincia cubana de Holguín el tradicional coloquio internacional por la libertad de los antiterroristas, al que asistieron activistas de 47 países.

El foro, en su octava edición, pasó revista a las acciones acordadas en el 2011, así como trazó nuevas estrategias para sumar voces y llevar con más fuerza el caso a la opinión pública, sobre todo a la estadounidense. Parlamentarios cubanos y de otros países, presidentes, premios Nobel, líderes religiosos, instituciones defensoras de los Derechos Humanos, organismos internacionales y unas 350 organizaciones solidarias con Cuba, entre otros, también reforzaron sus reclamos de excarcelación.

La arbitrariedad del proceso

Los Cinco fueron apresados en 1998 por seguir el accionar de grupos violentos anticubanos asentados en el sur de la Florida, y condenados allí a severas penas de cárcel. El prestigioso abogado chileno Juan Guzmán, quien tuvo a su cargo casi un centenar de querellas contra el dictador Augusto Pinochet, aseguró que el juicio en Estados Unidos carece de todo sustento.

En entrevista con Prensa Latina, el ex juez de la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile aseguró conocer muy bien el expediente judicial de los cubanos y se pudo percatar “de que en el fondo, con meras apreciaciones, se maquilló un delito que nunca existió”.

“Inventaron un cargo, el de haber puesto en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos, algo que los propios militares estadounidenses desmintieron en la vista oral”, precisó Guzmán, quien asistió en 2007 como observador al proceso presentado por los abogados de la defensa en la Corte de Apelaciones de Atlanta.

En el juicio, que comenzó en el otoño del 2000 y se extendió siete meses, expertos como el entonces jefe del Comando Sur, general Charles Whilhem, y el general retirado Edgard Atkinson, el almirante Eugene Carol, el coronel George Busckner e, incluso, el ex director de la Agencia de Inteligencia del Pentágono, James Clapper, negaron que los cinco tuvieran acceso a datos clasificados o secretos.

“Y eso me llamó mucho la atención, que los jueces fallaran en contra de ese dictamen, cuando miembros de las fuerzas armadas de Estados Unidos dijeron que, en ningún momento, la actuación de ellos significó un peligro para la seguridad nacional de Estados Unidos”, comentó el jurista.

La acusación principal contra ellos, como reconocieron los fiscales y el juez desde el acta acusatoria hasta el último día del juicio, fue que habían, pacíficamente, sin armas, penetrado grupos terroristas anticubanos con el objetivo de informarle a Cuba sobre sus planes criminales; sin embargo, todo el tiempo fueron tratados por la prensa de Miami como espías y como tales fueron sentenciados.

Después de una minuciosa revisión de los documentos del caso, el 9 de agosto de 2005, un panel de tres jueces de la Corte hizo pública su opinión, un detallado análisis de 93 páginas del juicio y de la evidencia, revirtiendo las condenas, sobre la base de que no recibieron un juicio justo en Miami. Fue ordenado un nuevo juicio, pero en agosto del 2006 el pleno de esa Corte revirtió la decisión.

Finalmente, recibieron condenas que van desde 15 años hasta doble cadena perpetua más 15 años, esta última impuesta a Gerardo Hernández. René González fue liberado tras cumplir la sanción, pero está obligado a permanecer durante tres años en territorio norteamericano, bajo el régimen de libertad supervisada, lo cual activistas consideran un castigo adicional.

El jurista confesó que con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca tuvo esperanzas de que dictara una ley de indulto que favoreciera a los cubanos. “Sin embargo, hasta ahora no tomó la decisión”, expresó Guzmán.

Desde el inicio del encierro, comenzó la ejecución de prácticas consideradas por organismos defensores de derechos humanos como torturas psicológicas, tales como largos períodos de encierro en el hueco, la negativa a ser visitado por familiares y los obstáculos para un juicio y proceso justos. El gobierno estadounidense ha negado de manera reiterada a Olga Salanueva y Adriana Pérez -esposas de René y Gerardo, respectivamente- la visa para encontrarse con ellos.

De acuerdo con datos de la isla, más de 3.400 cubanos han sido víctimas de actos organizados y financiados en territorio estadounidense, donde operan bajo total impunidad las organizaciones anticubanas que habían penetrado los Cinco. Para académicos como el periodista francés Salim Lamrani, el ensañamiento contra ellos es una venganza contra Cuba por haberse negado a seguir las órdenes de la Casa Blanca desde 1959.

El mayor ejemplo es el caso de Gerardo Hernández, condenado a vivir en prisión por un crimen que no existió; por un suceso con el que él no tuvo relación alguna; por una acusación fabricada que los propios fiscales admitieron que no podían probar y habían tratado de retirarla. Y es que a muchos llama la atención el contraste entre la libertad que tienen esos grupos violentos para realizar sus acciones terroristas y la severidad con que se castiga a quienes intentaban prevenirlas.

Libertad de antiterroristas cubanos: una causa de muchos en el mundo

¿Qué motivación puede ser tan fuerte como para llevar a un periodista a recesar lo que considera "su más alto deber" por unos días, incluso cuando ese deber se sitúa en Siria, país que concentra hoy la atención mundial? Para la joven libanesa Ogarite Dandache, venir a esta isla caribeña al VIII Coloquio Internacional por la Liberación de los cinco cubanos antiterroristas condenados en Estados Unidos fue razón suficiente para poner un alto a su rutina de reportar los conflictos de los últimos tiempos en países como Siria, Libia y Egipto.

“A veces me han pedido cubrir acontecimientos fuera del mundo árabe y he dicho: No, eso puede hacerlo otra persona. Pero cuando me propusieron venir a Cuba a un encuentro en solidaridad con los Cinco -como se conocen en el mundo-, inmediatamente respondí: Sí, yo voy”, aseguró a Prensa Latina la reportera de Lebanese Television New TV.

Con la participación de casi 400 delegados provenientes de 47 países, el VIII Coloquio por la Liberación de Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González, Gerardo Hernández y Fernando González se celebró recientemente en la oriental provincia de Holguín.

La presidenta del Comité Internacional por la Liberación de los Cinco Graciela Ramírez declaró a Prensa Latina que la cita se encaminaba a articular nuevas estrategias y campañas para lograr el regreso de los antiterroristas cubanos, quienes fueron detenidos en 1998 por investigar grupos extremistas radicados en Miami.

“Se trata de acordar entre todos qué nuevas puertas vamos a tocar, a quiénes vamos a sumar, qué les vamos a pedir a los seis mil intelectuales, a los 10 premios Nóbel, a las decenas de parlamentos en el mundo que ya están identificados con esta causa”, consideró.

Guerrilla comunicacional, uno de los temas debatidos

El delegado en Holguín del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) Amaury Torno confirmó que las múltiples sesiones de debate realizadas contaron con casi 500 intervenciones de los participantes, mediante las cuales se fue delineando el contenido de la declaración final. En sus idiomas nativos o esforzándose con el inglés o el español, los participantes subieron al estrado a expresar su apoyo a los Cinco y sus familiares, a contar las experiencia vividas durante 2012 y a proponer nuevas iniciativas para la lucha por la causa.

Este ejercicio de construcción colectiva finalizó con un llamado a multiplicar acciones y mejorar la articulación entre ellas para incrementar la capacidad de trabajo del movimiento solidario internacional. La declaración final llama a reforzar la campaña en Estados Unidos, con el propósito de llegar directamente al presidente Barack Obama y lograr que, en uso de sus facultades, libere sin condiciones a los Cinco.

Asimismo, se exhorta a difundir el recurso legal presentado por Martin Garbus, abogado de la defensa de Gerardo, con evidencias de que el gobierno norteamericano pagó a casi 80 periodistas para que generaran un clima hostil en torno al caso mientras se celebraba el juicio en Miami.

Los acuerdos se centran principalmente en dar seguimiento e incrementar las actividades que se vienen realizando, declaró a Prensa Latina la coordinadora en Estados Unidos del Comité por la Liberación de los Cinco, Alicia Jrakpo. Agregó también que salieron nuevas propuestas muy valiosas como una marcha mundial de féminas prevista para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.

Otro elemento muy discutido se refirió al crecimiento del uso de las tecnologías de la comunicación. Al respecto, el periodista y profesor de la Universidad de La Habana Raúl Garcés llamó a los participantes a promover un cambio comunicativo en torno al caso, porque “lógicamente ni The New York Times ni The Washington Post van a ayudarnos en este asunto”.

Por tanto, continuó, es necesario apropiarnos de las redes sociales, de los blogs, de todas estas herramientas comunicativas y también aprender de ejemplos exitosos en este ámbito como lo logrado por Palestina en la denuncia de los crímenes cometidos por Israel.

Garcés instó a hacer una guerra de guerrillas comunicacional guiada por cuatro premisas: comunicar con emoción, economía de recursos, conexión entre medios alternativos y tradicionales, y divulgación simultánea de un mismo mensaje en todos los formatos posibles.

Durante la clausura, la presidenta del ICAP, Kenia Serrano, expresó que el Coloquio también había sido una plaza de solidaridad con todas las causas justas del mundo. Cuando se lucha por los Cinco, afirmó, también se defiende a los presos políticos puertorriqueños, a las víctimas vietnamitas del agente naranja, y todos los que se sacrifican por un planeta más humano.

Por su parte, la presidenta del Comité Libanés de Solidaridad con los Cinco, Wafica Ibrahim, mostró su agradecimiento pues “la cita se convirtió en una tribuna abierta de solidaridad y amor con la causa palestina, incluyendo a los niños que en las calles nos preguntan cómo están allá sus amiguitos”.

Durante las sesiones fueron numerosas las expresiones de apoyo a Palestina, la cual recientemente fue atacada por las fuerzas armadas de Israel con un saldo de más de cien civiles muertos. Asimismo, el evento dedicó una de sus jornadas a contribuir con la recuperación del territorio holguinero, uno de los más afectados por el huracán Sandy el 25 de octubre pasado.

Los visitantes acudieron a municipios como Rabel Freyre, Banes y Mayarí, donde trabajaron en labores agrícolas y de la construcción. Al regreso, la activista estadounidense, Nancy Kohn dijo sentirse emocionada, porque trabajar codo a codo con los cubanos le permitió contribuir con el país de una manera concreta y convirtió a ese en el mejor día del Coloquio.

Kohn comentó su impresión por la manera en los cubanos se ayudan unos a otros y agregó que eso no sucedió en su nación, por ejemplo, cuando el mismo huracán Sandy la azotó. “Este es el pueblo lleno de valores que los Cinco estaban defendiendo, por eso quienes los apresaron y condenaron cometieron una gran injusticia”, consideró.

El IX coloquio es con los Cinco aquí

Al poner “un punto y seguido a este encuentro entre amigos”, como señaló Kenia Serrano, los delgados regresaron a sus naciones con el deseo y el compromiso compartido de lograr que el IX Coloquio sea con el Cinco presentes. Desde ese último día comenzaron a organizar lo que harán para conseguir ese propósito, como el canadiense David Thomas, quien explicó sus planes para organizar rápidamente la reproducción de unas etiquetas que ha concebido sobre el caso de los Cinco.

“Hace un tiempo hice el diseño y logré reproducir cierta cantidad en imanes, los cuales reparto para que la gente los pegue en su carro, en el metro, en autobuses, y así las personas ven mi mensaje en el tráfico, en un semáforo, en las calles”, explicó.

La argentina María Cristina Bueno refirió una idea reciente: hacer pequeñas publicaciones sobre fragmentos del juicio contra los Cinco. “Decir que fue un juicio amañado y mentiroso es la imagen global, pero yo traduje al español todo lo sucedido en esos meses y los disparates que encontré son enormes, entonces quiero extractarlas en forma pequeña y darlas a conocer porque en verdad indignan”, señaló.

La esposa de Gerardo, Adriana Pérez, comentó a Prensa Latina que ese Coloquio fue una excelente oportunidad para acoger y brindar atenciones a personas de otras naciones que ayudan en esta causa. “Esos amigos han pagado de su bolsillo y con sus recursos nuestros viajes a sus países para difundir el caso, y han sacrificado su tiempo y sus días para dedicarlos a los Cinco; con ellos va nuestro eterno y profundo agradecimiento”.

* Periodistas de la Redacción Nacional de Prensa Latina.

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