Kabul, (PL).- Miembros del talibán secuestraron a 10 policías y a un jefe de distrito en el sur de Afganistán, donde hoy se registra un incremento de la actividad de ese movimiento, derrocado del poder tras la invasión norteamericana.

Los agentes fueron capturados durante un ataque al convoy en el que viajaban desde Kandahar hasta la ciudad de Miana Shien, a unos 90 kilómetros de esa provincia, precisó el jefe adjunto de la policía Salim Khan.

"Los talibanes atacaron a nuestras fuerzas y se produjo un combate que duró dos horas", dijo Khan y añadió: "después no pudimos contactarlos mediante el teléfono por satélite, así que es posible que hayan sido capturados".

Khan negó, sin embargo, las informaciones de varios medios de prensa de que decenas de seguidores del talibán tomaron bajo su control a Miana Shien.

Los jefes de las tropas de ocupación estadounidenses no hicieron comentarios inmediatos sobre la situación en la convulsa zona.

La ciudad ha sido escenario en los últimos días de operativos conjuntos del ejército y la policía afganos y soldados estadounidenses, con el resultado de nueve talibanes muertos.

La actividad de ese movimiento, derrocado del poder tras la invasión de Estados Unidos y sus aliados, se recrudeció en los últimos meses en el sur y el este del país y no se descarta su posible reorganización.

Esta semana dos atentados en apenas 24 horas ocasionaron heridas a ocho soldados norteamericanos en las sureñas provincias de Ghazni y Kandahar.

Un portavoz del talibán dijo que el mullah Mohamed Omar está vivo y comanda las ofensivas contra las tropas ocupantes en el país centroasiático.

En una entrevista difundida por la cadena de televisión pakistaní GEO, afirmó Ajtar Usmami que tanto Omar, como el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, se encuentran en buen estado de salud.

Pero el hasta ahora embajador de Estados Unidos en Kabul, Zalmay Khalilzad, opinó que ni Bin Laden, ni el mullah Omar, están en territorio afgano.

El Pentágono admitió, no obstante, que las emboscadas, los atentados y ataques suicidas se incrementaron notablemente en el país centroasiático, donde sólo en lo que va de año murieron 30 soldados estadounidenses y más de 150 talibanes y civiles.