¡Horror!: Chávez habló del gas

Publicado el: octubre 3, 2003 5 min. + -
El contenido de estas páginas no refleja necesariamente la opinión de Bolpress

¡Horror!: Chávez habló del gas Andrés Soliz Rada Con indignación, energía y coraje (dignos de mejor causa). el canciller interino, Franklin Anaya, quien se dice (o se decía) amigo de la Revolución cubana, calificó de "lluncu" (adulón) al dirigente político Evo Morales, por haber hablado telefónicamente con el Presidente venezolano, Hugo Chávez, sobre el gas boliviano. En supuesta defensa de la soberanía nacional, el ministro interino indicó que ningún dirigente debe plantear a mandatarios extranjeros los problemas que son de los bolivianos y que tenemos que resolverlos acá.

¡Horror!: Chávez habló del gas

Andrés Soliz Rada

Con indignación, energía y coraje (dignos de mejor causa). el canciller interino, Franklin Anaya, quien se dice (o se decía) amigo de la Revolución cubana, calificó de "lluncu" (adulón) al dirigente político Evo Morales, por haber hablado telefónicamente con el Presidente venezolano, Hugo Chávez, sobre el gas boliviano. En supuesta defensa de la soberanía nacional, el ministro interino indicó que ningún dirigente debe plantear a mandatarios extranjeros los problemas que son de los bolivianos y que tenemos que resolverlos acá ("La Prensa", 26-09-03),

Las palabras de Chávez, en esa conversación, transmitida por la televisión venezolana, fueron las siguientes: "Hermano, ojalá que ustedes -bueno, por supuesto, sin pretender tener ningún tipo de ingerencia, esto lo digo con mucho respeto, pero hablo por el interés de los pueblos de América Latina-, ojalá que ustedes, ahí en Bolivia, no vayan a privatizar el gas, porque es la esperanza que tenemos para conformar Petroamérica". Se explicó que el objetivo de Petroamérica "es unir a las empresas petroleras del continente para hacer frente a las potencias que manejan el petróleo en el mundo" "La Razón", 26-09-03)

Claro que el problema del gas es de los bolivianos, pero no por voluntad del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (GSL), quien, con el D.S. 24806, del 4-08-97, entregó a las compañías la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo, dos días antes de terminar su primer mandato presidencial. Es de los bolivianos porque, gracias a un resquicio de la Ley de Hidrocarburos, el Estado debe autorizar la construcción de nuevos gasoductos. Ese resquicio ha atado hasta ahora las manos del gobierno, mediante multitudinarias manifestaciones y protestas populares, puesto que, de otra manera, ya se hubiera dispuesto su exportación, sin modificar las reglas de juego existentes, las que perpetuarían nuestro enclaustramiento geográfico y continuarían garantizando ventajas de diez a uno en favor de las transnacionales.

Cuando el interino insiste en que nuestros problemas deben ser resueltos por nosotros mismos debería recordar que el régimen del que forma parte ha sido conformado por presiones de EEUU, cuyos personeros consiguieron que el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), primero, y Nueva Fuerza Republicana (NFR), después, integraran la coalición oficialista. En Bolivia, se consulta a la Embajada si una persona puede ser o no ser ministro de Estado, sino recuérdese el caso de Jorge Landívar, de ADN, en el último régimen de Hugo Bánzer.

Anaya olvida que en el país no vuela un helicóptero sin permiso de los norteamericanos, que el Embajador David Greenle ha opinado, el mismo día que Anaya hablaba de "autodeterminación" y "soberanía", que, a su juicio, GSL no debía renunciar ni dictar Estado de sitio, en tanto que quince días antes declaró que Bolivia debe apresurarse en vender el gas a su país. Habrá que recordar, además, que EEUU maneja nuestra economía, a través del FMI, el Banco Mundial y el BID, frente a cuyos organismos la capacidad de decisión del gobierno es menor a la de una empleada doméstica a la que se le ordena comprar verduras.

Nuestra capacidad de decisión es nula, pero la propuesta de Chávez está dirigida justamente a que, mediante la articulación de las petroleras estatales, América Latina en general y Bolivia en particular ganen en autodeterminación soberanía y dignidad y, como consecuencia de lo anterior, consigan retener mayores porcentajes de los excedentes del negocio, que hoy succionan las compañías foráneas.

En la resistencia a la rosca minero-feudal (1946 - 1952), Victor Paz Estenssoro dijo que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) era "el instrumento de ejecución de los anhelos del pueblo boliviano con la única excepción de los sirvientes del imperialismo" (Guillermo Bedregal: "Victor Paz Estenssoro, el Político". Fondo de Cultura Económica. México 1999. Página 173"). Ahora el MNR es el instrumento de los sirvientes del imperialismo en contra del pueblo boliviano. Es probable que, en eso de sirvientes de la Embajada, existan excepciones, pero, sin duda, el interino no es una de ellas.

Atrás