El odio. Bolivia ¿un país racista y excluyente?
Después de las matanzas en El Alto, la ciudad india de Bolivia El odio. Bolivia ¿un país racista y excluyente? Jaime Zalles Azin Con cuanta frecuencia en Bolivia se pide: "toda la fuerza de la ley", las "armas de la democracia" para destruir y matar al adversario. Lo que más me choca es que personajes con el apellido terminado en una "c" que se lee "ch" ¿de origen serbio? Piden mano dura y aniquilamiento de otros bolivianos. ¿No escaparon ellos de Hitler para convertirse en otros Hitler "bolivianizados"?
Después de las matanzas en El Alto, la ciudad india de Bolivia
El odio. Bolivia ¿un país racista y excluyente?
Jaime Zalles Azin
Cuando escuché a uno de mis compañeros de Colegio y de curso decir: "Vengo del Congreso Anticomunista en Argentina, soy amigo de Emilio Massera y a estos curas tercermundistas hay que matarlos", fui donde Lucho Espinal y le aconsejé que se pusiera a buen recaudo.
Luis me dio esta lección: "Jimmy, no me voy a ocultar, cinco millones de judíos fueron a las cámaras de gas callados, mudos. Nosotros tenemos que gritar. Mejor, ven con Beatriz y Marcos (él era un bebé de cinco meses) los viernes por la noche y ayúdanos a compaginar el Semanario Aquí." Una semana después lo mataron. Luego vino el golpe de García Meza... y anduvimos con el Testamento bajo el brazo.
Hoy, cuando ya nadie me necesita, Vuelvo a gritar desde Bolpress.com
En muchas ocasiones de mi vida percibí de cerca el odio.
Con motivo del golpe de Banzer, hace algunos años escribí esto:
...."Al llegar al pueblo (Tiwanaku) puse la radio. "¡Acaba de morir el cura comunista Federico Aguiló que tanto daño nos ha hecho! Federico había sido mi compañero de estudios y era un amigo entrañable. Quedé muy preocupado y me llamó la atención el tono feliz y triunfante en la voz del locutor. Se palpaba un odio indecible. (El muerto en esa ocasión no fue Federico sino Mauricio Lefebvre).
Al día siguiente regresé a La Paz en un camión que me dejó en la ceja de El Alto, un lugar desde donde se ve toda la ciudad. Tuve que pedir con la mano que alguien me llevara. Se detuvo un hombre que me bajó en su auto. Estaba feliz por el triunfo de la derecha, un banzerista, y hasta se atrevió a decirme, al ver mi cara de hombre blanco:
"¡El golpe ha sido demasiado rápido, hemos perdido la ocasión de matar a todos estos indios!" Callé en siete idiomas. Me bajé del auto en profunda tristeza. Era la primera vez en mi vida que experimentaba el odio de maneras tan evidentes.(1)
En esa época se decía "El mejor enemigo es el enemigo muerto". Y procedían en consecuencia. En marzo de 1972 a los Elenos y Miristas de entonces los mataban en las calles!!!
Poco tiempo después escribía prolíficamente el único escritor boliviano que vivía de sus libros, Fausto Reynaga. En su libro "Tesis India"decía textualmente:
"Bolivia es una Sodomaen la que no hay que buscar 10 justos entre el blanco y el mestizo, hay que matarlos a todos." (Habló a nombre de los aymara, su apellido lo denunciaba como blanco o mestizo.)
Con cuanta frecuencia en Bolivia se pide: toda la fuerza de la ley, las "armas de la democracia" para destruir y matar al adversario. Lo que más me choca es que personajes con el apellido terminado en una "c" que se lee "ch" ¿de origen serbio? Piden mano dura y aniquilamiento de otros bolivianos. ¿No escaparon ellos de Hitler para convertirse en otros Hitler "bolivianizados"?
En estos días el odio se palpa nuevamente, se vuelve a sentir por los lados polarizados.
¿Hemos adelantado en algo? ¿Hemos cambiado en algo?
Quizás sí. Cuando me tocó denunciar con E.D.W. los cien muertos de la masacre de Tolata que denunció a "Justicia y Paz" el P. Jorge Centelles, jesuita español que trabajaba en Santa Vera Cruz y que los había visto amontonar como leña en los camiones caimanes del ejército, invadió a todos el miedo.
Fuimos a Tolata con X.A., alguien que hablaba el quechua mejor que yo y nadie quiso decir una sola palabra acerca de la masacre del Valle. Toda la gente estaba invadida de terror. No pudimos comprobar lo que nos dijo Centelles. Tampoco lo podíamos poner a él mismo como testigo, porque era extranjero y eso le hubiera costado la expulsión inmediata de Bolivia, si no lo mataban antes. "Justicia y Paz" fue puesta "en receso" y ese receso dura ya 29 años!!!
¿Hemos cambiado en algo? Creo que sí.
Hay muchos que ya han perdido el miedo.
¡Lástima que también hayan perdido la paciencia.!
¿Qué hacer?
¿La guerra civil nos servirá de algo? ¿Servirá de algo que los uniformados bolivianos sigan aprendiendo a matar en sus Escuelas de Cóndores, en sus "Planes Cóndor"?
¿Nos llevará a algo bueno la "guerra civil? No lo creo. De ninguna manera. Los extremos se juntan. Dentro de unos años los veríamos gobernar juntos a quienes tomen las armas, aunque corran ríos de sangre entre ellos. La Historia ya nos lo ha demostrado.
La Violencia engendra violencia y es una espiral imparable. Que lo diga Colombia en sus cincuenta años de guerra fratricida con decenas de miles de muertos.
Ojalá volviéramos a los tiempos del sabio Dionisio Huañapaco, del sabio Genaro Flores que gobernaban al Campesinado boliviano con perfecta unión entre sus filas, con objetivos claros a largo plazo, con plena sensatez. Esa sería mi esperanza.(2)
Ellos serían capaces de un verdadero diálogo.
¿Y por el otro lado?
Por el otro lado, el lado de la defensa de los antiguos privilegios de raza, de clase y de sangres azules. El lado de la defensa con "las armas" de la democracia (léase tanques y helicópteros artillados...) léase metralletas y represión fratricida al mejor estilo yanqui, por ese lado no espero nada. Ya me consideraron traidor de clase y parece que definitivamente estoy comprometido con el otro lado, el de los que pone los muertos.
Y para la Historia, termino con esta frase de José Carlos Mariátegui: "Todas las revueltas, todas las tempestades del indio han sido ahogadas en sangre"
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Notas:
(1) www.saludverde.sitio.net Vínculos favoritos / Menú principal / Testigo de ideales, catástrofes y esperanza / El odio.
(2) Vea www.bolpress.com Columnistas, Jaime Zalles, Propuesta Nº 8 "Las estrategias sabias de antes y las contraproducentes de hoy.