Brasil /RFI, NYT
¿Quién está detrás de la muerte de la concejala Marielle Franco?
Un año después de la trágica muerte de la concejala carioca Marielle Franco sale a la luz el primer resultado concreto de las investigaciones: dos personas fueron arrestadas, sospechosas de ser los autores materiales del crimen.
Se trata de un sargento retirado y de un ex policía que fue expulsado del cuerpo, lo que podría revelar la implicación de la policía de Río de Janeiro en el crimen organizado. Un dato que lo corrobora: la lujosa vivienda donde fue detenido uno de los sospechosos.
Según explica Jair Krischke, presidente de Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Brasil, “es una casa impresionante, una casa que está ubicada justo en el sector habitacional donde vive el presidente de la República. La casa es inmensa y, me parece, absolutamente incompatible con lo que puede cobrar de jubilación un sargento de la policía militar”, por lo que se sospecha una vinculación con la protección del “juego clandestino” y el tráfico de drogas.
Además, Jair Krischke apunta a una persona ligada al Gobierno cuyo entorno estaría vinculado con el autor de los trece disparos que acabaron con la vida de Marielle y su chófer: “Uno de los hijos del presidente Bolsonaro era novio de una hija de este tipo. Los hijos de Bolsonaro están muy involucrados con las milicias porque estas milicias trabajan para cooptar votos en las favelas, y por casualidad, todos ellos son ex policías, militares…”, comenta.
Según los fiscales que llevan la investigación, el crimen de la edil socialista fue “meticulosamente planeado durante tres meses”, lo que pone en evidencia la existencia de una cúpula intelectual. Desde Amnistía Internacional, insisten en que el caso no se podrá dar por concluido hasta que no se sepa quién mandó matar a Marielle Franco.
“Este crimen no estará solucionado hasta que sepamos quienes son los demandantes, aquellos que han ordenado este crimen. No podemos dar este caso por concluido hasta que sea llevado a la justicia y que los responsable sean responsabilizados. El proceso judicial en Brasil puede llevar muchos años”, explica Renata Neder, coordinadora de Investigaciones en Amnistía Internacional Brasil.
¿Pero cuáles fueron las motivaciones de quienes mandaron matar a Marielle, afrobrasileña defensora de Derechos Humanos? Para Jair Krischke, se puede hablar de un asesinato por motivaciones políticas pero no por razones ideológicas: “Un crimen político porque ella era una edil, tenía un mandato electoral, y trabajaba con denuncias de violaciones a Derechos Humanos, y ahí denunciaba a policías violentos. Y esto claro que enojó a mucha gente”.
Para Renata Neder, fue un crimen premeditado que pretendía dar un mensaje concreto: “Ha sido claramente una ejecución, muy bien planificada, por gente especializada, y por eso desde el principio había sospechas de participación en distintos niveles de agentes de la seguridad y de agentes del Estado. En general, asesinar a un defensor de Derechos Humanos es un intento de callar a aquella persona y enviar un mensaje mucho más amplio a todos los que defienden los DDHH, o por lo menos a los grupos que aquel defensor ddhh representaba”.
Ahora Amnistía Internacional exige un mecanismo externo e independiente que lleve la investigación del caso de Marielle Franco, concejala socialista, defensora de Derechos Humanos, afrobrasileña, feminista y homosexual, que el 14 de marzo de 2018 fue asesinada simplemente por defender sus ideales.
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RÍO DE JANEIRO — Autoridades brasileñas anunciaron el arresto de dos expolicías por sospecha de que asesinaron a una concejala de Río de Janeiro hace un año, un hito en el caso de homicidio político que ha conmocionado a los brasileños durante casi un año.
En la madrugada del 12 de marzo los investigadores detuvieron a dos antiguos oficiales de la Policía Militar de Brasil, Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz. En un comunicado, las autoridades dijeron que Lessa abrió fuego contra la concejala y activista Marielle Franco desde un auto en el centro de Río, el 14 de marzo de 2018. Vieira de Queiroz conducía el vehículo desde el que disparó Lessa, según la investigación.
El arresto es la muestra más concreta hasta la fecha de que Franco y su conductor, Anderson Gomes, fueron blanco de integrantes de un mundo criminal subterráneo a cargo de oficiales policiales actuales y antiguos. Los aliados de Franco llevan tiempo diciendo que sospechan de esas milicias y que ejecutaron a la concejala en represalia por su activismo contra la brutalidad policial y por su defensa de los derechos humanos.
En el documento de imputación, los procuradores dijeron que el asesinato fue planeado durante meses y afirmaron que el homicidio sí fue motivado por el trabajo legislativo de Franco.
“Es innegable que Marielle Francisco da Silva fue sumariamente ejecutada por razón de sus actividades política y la defensa de sus causas”, escribieron los procuradores, de acuerdo con el periódico local O Globo. “La barbarie perpetrada la noche del 14 de marzo de 2018 fue un golpe al Estado democrático de derecho”.
Franco, de 38 años y quien creció en la favela Maré de Río de Janeiro, fue votada al concejo de la ciudad en 2016 y era de las estrellas en ascenso del Partido Socialismo y Libertad.
En el momento de su homicidio era la única mujer afrobrasileña en el concejo y de las pocas políticas abiertamente homosexuales de todo el país. El asesinato generó estruendo tanto en Brasil como en el exterior y exhibió la polarización política cada vez más profunda en Brasil.
Los funcionarios aún no indican quién habría ordenado el asesinato.
“De todas las preguntas, la de quién lo ordenó es la más importante”, dijo Mônica Benício, la pareja de Franco, en entrevista el 12 de marzo. “Eso debe contestarse porque es una afrenta a nuestra democracia”.