¿Cuándo se quebró el MAS? factores para el abatimiento

Funcionarios masistas, obstáculos del proyecto progresista y sociedad igualitaria

La izquierda en el poder, perspectivas de funcionarios gubernamentales sobre los desafíos de la governanza progresista, es un estudio reciente que analiza los factores de desplome de un proyecto que nació con mucha esperanza. La  eficiencia y el rendimiento del Estado nunca fueron una prioridad ni en el gobierno ni en la política boliviana. Por el contrario, históricamente, el enfoque predominante ha sido extraer beneficios derivados de ocupar un cargo y mantenerse en el poder. En la ausencia de un esfuerzo explícito y concertado para cambiar la cultura y las prácticas del país, estas condicionantes históricas han limitado de manera significativa la habilidad del gobierno del MAS de lograr su meta de crear una sociedad más igualitaria.

 

-Linda Farthing* / Transnational Institute, TNI, Cuadernos de nueva política

 

Los funcionarios gubernamentales bolivianos se hallan divididos entre servir al público, sus intereses personales y su lealtad partidaria. Estas tensiones absorben una gran cantidad de tiempo y esfuerzo para todos los involucrados, y reducen la capacidad y el rendimiento estatal, obstaculizando la implementación de un proyecto políticamente progresista. Al no enfocar la atención sobre el proceso y solo hacerlo en el resultado, resulta en que se frustre la planificación y se postergue la agenda de justicia social y económica y el desarrollo de una visión compartida de transformación social.

La eficiencia y el rendimiento del Estado nunca fueron una prioridad ni en el gobierno ni en la política boliviana. Por el contrario, históricamente, el enfoque predominante ha sido extraer beneficios derivados de ocupar un cargo y mantenerse en el poder.
En la ausencia de un esfuerzo explícito y concertado para cambiar la cultura y las prácticas del país, estas condicionantes históricas han limitado de manera significativa la habilidad del gobierno del MAS de lograr su meta de crear una sociedad más igualitaria.

El desafío enfrentado por el MAS para fortalecer el Estado no solo era extender su alcance y su capacidad, sino también crear un gobierno que reflejara de manera efectiva la diversidad y heterogeneidad de Bolivia (PNUD, 2007). Un Estado no reformado impide que el gobierno sea más participativo e incremente el poder de los movimientos sociales y las comunidades.

En cuanto a consejos para otros progresistas que asuman cargos gubernamentales en otros contextos, casi todos los encuestados sin excepción mencionaron la importancia de mantener un núcleo ético intacto.

Casimira Rodríguez resaltó que “lo más importante es poner tu compromiso y ética en primer lugar. Lo que es correcto es correcto, nada más, nada menos. Uno debe mantenerse fiel a sus valores y ser transparente”.

Freddy Condo está de acuerdo: “Lo más importante son tus principios y que te mantengas fiel a tus creencias. A pesar de las presiones de los clanes familiares o las organizaciones internacionales, yo necesitaba darle respuestas al presidente, a las organizaciones sociales y a las bases.”

Otros sugirieron la importancia de establecer metas factibles. “No te convenzas de que vas a romper con todos los patrones y reglas del pasado, que prestas poca atención a las contradicciones inevitables que existen en todos los gobiernos”, dijo un exministro.

Varios encuestados señalaron que cualquier agenda programática propuesta debe socializarse trabajando desde las bases para arriba. “No era suficiente con presentar las metas nacionales para 2025. Necesitaban discutirse y analizarse ampliamente antes de que se adoptaran, y no ocurrió así”.

También se tocó el tema de mantenerse actualizado con los cambios generacionales. “Uno debe darse cuenta que este país está lleno de gente joven” –dijo Javier Arevilca– “con sus teléfonos celulares y sus redes sociales. Tenemos que cambiar la forma en que hacemos las cosas para acomodar esta nueva realidad”.

Walter Delgadillo añadió que “la vieja concepción de los movimientos sociales como representantes de casi toda la población ya llegó a su fin. Estos se han convertido cada vez más en una minoría tajantemente definida por sus intereses sectoriales”.

Varios de los encuestados hicieron énfasis en que el único mecanismo para el cambio social era el no depender del partido ni de su liderazgo. Uno afirmó: “Hay que reducir el rol del partido en el proceso”. Otros sugirieron la importancia de desarrollar un liderazgo plural para evitar caer en la trampa del caudillismo.

Latente en esta discusión acerca de cómo se debe administrar un proyecto progresista está el tema de que, en el caso del MAS, el partido llegó al poder casi de manera inesperada y, casi seguramente, como dijeron todos los entrevistados, sin preparación. En una entrevista realizada en 2009, la socióloga Silvia Rivera resaltó la “fascinación con el poder” del MAS (Farthing, 2009).

Esta situación se agravó continuamente en los siguientes nueve años, reflejando cómo un gobierno autodefinido como de izquierda ha pasado muy poco tiempo analizando cómo el ganar más poder puede distorsionar un proyecto progresista, sin establecer mecanismos para controlar la tendencia universal de concentrar el poder y tomar decisiones políticas de forma vertical.

Este estudio demuestra que prepararse para el poder y lo que implica, examinar más de cerca cómo transformar el Estado y capacitar mejor a los progresistas en la mecánica y ética de la administración pública, son inherentes a un proyecto realmente radical y transformador. También sugiere que, sin un esfuerzo concentrado para reformar cómo se conduce la administración del gobierno en vez de solamente enfocarse en los resultados concretos, persistirán las estructuras y relaciones injustas y arraigadas.

Desarrollar la madurez política y personal para el ejercicio del poder es fundamental para el éxito. La experiencia boliviana evidencia los desafíos provocados por una incapacidad lamentable –aunque entendible, de alguna manera– para examinar, criticar y transformar la manera en que se despliega el poder. Para José Perreira, esto tuvo consecuencias importantes: “El MAS tenía un apoyo enorme, y no creo que sacamos la suficiente ventaja de eso”, dijo. “Estoy satisfecho con lo que logramos, pero ha sido más limitado de lo que yo esperaba lograr”.

EL REPORTE

El presente informe está centrado en el rol que juegan los funcionarios progresistas del Estado boliviano y los desafíos a los que se enfrentaron al promover una agenda de justicia social y económica, como la que caracteriza al discurso político del gobierno del MAS.

Los movimientos sociales necesitan lidiar no solo con la construcción partidos políticos exitosos y alcanzar el poder, sino también con el uso de ese poder de manera estratégica para implementar los cambios necesarios.

Los funcionarios gubernamentales tienen un rol único en este proceso, y se enfrentan al desafío de mantenerse fieles a su ideología política al mismo tiempo que aseguran el funcionamiento de una burocracia justa y profesional.

El informe no considera de forma detallada el análisis político y el proceso de formulación de políticas en las ramas legislativa, judicial o ejecutiva, ni las alianzas, negociaciones y compromisos políticos necesarios para asegurar y mantener en el poder un gobierno progresista.

Las relaciones con la población beneficiaria/usuaria de los servicios gubernamentales, así como el desarrollo de una gobernanza participativa (es decir, iniciativas que arraigan la participación ciudadana activa en el proceso gubernamental) solo se contemplan en función de su relación con la capacidad de los funcionarios.
A pesar de las restricciones externas a las que se enfrentan, los funcionarios progresistas juegan un rol crítico en la implementación de políticas más equitativas bajo gobiernos de izquierda. Sus perspectivas de los desafíos que deben ser enfrentados en el diseño y la ejecución de políticas concretas se extienden más allá de sus funciones específicas, incorporando una crítica más amplia de cómo se implementa (o no) el cambio social mediante iniciativas gubernamentales. Sus aportes a la comprensión del proceso de implementación política en sociedades con bajos ingresos constituyen el eje central de este informe.

El estudio se basó en preguntas abiertas a 14 entrevistados, con muchas oportunidades para enumerar las cuestiones que, según ellos, serían prioritarias. Los y las entrevistado/as, mayoritariamente pertenecientes a la clase media o clase media alta, son personas que se autoidentifican como de izquierda, algunas con afiliación partidaria y otras no; algunas que todavía apoyaban al MAS al momento de la entrevista, otras que eran muy críticas de este partido, y otras activamente opositoras. Algunos pocos entrevistados prefirieron permanecer anónimos.

LOS ENTREVISTADOS

Claudia Peña Claros, exministra de Autonomías;  Bismarck Javier Arevilca Vásquez, exministro de Finanzas, actualmente en el Viceministerio de Viviendas en el Ministerio de Obras Públicas; David Aruquipa, exdirector de Patrimonio Cultural, Ministerio de Culturas.

Casimira Rodríguez, exministra de Justicia; actualmente Directora de SEDEGES – Agencia de Servicios Sociales del Departamento de Cochabamba;Tom Kruse, exconsultor, Comunidad Sudamericana de Naciones, Ministerio de Asuntos Exteriores;   Juan Téllez, exconsultor del Ministerio de Planificación; actual alcalde (MAS) de Betanzos (Potosí); Alberto Borda, exviceministro de Planificación y Director de Autonomía del Departamento de Cochabamba, actual Director de Planificación del municipio de Sacaba.

Freddy Condo, exviceministro de Tierras y exconsultor del Pacto Unidad; José Luis Perreira, exdirector del Banco Unión, actual director de la Cooperación Suiza (COSUDE); Walter Delgadillo, exlíder sindical de la Central Obrera Boliviana; exministro de Trabajo y, luego de Obras Públicas. Ahora trabaja como consultor del gobierno departamental de Cochabamba; Alejandro Almaraz, exviceministro de Tierras. o Anónima, Tribunal Supremo Electoral;  Anónimo, Vicepresidencia de Bolivia;  Anónimo, Ministerio de Desarrollo Público, Tierra, Agua y Coca.

Los entrevistados provenían de varias partes del gobierno y de diversas regiones del país. De los 14, tres eran mujeres y tres se identificaban como indígenas; la mayoría eran o ministros o viceministros, reflejando en alguna medida la diversidad del gabinete gubernamental. * Is an independent scholar and journalist based in Latin America. She has also worked as a study abroad director for programs throughout the region. She is co-author of three books on Bolivia: ‘Impasse in Bolivia: Neoliberal Hegemony and Popular Resistance’ (Zed 2006); ‘From the mines to the streets: a Bolivian activist’s life’ (Texas 2011); and ‘Evo’s Bolivia: Continuity and Change’ (Texas 2014). She has given talks on Bolivia at over 20 universities in Bolivia, Canada, the United States and Great Britain; has edited six books and many articles on Bolivia and Latin America; and served as field producer for ‘Partners not Masters’ and ‘Flowers for the Gringo’ for Irish public television RTE and ‘Cocaine Unwrapped’ for Dartmouth Productions

 

 

https://www.academia.edu/38353402/Bolivia_La_Izquierda_en_el_Poder_Perspectivas_de_funcionarios_gubernamentales_sobre_los_desaf%C3%ADos_de_la_governanza_progresista?auto=bookmark

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